Llamamiento a los hijos de Bernardos para la subida de la Virgen 2020

Posted By Redacción on 8, Feb, 2020

Se celebra cada 10 años y para la de 2020 las casas rurales de Bernardos llevan ya tres años con el cartel de “no hay habitaciones”. Es la Subida de la Virgen del Castillo, que el 31 de mayo será llevada en procesión a su ermita. En el camino, y acompañada de las santeras, dulzaineros, grupos de paloteo y danzantes, atraviesa arcos de flores de papel, más de 100.000 flores, que desde hace meses vienen confeccionando los vecinos del pueblo.

Y es que cada 10 años los bernardinos lo dan todo por su Señora, la antiquísima talla del siglo VIII aparecida milagrosamente en un arcón del antiguo castillo, de ahí el nombre. Del 31 de mayo, con la subida en andas, hasta el 3 de junio, en que la Virgen del Castillo vuelve a la iglesia, son constantes las devociones y ritos populares asociados a esta particular romería que desde 1940 se celebra cada 10 años (la documentación más antigua la remonta a 1806). Además de la entrega floral, donde los bernardinos piden por los suyos, uno de los momentos más emotivo es el inicio de la bajada, la procesión nocturna, con la localidad tomada por las luminarias y velas, que empezará el 2 de junio y terminará al día siguiente. “La última vez, la Virgen salió a las 8 de la tarde y entró en la iglesia al día siguiente a las tres de la tarde”, explica Javier Blanco. Sí, fueron 16 horas y 37 minutos de procesión ininterrumpida. Y es que cada década hay el prurito de alargar un poco más la bajada, así que para 2020 la cosa puede ir a 17 horas.

Dependerá, también, de la devoción de danzantes y procesionantes. Aunque esto último está asegurado. Hay un vínculo emocional muy especial entre los bernardinos y su Señora, de manera que desde la comisión organizadora, llaman a todos los hijos de la localidad a participar en un evento, sino único, realmente raro y digno de ver.

“Desde hace años se vienen preparando decoración, bailes, liturgias. Es algo que congrega a todos los hijos de Bernardos aunque, como yo mismo, ya no vivan en el pueblo, así como a mucha gente de la comarca. Es una procesión muy especial”, explica Blanco. Romería, verbenas, fervor religioso, diversión, actuaciones, exposiciones, todo está listo para esta espectacular manifestación de devoción popular y festiva largamente esperada durante el último decenio. ¡Viva la Pizarrera!