La estampa de policías armados con dispositivos electrónicos está llamada a generalizarse a corto plazo entre las fuerzas y cuerpos de seguridad española en lo tocante a vigilancia ciudadana. Agentes de la Policía Nacional de Segovia han recibido la formación necesaria para utilizar los nuevos inmovilizadores eléctricos -los conocidos como “tasers” – y que ya se están usando en diversas ciudades de la Comunidad Autónoma.
Una de las características de este modelo de pistola eléctrica es que cuando el agente la desenfunda, y de forma automática, se activa una cámara de grabación que almacena las imágenes hasta que se vuelve a enfundar. De esta forma, en todo momento quedan protegidos los derechos fundamentales tanto de los ciudadanos como del agente que realiza la acción.
Los dispositivos serán portados por las patrullas uniformadas, cuyo objetivo es poder actuar contra personas violentas de una forma menos lesiva, facilitando la labor policial y mejorando la eficacia en determinadas intervenciones. Además de la inmovilización del agresor mediante una serie de descargas eléctricas de muy bajo amperaje que produce una cuasi completa inmovilización, los “tasers” cuentan a su favor con un efecto disuasorio gracias al efecto visual y el sonido característico que emite, para intentar que el agresor deponga su actitud.
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