La lejana potabilizadora de Gallococeado

Posted By Fernando Sanjosé on 6, Jul, 2016

Arreciaban las críticas en el pleno a cuenta de la calidad del agua que bebemos en Segovia cuando la alcaldesa, Clara Luquero, se descolgó con una nueva idea: hay que construir una nueva depuradora “a medio plazo” y la tiene que hacer la Junta de Castilla y León. Dijo más cosas, como que el proyecto de recrecida de Puente Alta, en Revenga, que los gobiernos socialistas persiguen hace una década no tiene visos de prosperar y hasta por su tono pareciera que la regidora hubiera asumido que no se realizará.

Pero vamos por partes, que no me quiero perder. A Luquero le llueven las críticas —sobre todo desde Ciudadanos, que está logrando calar en este asunto— sobre la calidad del agua y sus posibilidades de mejora y es más que posible que estas arrecien al final del verano, cuando baje el nivel del agua y con ello, su calidad. Eso sin olvidar que el personal está comprobando en sus recibos el efecto de la subida del coste del agua, ayudando a la queja general, casi siempre airada, cada vez que se cita el líquido esencial.

Total, que Luquero, consciente de que el Consistorio no está en las mejores condiciones para afrontar un gasto cercano al millón para instalar los famosos filtros de carbono —que sí han instalado ya algunos ayuntamientos del alfoz— que tornen la calidad del líquido en óptima parece recurrir a la tinta de calamar elevando el tiro. Para qué queremos filtros carísimos si podemos —debemos— tener una nueva potabilizadora que, efectivamente, debería construir la Junta y a la que, por tanto, se podrán derivar las críticas ciudadanas si es que arrecian.

Terrenos de la antigua finca de Gallococeado en los que podría ubicarse la nueva potabilizadora.

Efectivamente, un convenio destinado a la ampliación del abastecimiento de Segovia y su alfoz firmado hace veinte años —todos los proyectos en Segovia tienen al menos dos décadas de cajón, ya sabe— en 1996, que incluyó, entre otras cosas, la construcción de la ETAP del Rancho del Feo, incluía la previsión de una nueva potabilizadora en la antigua finca de Gallococeado, incluida en el sector B. Para que usted me entienda, casi detrás del restaurante Lago.

Aquel acuerdo lo suscribieron la propia Junta, la Diputación, el ayuntamiento de Segovia, el de Palazuelos y los de la mancomunidad de la Mujer Muerta, aunque hasta ahora ninguna de esas instituciones lo ha desempolvado ni parece recordar su contenido.

Pese a las firmes palabras de la alcaldesa que parecieran indicar que ya se han puesto en marcha las conversaciones con el Gobierno regional, su primer teniente de alcalde, Alfonso Reguera, reconoce que en el Ayuntamiento aún no se ha iniciado un solo movimiento para plantear a la Junta que cumpla el compromiso y construya la potabilizadora. Quizá porque el “medio plazo” recomiende iniciar las reclamaciones cuando las próximas elecciones estén más cerca o que simplemente, el Gobierno local está de verdad tranquilo sabiendo que si el agua del Pontón se “eutropiza”, huele o sabe mal, siempre se puede abrir el de Puente Alta o el de los acuíferos de Madrona para mantener la calidad “suficiente” y el propio abastecimiento a la ciudad.

Puente Alta se aleja.

Como se ha comentado, en su intervención en el pleno, la alcaldesa dijo recurrir a desempolvar el proyecto de la potabilizadora ante la constatación de que el proyecto de recrecida del embalse de Puente Alta no prosperará ya que “parece que la Confederación [Hidrográfica del Duero] y la Junta van por otros derroteros” según dijo con una aparente resignación que supondría dar carpetazo sin mucho ruido a un proyecto de referencia de los socialistas en la última década y que, sin ir más lejos, ha sido reclamada por el secretario del PSOE, Juan Luis Gordo, durante la pasada campaña electoral, hace diez días.

Claro que, preguntado unos días después, Reguera ha tratado de corregir el exceso de sinceridad matizado que no tiene constancia de que el proyecto esté definitivamente aparcado mientras prefiere agarrarse al hecho de que la ampliación del pantano de Revenga se mantiene en los Planes Hidrológicos de la Cuenca del Duero hasta 2021 publicados el pasado enero, aunque sólo sea para su estudio, aunque mientras, los responsables de la CHD no se cansan de rechazar la idea, entre otra cosas por sus elevados costes, también en las conversaciones cara a cara con la alcaldesa.