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Le gente de bien de Feijóo y el PP

Invito a la ciudadanía en general a pararse un momento, reflexionar, analizar y comprobar a que se refería Núñez Feijóo, cuando en el Senado se refirió a “la gente de bien” tras despreciar la ley trans. Aunque confieso que después de escuchar la “parábola de la incertidumbre” que verbalizó, me pregunto muchas cosas más.

No es sorpresa que la derecha siempre sienta como un problema los avances sociales. Lo hicieron con la ley del divorcio, la del aborto, la eutanasia o la del matrimonio igualitario. Pero lo de diferenciar a la ciudadanía como “gente de bien o gente de mal”, supera los límites. Aunque no seamos ingenuos, salen raudos a defender a las grandes fortunas, pero a renglón seguido critican la subida del Salario Mínimo Interprofesional, así que esa es la primera pista de su “gente de bien”.

No debemos olvidar nunca que el 98 por ciento de la ciudadanía necesitamos un gobierno que nos ayude a conseguir mejores condiciones de vida, frente a un 2 por ciento de privilegiados que sólo ansían aumentar más su estatus. Segunda pista, hay dos modelos de gobierno posibles: uno progresista, que gobierna para la gente u otro de la derecha y la ultraderecha, que gobierno para los privilegiados.

La tercera clave se identifica cuando el PP y la ultraderecha no apoyan la subida de las pensiones, del salario de los empleados públicos, del Salario Mínimo Interprofesional, las becas, la dependencia, la puesta en marcha de la reforma laboral, el Ingreso Mínimo Vital, el bono eléctrico, la excepción ibérica o la rebaja de impuestos en el recibo de la luz, los 20 céntimos en el precio del combustible, el bono cultural, la gratuidad del transporte, ayudas a los transportistas, a los agricultores y a los ganaderos, ayudas para la vivienda, etc. Nos dice que todo esto no es para su “gente de bien”, lo cual es muy clarificador de sus prioridades.

Necesario en este análisis también, es de destacar la posición de abstención del PP y Feijoo en la moción de censura de Vox, con un candidato excomunista y que combatía la dictadura, así como hace poco alentaba la “Nación Catalana”, el casi nonagenario señor Tamames, bajo el paraguas de un partido de ultraderecha que defiende todo lo contrario. Todo “muy serio” y al mismo tiempo clarificador para demostrar “el viaje de Feijóo hacia la extrema derecha”, que ya inició con el acuerdo de gobierno con Vox en Castilla y León y que cada semana nos avergüenza.

Conocemos que el modelo de gobierno del PP con Vox es: restringir derechos personales y colectivos, negar la igualdad de las mujeres, no reconocer el autogobierno de los territorios, negar el cambio climático y, por lo tanto, está en contra de la Constitución. La amplia mayoría de la ciudadanía no es compatible con ese modelo excluyente.

Es penoso comprobar los intentos de medios afines a la ultraderecha y derecha, y el seguidismo de los dirigentes, señalando públicamente a diputados socialistas, sin ningún dato con el único objetivo de hacerles daño, después del caso “mediador”. La corrupción es vomitiva y se debe actuar con contundencia, por eso siento orgullo de pertenecer a un partido, que actúa de raíz, expulsando con rapidez a quien lo comete, por lo que el PP no puede dar lecciones, cuando ahora mismo mantiene, sin tomar medidas: a la alcaldesa de Marbella, Ángeles Muñoz, con un incremento patrimonial desorbitado de forma turbia y opaca, al exministro del Interior Jorge Fernández Diaz imputado por corrupción, al presidente del Consell de Ibiza,  Vicent Marí, imputado, o los mensajes de compadreo del ex secretario de Estado de Seguridad con el PP, Francisco Martínez,  imputado por la Kitchen,  al Presidente de la Audiencia Nacional para pedirle ayuda o al presidente del PP de Canarias reconociendo contactos con la trama “mediador” o con alcaldes y junta de Andalucía contratando con el empresario de la trama. Para pedir explicaciones a cualquier otro partido, primero deben dejar de convivir con la corrupción y actuar con contundencia.

El pasado 25 de febrero se celebró el 40 aniversario del Estatuto de Autonomía de Castilla y León, y esta fecha simbólica volvió a poner contra su espejo las intenciones de la ultraderecha, de dinamitar las instituciones desde dentro. Me quedo con algunas de las conclusiones de la jornada celebrada en las Cortes de Castilla y León, el lunes día 27, “El Estado Constitucional, ante el avance de la extrema derecha”. La primera es, que necesitamos instituciones fuertes, coraje social y político y más Estado del Bienestar. La segunda es que los populismos (ultraderecha) utilizan un claro lenguaje “de confrontación y odio”, así como desinformación, en el que distinguen “los buenos de los malos, ellos de nosotros o la gente de bien y la que no es gente de bien”.

Las herramientas de los autoritarismos, son: “domesticar contrapoderes, la marginación de medios de comunicación o agentes sociales y la reescritura de reglas de juego como la financiación de los partidos o la legislación para combatir la desinformación”. Entre todos, debemos combatirlo para nuestra convivencia.

Author: José Luis Aceves Galindo

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