El vicepresidente de la Junta de Castilla y León, Juan García-Gallardo, ha escenificado hoy la colocación de la primera piedra de las obras de la tercera fase del proyecto de modernización del regadío de El Carracillo.
El proyecto, aprobado en 2018 y con una inversión de 18.3M€, pasa por la extracción de agua en invierno y primavera del Cega para su inyección en el acuífero a través de dos balsas de infiltración. Mediante 82 puntos de extracción y en función de las necesidades de riego se volverá a sacar el agua del acuífero para derivarla a una tercera balsa de regulación semanal semienterrada y de 163.366m³, ubicada en Gomezserracín. Desde allí, a través de una estación de bombeo nueva, el agua se deriva a las zonas de riego, unas 1500ha, para la campaña de verano.
La idea es seguir ampliando la zona de producción hortícola del Carracillo, llevando los sobrantes invernales de agua del Cega a municipios que actualmente no pueden emplear el acuífero superficial. Son zonas de Arroyo de Cuéllar, Chañe, Fresneda de Cuéllar, Remondo y Sanchonuño.
Los primeros pasos de esta tercera fase se remontan a 2005. García-Gallardo destacaba en el acto que el proyecto ha pasado todos los filtros ambientales, en referencia a las denuncias en su día de IU que consideran que no se respeta el cauce ecológico del Cega, ya muy mermado por el riego. “Construimos presas con respeto al medio ambiente, a la inteligencia y al sentido común, porque en este proyecto existen numerosos estudios que demuestran que existe el equilibrio necesario entre respetar el medio ambiente y permitir la actividad agrícola”, señalaba el de Vox.

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