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Matando el patrimonio de la humanidad

Ya tenemos la media veda encima. Un año más una legión de cazadores van a perseguir el fantasma de unos animales que hace años desaparecieron de forma masiva de nuestros campos. Y es que los tiempos cambian. Mientras en el campo, antiguamente animales y agricultores tenían el mismo calendario, acompasando cría y recogida de la cosecha, en los tiempos que corren esto ha cambiado y mientras los primeros siguen con el calendario antiguo, los agricultores van con un calendario nuevo, más adelantado. La consecuencia: desastre ecológico.

Si a esto le unimos unos gestores que gestionan como si hubiera caza, (hay que tener en cuenta los grandes intereses que alrededor de esta actividad existen, como las fábricas de cartuchos, los criaderos de aves cinegéticas….) nos encontramos en el punto exacto actual.

Pero lo más inquietante es el cariz de las especies que se abaten (o se intenta) en está época. Todas son migratorias. Animales que, siendo adultos, se hacen miles de kilómetros desde África hasta nuestros campos para criar. Y nosotros aquí las matamos. Por cientos. Por miles si nos dejan.

Se cree que hasta un 80% de la población de codorniz cae ante las escopetas todos los años.Así que hagamos la siguiente reflexión: Estamos ante especies que están fuera de cualquier plan de gestión, ya que su entrada a nuestros campos para realizar sus puestas depende más de la climatología en los días de su llegada o de la luna que haya o de que sople el viento con más o menos fuerza para que en nuestros rastrojos haya codornices. Esta ni se puede repoblar ni se la pueden poner bebederos ni comederos. Tampoco a las tórtolas.

A esto le unimos que cuando se abre la caza los animales del año, están llegando a la madurez… es decir no son animales plenos.

Si seguimos reflexionando, este país tan civilizado y occidental, acaba en dos meses (agosto y septiembre) con un patrimonio natural de la humanidad que viaja por diferentes países y que forma parte de la cultura de multitud de comunidades (en nuestra propia provincia hay un pueblo que se llama Codorniz)

Y nosotros las matamos por deporte. Es algo que manda Dios y Dios se lleva. Sin importar nuestra gestión. Por que es imposible hacerla. Me gustaría ponerme en la situación al revés. Que en el centro y norte de África matasen estos animales cuando van a nidificar. Sólo me asalta una duda. Cuanto tardaría la Junta de Castilla y León en poner una queja en la ONU y en llevar a estos países al Tribunal de la Haya.

Author: J. García Herrero

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2 Comments

  1. Segundos, don Javier, segundos 😉

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  2. Gracias por tu comentario, Juan. Ese es el problema. Nuestras codornices están en claro retroceso, como las tórtolas…ya año tras año nos empeñamos en darnos contra la pared ¿no estaremos haciendo algo mal?

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