Quizá el aspecto más sorprendente de la candidatura de Matilla es su pertenencia a un campus periférico, al respecto Matilla recurre a su curriculum. “He sido una persona que he estado toda mi vida arremangado, conociendo los problemas elementales de la universidad, he tenido cargos directivos en tres universidades distintas. Además, en ese plano de gestor, he sido director de comunicación y responsable de servicio público de Tele Madrid en su mejor época para promover produccción de servicio público. No tengo ningún complejo por ese lado. Tengo 57 años, más de 33 años en la universidad, 31 metido en algún cargo directivo. Quiero una universidad eficaz y eficiente, quiero que haya buen ambiente y quiero proyectar a la sociedad la mejor imagen. Y como he conocido durante todos estos años los centros y las personas, pienso que estoy en una situación idónea. He servido lealmente a los dos rectores que he conocido en esta universidad, tengo la independencia política suficiente, no milito en ningún partido, y tengo el perfil para responder a la figura del rector”.
Mejorar la Universidad
“La UVa tiene un problema de comunicación. Hay que mejorar las relaciones entre el personal de administración y servicios y el propio personal docente-investigador. Tenemos gente muy profesional y valores muy positivos tanto en el campus madre de Valladolid como en los periféricos, creo que es importante que nos planteemos la necesidad de una relación fluida”. Para Matilla la falta de interconexión entre los diferentes eslabones es común a la universidad española y deriva en ineficencia y tensiones. “Hay que reforzar la plantilla del personal administrativo para que el personal docente no tenga que encargarse de funciones que se salen de su área investigadora, de proyección social, formativa… Eso sería bueno para ambos. Tener una dotación más compensada y que los profesores no tuvieran tanta carga de trabajo administrativa”.
También existe una falta de comunicación externa. Matilla pone como ejemplo el trabajo efectuado en Segovia “donde hay una gran implicación de la universidad con la sociedad. Hay que trabajar con los ayuntamientos, con el tejido social, con las administraciones”. Un buen paradigma es la titulación de publicidad, con su iniciativa de Publicatessen. “He pasado por tres universidades y no hay una iniciativa parecida en ninguna otra facultad de comunicación. Es como una gran traca final que permite a los alumnos poner en práctica todo lo aprendido a lo largo del grado”.
La universidad en la disyuntiva
La universidad pública se enfrenta en la actualidad al reto de un situación presupuestariamente regresiva y un horizonte de descenso de las matriculaciones. Reconociendo la necesidad de mejorar en lo concerniente la interacción con el mundo laboral, el decano advierte también de sacralizar lo empresarial “sería un error pensar que trabajamos para las empresas privadas. Hay una labor científica a acometer, una labor social, debes mantener ese equilibrio”.
¿Cómo? Buscar nuevas áreas de financiación, a través de spin-off (empresas surgidas desde la propia universidad para aplicar innovación al tejido empresarial) y apertura a nuevos ámbitos formativos. “Tenemos que crear nuevos productos, por ejemplo, en el campo de las tecnologías de la información, podemos producir cursos no sólo para los alumnos procedentes del bachillerato, sino también como ofertas de producción que puedan ser remuneradas y que permitan cubrir las necesidades de gente que no quiere específicamente venir a obtener un título. Un ejemplo, personas que sin estar iniciadas en el mundo tecnológico necesitan formanción en el ámbito de las tecnologías de la comunicación. Otro, personas con interés por las humanidades o la divulgación científica. Hay que producir material para ellos”.
También hay que abrirse al exterior, internacionalizarse, buscar alumnos fuera de España. “Me parece importante que pensemos en Europa pero creo que estamos desaprovechando dos ámbitos, el de los países emergentes, donde el vicerrector Marbán ha hecho una gran labor en los contactos con China e India, pero yo promovería especialmente los contactos con Latinoamérica. Tenemos ahí una fuente de colaboración muy fructífera. Sería importante plantear intercambios de docentes y estudiantes. La internacionalización no puede pensarse solo en términos europeos, hay que pensar en nuestro mercado natural, en Latinoamérica”.
Infraestructuras
“Me parece dramático que no se haya hecho a medio y largo plazo un plan de qué infraestructuras se van a abordar. Por supuesto, tanto Segovia, como Soria, como el edificio de ingeniería de Valladolid están en primera línea. Lo que hay que hacer es un plan para que el futuro rector pueda decirle a Soria, hay que negociar con la Junta para resolver esto”.
“En el caso concreto de Segovia voy a buscar la prioridad para que la segunda fase del campus. Lo que ha dicho la Junta públicamente cuando ha venido a este campus es que ni en el 2014 ni en el 2015 se va a reservar ninguna cantidad. Si llego al cargo, lo que voy a hacer es replantear eso e insistir en la necesidad de reservar fondos para esas infraestructuras y conseguir que la Junta reconozca que ha de aportar también para esas infraestructuras”.
1 mayo, 2014
Marcos Sacristán es profesor de Derecho Mercantil en la Facultad de Derecho de Valladolid, no de Matemáticas. Ahí queda eso!