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Punto y seguido

Nunca pensé que mis ojos verían salir al dictador de Cuelgamuros. Del memorial que él mismo ordenó construir para su honor y gloria con la sangre, el sudor y las lágrimas de miles de presos políticos que realizaron trabajos forzados en aquel lugar y de los cuales muchos quedaron atrapados allí de por vida, por no hablar de las más de 34.000 personas, 12.000 sin identificar, que convierten el “Valle” en la mayor fosa común de nuestro país.

Reconozco que tuve sentimientos encontrados, por un lado la satisfacción de lo que puede ser un comienzo para empezar con una auténtica política de verdad, justicia y reparación, y por otro, todas las contradicciones producidas por el bochornoso show que al final se dio, principalmente por la familia Franco, y que demostró que se encuentra muy poco acostumbrada a estos tiempos modernos. También contrariada me sentí, cuando después de escuchar cientos de veces a la vicepresidenta del gobierno, Carmen Calvo, que no habría medios de comunicación, vimos aquel despliegue mediático, al modo Gran Hermano.

Cierto es que era un acontecimiento histórico que debía ser comunicado con transparencia, pero de ahí al show va un camino muy grande. No en vano, este despliegue implicó, que lo que te tenía que servir como imagen de un estado democrático del siglo XXI, se convirtiera en uno partidista pagado con los impuestos de todos. El acto de precampaña en el que se convirtió la exhumación de Franco se vio reafirmado por los diferentes actos que se sucedieron en toda España de la mano de cargos públicos del PSOE en memoria de los represalidos del franquismo, incluida la visita del mismísimo Pedro Sánchez al lugar donde las 13 rosas fueron asesinadas.

Poco o nada se supo de los protagonistas reales de esta exhumación, que no eran ni más ni menos que los familiares de víctimas del régimen del dictador, o las asociaciones memorialistas, que tanto han luchado por este momento, y que, es más que probable que tengan que seguir haciéndolo para que éste sea un paso importante de los muchos que hay que dar en nuestra recuperación de la memoria histórica. Sin embargo, sí fueron protagonistas las banderas preconstitucionales, los brazos en alto, los “Viva Franco” y por supuesto su familia.

Una familia, la Franco, que se la vio muy poco acostumbrada a acatar los mandatos del poder legislativo, judicial y ejecutivo, es decir, poco acostumbrada a la democracia, pero conscientes de que aun son poseedores de algunos privilegios  por su apellido.

La justicia poética también hizo acto de presencia, tuviera o no que estar allí obligatoriamente, coincidas ideológicamente o no con ella, fue tremendamente satisfactorio ver como una mujer, esas a las que repudió Franco y obligó a ser “buenas esposas” , a las que prohibió acceder a cargos de gobierno, estaba allí presente, como Ministra de Justicia.

Pero si algo caracterizó la exhumación de Franco, fue la paradoja de ver a franquistas con pancartas hablando de “Dictadura”, escuchar que la familia recurrirá al Tribunal Europeo de Derechos Humanos de Estrasburgo, oír la denuncia de un intento de registro por parte de la policía a un miembro de la familia, que hablen de “profanación” cuando existen miles y miles de personas en las cunetas, o ver a partidos que se consideran democráticos, estar callados, o hablar de dos bandos, cuando en los 40 años de dictadura solo hubo uno, represor y cruel contra los que pensaban diferente.

Franco ha salido físicamente de un lugar de exaltación, ahora hay que sacar la exaltación del franquismo de los lugares comunes, de lo público. Esto solo ha sido un punto y seguido.

Author: Natalia Del Barrio

Natalia del Barrio. Licenciada en Ciencias de la Información. Ex-procuradora de Podemos por Segovia en las Cortes de Castilla y León.

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4 Comments

  1. Amiga Natalia, la historia se repite. Nada nuevo bajo el sol.

    La damnatio memoriae (condena de la memoria) era un castigo reservado para determinadas personas que los romanos -el Senado- decidían deshonrar por una razón u otra. Básicamente la idea era borrar por completo cualquier registro que hiciera alusión al condenado, ya fuese en textos, grabados, murales, estatuas e incluso música popular. Por supuesto, el apoderarse de las posesiones era el primer paso a seguir.

    No tiene su origen en la antigua Roma ya que se tiene constancia de que en Egipto ya se había intentado aplicar. A pesar de todo, los historiadores no tienen conocimiento de ninguna civilización que haya aplicado con éxito esta deshonra (esa es la idea). Somos conocedores, sin embargo, de una serie de casos en los que se aplicó la damnatio memoriae, pero aún sabemos de los afectados hoy en día, por lo que a todos los efectos no tuvo éxito la condena. Así pues, la eliminación completa del “perfil” de estas personas fue imposible a pesar del esfuerzo de los romanos. Al menos, algunas de las personas que sufrieron la damnatio memoriae aún se encuentran en los libros de Historia…

    Tenemos un claro ejemplo en Majencio, emperador romano que fue víctima de la damnatio memoriae en el 312 a manos del emperador Constantino. Aún sabemos mucho de él, al igual que de su padre Maximiniano que también fue sometido a esa condena. Otro emperador que se salvó de este destino fue Calígula. Cuando fue asesinado en el año 41, tardó poco tiempo Claudio (después de regresar de su escondite) en intentar aplicarle la pena, fuertemente apoyado por la opinión pública, lo que sugiere que esta tenía un papel importante en esta serie de medidas.

    La damnatio memoriae todavía se practica por algunas personas o grupos hoy en día de una forma u otra. Por ejemplo, Stalin era famoso por el borrado de los individuos que dejaban de agradarle en fotos o documentos oficiales.

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    • Stalin era más aficionado a borrarlos del mundo de los vivos.

      Los nazis lo mismo.

      La dictadura franquista parecido.

      Venezuela más de lo mismo.

      Esa es la realidad. Lo que pasa es que la mayor parte de la gente sólo reconoce lo que le conviene o le interesa.

      !!!Hala al carajo ya joder!!!
      Que nos dejen en paz los unos y los otros.

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    • Enhorabuena por su razonamiento y explicación, esta Doña Natalia se empeña en ignorar la historia y así la va ella y a los de su órbita. Mas leña al fuego, que cansinos, cual será lo siguiente, como nos sorprenderan de nuevo, menos con sentido comun con alguna coz.

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  2. Ánimo Natalia. A por otra Guerra Civil. Ya la veo de Emperatriz Infantil Reina de la Nada o Reina de Corazones, gritando:’Fascista, que le corten la cabeza’

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