El emplatado de la sopa de fideos que aparecía en el menú de los alumnos del colegio Las Cañadas, de Trescasas, el pasado día nueve, tenía una desagradable sorpresa: un monitor detectó gusanos, en realidad larvas blancas del gorgojo, de un centímetro de longitud aproximadamente. La comida se retiró antes de que ningún niño llegó a ingerirla.

El cuadro del menú en el colegio de Trescasas, publicado en la página del propio centro. Los gusanos se detectaron con la comida del jueves, 9.
El de la localidad segoviana no fue el único caso. La misma situación se reprodujo el mismo día en otros cinco colegios —tres en León capital, además de los de Riaño y Trobajo del Camino, en la misma provincia, aunque en dos de ellos no se llegó a servir la comida porque los insectos fueron detectados antes de empezar a servirse los platos.
La empresa concesionaria del servicio de catering a los colegios en la comunidad, Serunión, achaca el problema a un saco de cinco kilos de fideos en mal estado que contendría las larvas, pero que aparentaría estar en buen estado y tenía fecha de caducidad a finales de noviembre de 2016.
La Consejería de Educación ha abierto una investigación para esclarecer el suceso y este martes, 14 de octubre, pedía explicaciones en una reunión con la dirección de Serunión, que apuntaron que la ingesta de los gorgojos “no habría producido daño para la salud”, de acuerdo con el informe emitido por la Junta.
Al tiempo, se ha puesto en marcha el proceso de análisis de las muestras “testigo” de la comida de aquel día en los centros afectados, mientras que la concesionaria está realizando su propio control de calidad. Del mismo modo, se está haciendo un seguimiento completo del producto y su trazabilidad, mientras que se monitorizará a los fabricantes y proveedores que participan en el proceso, siempre según la nota referida.















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