Al igual que hiciera la pasada semana UGT, la Central Sindical Independiente y de Funcionarios (CSIF) ha cuestionado el proceso de selección de nuevos bomberos que “desprendía un tufo de sospechosas irregularidades, que debería haber sido atajado por el Ayuntamiento” y recuerda que ya denunciaron esa situación tras las primeras pruebas por las “sospechosas circunstancias (…) y los extraños cambios en las bases”, aunque como respuesta se les solicitó que aportaran pruebas.
En una dura nota, el sindicato cuestiona al tribunal por plantear una prueba que nadie ha logrado superar y no haber sido capaz de plantear exámenes adecuados por lo que “debe ser sustituido por otro más competente”. En este sentido, en la nota se recuerda que entre los aspirantes que han superado pruebas similares en otras localidades, trabajan hace años como interinos o llevan años preparándose.
En el texto público se remarcan las variaciones que se han hecho en las bases, tanto respecto a anteriores procesos, como durante el mismo que han derivado en “un exceso de puntuación por ciertas titulaciones superiores” —mientras que la exigencia académica para un bombero conductor es el graduado escolar— mientras que apenas se ha puntuado la experiencia o la formación específica.
Mención especial hace a las pruebas físicas, que, además de celebrarse después de otras, y no en primer lugar, en el fracasado concurso de este año requería un nivel “muy inferior” al que se exigía en 2012, lo que “lleva a pensar que se hizo intencionadamente para beneficiar a algún participante”, acusan.
En este punto, CSIF se desmarca de UGT, que pedía que las nuevas pruebas tomen como referencia los niveles exigidos de 2012, mientras que la Central Sindical pretende un término medio entre las de 2012, “demasiado exigentes” y las excesivamente lasas de 2015.
CSIF advierte que “no le pasa desapercibido” que, pese al fracaso, el proceso ha servido para crear la bolsa de trabajo con la que se cubrirán varios puestos interinos y advierte que la plantilla de bomberos puede tener “alrededor del 30 por ciento” formada por interinos, algo que, a su juicio, es “una temeridad”.
La nota remarca las exigencias del sindicato reclamando la convocatoria de un nuevo concurso oposición en el que se rebaje la puntuación de las titulaciones superiores; que la primera prueba sea la de preparación física y que esta tenga un nivel de exigencia intermedio entre las prescritas en 2012 y en 2015.
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