Tradición briquera era que a la vuelta de sus correría por España vendiendo trillos los briqueros entraban en Cantalejo chiscando la tralla, es decir, dando latigazos al suelo para anunciar el retorno a casa. Un gesto de alegría que en verano, al comienzo de las fiestas de Asunción y San Roque, cobra en el siglo XXI un nuevo sentido, el reencuentro de los vecinos con los hijos que han hecho vida en otro pueblo, en otro lugar.
Para empezar las fiestas este 2024, el municipio presentaba la primera edición de una nueva-vieja tradición, reunir a cuantos vecinos se pueda para chiscar la tralla al alimón, Y para que quede constancia en esta primera edición la junta, con la participación de cerca de un millar de neo-briqueros, lo ha elevado a récord mundial. A la una y media tomaban posiciones los participantes en la cartera de Sebúlcor y a la orden del engrullón, 967 manes le daban duro a la chisca con un sonido ensordecedor, que ha contado también con la presencia del presidente de la Diputación, Miguel Ángel de Vicente, a la sazón inaugurador de la tercera parada del año de Alimentos de Segovia.
Las fiestas, hasta el 19 de agosto, empiezan pues a lo grande en la Villa de Cantalejo.
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