Posted By Redacción on 27, Jul, 2019

Jesús García, portavoz del PSOE.

El primer debate de este mandato en el pleno municipal ha versado en torno a los sueldos de los concejales y el personal de apoyo para los grupos: ocho liberaciones con distintos grados de liberación que costarán algo más de medio millón de euros y doce trabajadores de apoyo, también con distintos niveles, por algo menos de 400.000 euros, tal como detalló acueducto2.com. El debate parecía no tener mucha razón de ser en cuanto al fondo: todos los portavoces se mostraron de acuerdo en que el trabajo de los ediles ha de ser retribuido a cambio de la dedicación y responsabilidad del cargo y, aunque los sueldos son elevados “no llegamos a los topes que marca la ley”, según dijo el socialista Jesús García. Vamos, que el Ayuntamiento está ahorrando dinero.

La discusión llegó por los votos en contra de IU y de Podemos. El portavoz de IU, Ángel Galindo matizó que su voto tenía carácter político y para mostrar desacuerdo con la subida general respecto al anterior mandato y por el hecho de que la edil de Deportes, Marian Rueda cobre unos 3.000 euros más al año que sus compañeros con el mismo grado de liberación total. No lo entendieron así PP y Cs, que le acusaron de hacer “demagogia” votando en contra de un acuerdo “del que IU es el más beneficiado” por liberar a sus dos miembros y disponer de dos trabajadores de apoyo.

Guillermo San Juan (Podemos-Equo).

El edil de Podemos, Guillermo San Juan, justificó su voto en contra en la necesidad de tener “empatía” con la ciudadanía a la que “es difícil de explicar y se le hace difícil entender” las cuantías fijadas teniendo en cuenta el nivel medio de los sueldos en Segovia. La popular, Azucena Suárez le instó, por dos veces, a renunciar a las dietas —el de Podemos no se libera de momento aunque, al ser el único concejal de su grupo estará en todas las comisiones informativas, por las que percibirá unos 1.700 euros en dietas, de media— en coherencia con su “empatía” con los segovianos.

También votó en contra la portavoz de Ciudadanos, Noemí Otero, tras apuntar que los ediles segovianos cobran sueldos por encima de los de otras ciudades del mismo tamaño y mostrar su oposición al incremento, casi el doble, del número de liberados y por el mantenimiento de algunos cargos de confianza que no trabajan ni en la Alcaldía ni para los grupos, sino en departamentos como Urbanismo o Cultura.

PP y Cs aprovecharon el voto encontrado entre los grupos del Gobierno para meter la primera astilla de desgaste hablando de “desavenencias en el equipo de Gobierno”. El dictamen fue aprobado con los votos de PSOE y PP.

El Cat (capítulo n)

Pablo Pérez, portavoz del PP.

A la vista del protagonismo que tiene el edificio Cide del Cat en la vida municipal de la última década larga, a nadie le extrañó encontrar en el orden del día del primer pleno del mandato un dictamen proponiendo la aprobación de una partida de 260.000 euros para nuevas reformas en las obras de finalización del edificio.

En el fondo, todos los grupos declararon su deseo de que el edificio se acabe de una vez y se le dote de actividad. Lo que los grupos de la oposición no quisieron apoyar (PP, Cs y Podemos se abstuvieron) fue que el nuevo paquete de actuaciones pareciera improvisado —vuelve la ya clásica acusación hacia los gobernantes socialistas— se desconozca aún el plan de gestión del inmueble, como remarcó el popular, Pablo Pérez, o la interpretación de que esta nueva partida haya supuesto retirar 100.000 euros a las inversiones para la Policía local, otro extremo que negó Zamora.

En definitiva, nueva inversión de más de cuarto de millón de euros para el Cat gracias a los votos del Gobierno de PSOE e IU.

Mociones

Ángel Galindo (IU).

El estreno de los grupos en la presentación de mociones tuvo distintos desenlaces. Guillermo San Juan intercambiaba una mirada cómplice con la alcaldesa, Clara Luquero, cuando se apoyó por unanimidad la propuesta de Podemos para que “se desarrollen mecanismos institucionales dirigidos a reducir la desigualdad estructural que padecen las zonas más deficitarias de la ciudad”, basada en el incremento de atención a los barrios en el capítulo de inversiones, mientras que también logró la unanimidad el PP en su reclamación de mejoras generales para la estación de autobuses y con especial incidencia en los sistemas de información y atención a los viajeros.

Noemí Otero (Cs).

Menos suerte tuvo Noemí Otero en la moción en la que pretendía que el pleno condenara “la discriminación y los actos de odio y violencia por motivos ideológicos que sufrieron representantes de Cs durante las celebraciones del Orgullo LGTBI”, pero que acabó convirtiéndose en un debate sobre los planteamientos políticos de los grupos en la que se emplearon con especial énfasis los portavoces de IU y de Cs —nada muy profundo, al final se hablaba de “las camisetas del Che Guevara”, aunque en medio de una evidente tensión— y que acabaron con la liberal “lamentando” que el pleno “no condenara la violencia por motivos ideológicos”. La moción fue rechazada.

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