Posted By Redacción on 2, Abr, 2016

Un 1 de abril se terminó la Guerra Civil. El 1 de abril de 2016, 77 años después, el pleno del ayuntamiento de Segovia aprobó, no sin divisiones -izquierdas (PSOE e IU) votaron a favor, PP en contra, y abstención de Ciudadanos y UPyD- expurgar del callejero segoviano 15 calles “franquistas”. Y es que las guerras y lo que viene después de las guerras dejan heridas muy, muy hondas.

“Rojo de mierda. Vosotros matasteis a mi abuelo”, le increpó delante de las narices de quién esto escribe un señor del público (por decir algo) al concejal Ángel Galindo. Fue durante el receso, mientras el concejal de IU atravesaba el pasillo hasta las escaleras de salida. Un policía local, testigo del altercado y muy en su papel, salió rápidamente al quite preguntando a Galindo si quería denunciar. El de IU no quiso llevar la cosa a mayores. Aunque luego, en declaraciones a la prensa, señaló en referencia al interfecto que “me han dicho que es del PP, si es del PP le denuncio”. No hay constancia que lo sea y mejor así. Quede como anécdota.

Anécdota significativa. Como no deja de ser significativo que el PP, alegando irregularidades administrativas (de las que ya hemos dado pormenorizada cuenta), votase que no para venir a decir que lo que hay que hacer es arreglar las calles, que están hechas un Cristo (?) y dejarse de placas. Argumentos que recogieron parcialmente Ciudadanos y UPyD para abstenerse.

En rigor, la oposición cuestiona no tanto el cambio en sí como la imposición de nuevos nombres y la manera cómo se ha abordado (sin unanimidad del pleno, como es preceptivo, y con un proceso consultivo rápido sin mayor transparencia) como dejaron claro los respectivos portavoces. Lo que no es óbice para que Galindo achacase el no del PP a “que no está cómodo con esto, parte del electorado del PP viene de lo que se da en llamar nostálgicos del franquismo”, dijo. Esta vez, Clara Luquero obvió lo del “peso del poso ideólogico” y dejó que la ponente del equipo de Gobierno defendiera el procedimiento. Si recordó la alcaldesa las razones esgrimidas por el pleno de 1955 para dedicar las calles: “caídos por la cruzada nacional”.

Un pleno entre “clásico” y “eterno”

Por lo demás fue un pleno de lo más “clásico”. Muy largo, en el que de un modo u otro se tocaron los temas “eternos” de Segovia. Juzguen ustedes: casa de la calle la Parra, arreglos de avenida de Padre Claret, estación de autobuses, bono-bus para los jubilados, calidad del agua de Segovia, unidad de radioterapia en Segovia… Por no faltar hubo hasta una moción sobre la existencia de Dios, o al menos sobre como debe articularse la susodicha existencia en las relaciones municipio obispado. Seis horas seis de no siempre ameno debate, como prueba el señor de la fotografía, el último que quedó entre el respetable y que comprensiblemente no pudo por menos que cabecear durante un rato (en la imagen).

Por partes. En lo tocante a dictámenes, IU volvió a quedarse sola en el tema de la casa de la Calle la Parra. Fue con motivo de la aprobación del plan especial para reordenar el entorno del antiguo convento de san Agustín y plaza del conde Cheste,  un plan adhoc para legalizar la controvertida casa y ahorrar al erario público el dispendio de la indemnización y del derribo. Galindo votó que no, frente a la abstención de Ciudadanos y PP, y el voto a favor de PSOE y UPyD-Centrados en Segovia.

También se presentó el dictamen favorable para modificar el convenio regulador entre Segovia y la Entidad Menor de Revenga. Desde la tribuna del público el presidente de la EM, Alfonso Nevado, manifestó que las modificaciones servirán para clarificar las competencias de cada administración en el pueblo.

Bicicletas. Un escándalo. Un año más si nadie lo remedia el consistorio gastará 30.000€ en la patética red de alquiler de bicis para turistas. Como nadie las usa -el pasado año el sistema de préstamos cosechó mil euros- para esta temporada el ayuntamiento tratará de comercializar el alquiler por tres meses de las bicis, amén de reservar cuatro para gestiones municipales. Durante el debate, Miranda puso de manifiesto la existencia de un informe según el cual ni el ayuntamiento sabe exactamente cuántas bicis tiene, ni se sabe qué pasa con las baterias, ni si se puede multar al personal que incumpla las normativas para bicis, ni nada. Un sindiós que Luquero justificó apelando que “el ayuntamiento no se rige en estas cosas por cuestiones economicistas”. Ridículo.

Ya en las mociones, y tras una declaración institucional para la adhesión de Segovia al Pacto por la Cultura 2015, empezó el cacao con la moción de IU para retirar las estructuras de cristal de Padre Claret. Tras un rifi-rafe con Juan Antonio Miranda, del PP, que explicó que hay otros elementos en la zona con un mayor impacto sobre el acueducto. Se acordó quitar la “retirada” del texto de la moción dejándolo en un estudio sobre lo que costaria mejorar las estructuras compatibilizadas con una buena vista del entorno.

También hubo un acuerdo transaccional sobre lo de adherir Segovia a la red de Municipios por un Estado Laico. Nuevamente el equipo de gobierno se sacó de la manga unos retoques que dejan la cosa en que Segovia no se adhiera a la tal red, pero conmina al Congreso a regular mejor como debe ser la participación de los ayuntamientos en los actos religiosos.

Mejor suerte tuvo UPyD con una moción para poner al alcance de todos los jubilados los bonos de autobús cuasi gratuitos (sobre 0,05 el ticket) y que hoy están reservados a los jubilados con pensiones mínimas. La oposición votó en bloque a favor dejando al PSOE en minoría. Habrá que ver en qué termina la cosa.

No prosperó la moción de Ciudadanos para mejorar el agua potable de Segovia implementando filtros de carbono en la potabilización de agua del Pontón. María José García no se explicaba la abstención de IU que mandó al garate la propuesta y que Galindo justificó en la mediatización exagerada que Ciudadanos ha hecho del tema. Y es que en este caso los naranjas y Luquero han jugado al gato y al ratón, los unos con golpes bajos a partir de las concomitancias semánticas entre “potable pero inadecuado”, y el equipo de Gobierno en la habitual soberbia de “todo lo hacemos muy bien” y lo que no hacemos muy bien “lo hacemos como nos mandan los técnicos”. Con su abstención, Galindo quiso “castigar” a los naranjas y ponérselo fácil a la Luquero.

Otro clásico, la estación de autobuses. Y de nuevo tirando de autorictas Miranda que como arquitecto analizó la cubierta de lona prevista para la campa y alertó de que tal como está concebida es un riesgo para la seguridad de los vecinos, ya que en caso de incendio dificultaría la acción de los bomberos. Fue bastante alarmante, la verdad, y Reguera trató de tranquilizar al personal señalando que la cubierta ha sido concebida al alimón por técnicos municipales y de la Junta. También dijo Reguera que se haga lo que se haga la polémica comunidad de vecinos lo tirará a los tribunales. Pues nada, a esperar que haya más suerte la próxima vez.

Lo de la unidad radioterapía parece instalado en un Ávila contra Segovia. Y que vas hacer, ¿alguien de Segovia está por la labor de entre tenerla en Segovia o Ávila que se vaya para Ávila? No. En consonancia, voto unánime, incluido el PP, a favor de tenerla en Segovia.

Y dos historias psicodélicas para el final. La primera es una moción del PSOE para recepcionar viales y espacios libres del grupo de viviendas VPO de la calle Anselmo Carretero, recepción que los vecinos vienen reclamando desde 1995, sin fortuna. La verdad es que no se entendía bien que esta recepción pasara por el trance de la moción cuando es una competencia clara del equipo de Gobierno. En el debate Reguera explicó que, hartos, los vecinos han terminado por interponer un recurso contencioso administrativo. Como llevan razón, y al objeto de ahorrar el pleito, desde el ayuntamiento se propuso aceptar los viales si se suspendía la vía judicial. Como los vecinos no se creen ya nada, se acordó elevar al pleno una moción que sirva de tranquilizante. Fue aprobada por unanimidad.

Y ya en ruegos, el tema del acceso ilegal a Carrascalejo en Palazuelos de Eresma. ¿Qué están haciendo los ayuntamientos de Palazuelos y Segovia al respecto? ¿Han desbloqueado la situación? Respuesta de Reguera “sí”, y tras un tenso silencio, en el que el socialista parecía meditar si continuar o mantener el suspense otro mes, explicó que hay un acuerdo para incluir ese tramo como zona urbana en una modificación del PGOU de Segovia. No obstante, y como puede haber problemas, en una de malas se optaría por una permuta de lindes con Palazuelos. “Pueden estar tranquilos los vecinos de Carrascalejo”, concluyó.

Comparte en tu WhatsApp