Posted By Redacción on 28, May, 2017

Los tres delegados elegidos por el PSOE local para acudir al congreso federal.

De todo menos unidos. El PSOE segoviano celebró este 27 de mayo el denominado “congresillo”, una reunión en la que debían elegirse los tres delegados de Segovia que acudirán al próximo congreso federal con derecho a participar en las votaciones, entre otras cosas, para la elección del secretario general.

Los seleccionados finalmente han sido Alberto Peñas, Raquel de Frutos y Alfonso Reguera, aunque la designación estuvo precedida de fuertes enfrentamientos entre los delegados que provocaron que el secretario provincial, Juan Luis Gordo, renunciara a formar parte de la lista en la que sí estaba inicialmente, ante la posibilidad de ser derrotado en las votaciones.

Las reuniones de los días previos en las agrupaciones parecían haber logrado algo parecido al consenso para que se presentara una lista única que cumplía los equilibrios obligados en correspondencia con los resultados de las primarias: dos delegados “sanchistas” y un “susanista” y que de haberse aprobado permitiría además ofrecer al exterior una imagen de unidad en un partido en el que el grado de enfrentamiento interno es uno de los más elevados en toda la región.

Más de 60 delegados participaron en la reunión del PSOE local de este sábado.

La alteración del idílico guión empezó pronto, justo en el inicio de la reunión, cuando Peñas decidió vetar la presidencia de la mesa de este congreso provincial, un puesto que tradicionalmente ocupa la granjeña, Ofelia Miralles, cuestionada en base a los comentarios supuestamente ofensivos que esta habría vertido en redes sociales durante la campaña de primarias contra militantes “sachistas”. La delegación granjeña, encabezada por el alcalde de San Ildefonso, José Luis Vázquez, elevó este asunto a la categoría de ofensa casi personal cerrando filas en torno a su compañera de agrupación, aunque acabó aceptando a regañadientes su sustitución por el concejal en Segovia, José Bayón.

Era sólo un paso atrás para tomar impulso. En ese punto, la representación de Grajera, con Manuel Barrio a la cabeza y apoyada por la de la Granja, decidió presentar una lista alternativa formada solo por militantes de aquella agrupación: Alba Barrio, Marta Herguerda y José Antonio Montero.

Según varios presentes en la reunión consultados por acueducto2.com, el tono de las discusiones y la tensión estaban ya muy por encima de cualquier escala en este momento, en el que el secretario provincial decidió retirar su nombre de la lista original bajo el pretexto de que se perdía la estrategia de la lista única y se evidenciaba la desunión en el partido. Lo cierto es que los estatutos fijan para estos casos que cuando se enfrentan dos listas, si la segunda logra más de una quinta parte de los apoyos automáticamente coloca a uno de sus miembros en la lista ganadora sustituyendo al tercer nombre que figure en esta, que en este caso era el de Gordo, que optó por evitar una posible derrota.

Como fuere, tras “autoborrrase” Gordo, fue el secretario de la agrupación de Segovia y número dos del ayuntamiento capitalino, Alfonso Reguera, el que se ofreció voluntario para completar la nómina antes de celebrarse las votaciones que dieron la victoria a la lista que encabeza Peñas con 41 votos (66,12%) frente a “la de Grajera”, que logró 8 apoyos (12,90%) y con el notable dato de una docena de votos en blanco (19,35%) y otro más, nulo.

La ausencia de secretarios provinciales en las comitivas de delegados por las provincias de Castilla y León no es un fenómeno único. Por ejemplo, en León y Zamora tampoco estarán presentes los líderes provinciales, igualmente cuestionados tras haber defendido la opción de Susana Díaz y ser derrotados por el sanchismo en las primarias. Sin embargo, en aquellos casos los secretarios provinciales ni siquiera intentaron ser elegidos, a diferencia de lo ocurrido en Segovia.

Los socialistas segovianos volverán a celebrar en unas semanas un nuevo “congresillo” para la elección de delegados para el congreso regional.

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