Encomendados al efecto Edades

Posted By Redacción on 25, Abr, 2017

XXII ediciones de Las Edades del Hombre no han mermado el impacto de la que se considera la principal muestra periódica de arte sacro. Es cierto que, como producto, el arte sacro castellano no tiene el impacto millonario de aquellas primeras ediciones de Valladolid y Salamanca, en las que se superaron el millón de visitas. En Segovia, en 2003, se contabilizaron 850.000. En 2015, en Avila, 400.000, y la última, en Toro, 243.000.  Con todo siguen siendo cifras incuestionables: 300.000 es el objetivo que se fija Cuéllar, y lo que ello supone: cada semana de aquí a octubre más de 10.000 visitantes. Para hacerse una idea, es superar el volumen conjunto de los Reales Sitios segovianos.

No es de extrañar, pues, que en las últimas semanas en la Villa se consignen la apertura o reapertura de hasta 10 establecimientos, básicamente, tiendas de delicatessen y establecimientos hosteleros. También los restaurantes de la zona han reforzado personal Lo que sumado al centenar de empleos directos que mueve la exposición (cifras extrapoladas de lo que pasó en Toro), indica que la creación de empleo en la Villa puede irse a los 200 trabajadores.

Está claro que no todo el monte es orégano, ni valen las trasposiciones simplistas de a 50€ de gasto percápita del turista, que se barajan en Segovia. Buena parte de las visitas lo serán en viajes organizados desde parroquias, asociaciones de jubilados, turismo de menor impacto (aunque todo suma). Por otro lado, la campaña de publicidad de la Junta, 900.000€ (algo menos que lo invertido para Toro) pretende extender el “efecto Edades” a más de un centenar de localidades, del Norte de Segovia a la Tierra de Campos, pasando por el turismo enológico de la Ribera del Duero.

Inversión municipal de medio millón

Pero en cualquier caso, datos que invitan a pensar que habrá un antes y después en la Villa. Conocida hoy por sus encierros y su imponente castillo, pero que tiene más que ofrecer, sus callejuelas, su red de iglesias mudéjares, su paisaje, sus vinos y asados… Por otro lado, su buena ubicación, que entra por los pelos pero entra en las dos horas de coche que se calcula que como máximo aguanta el turismo madrileño de escapada de fin de semana. Esta es, en el fondo, la apuesta a largo plazo. Conseguir posicionarse en este mercado y convertir Cuéllar en una suerte de Pedraza. Mimbres no faltan.

Para ello el principal inconveniente es un casco histórico muy maltratado por el doble éxodo del campo a la ciudad, y especialmente, por la migración interna del centro urbano a las zonas cuellaranas de nuevo crecimiento. Los viejos caserones, buena parte de la muralla, están que se caen. Y aunque la comarca de Cuéllar no es para nada un desierto empresarial, tampoco tiene el dinamismo para incrementar población por la vía rápida.

Por eso la inversión de cara a las Edades se ha centrado en un lifting en profundidad del “viejo Cuéllar”, especialmente el recorrido urbano de la muestra y los alrededores de los tres templos sede de la exposición. Tal como informa cuellar7, el ayuntamiento dirigido por el popular Jesús García ha invertido 317.000€ a pavimentar la calle Palacio, desde el Arco de San Martín hasta los accesos al recinto amurallado. Otros 46.000€ han ido a recuperar la necrópolis de San Martín,  20.000 a San Andrés y 57.000 a mejorar la pavimentación de la calle Judería. Amén de otros 37.000 en habilitar las zonas aparcamentales para las Edades, en la carretera de Bahabón y El Soto.  La Diputación, por su parte, ha invertido 100.000€, por 200.000 de la Junta en un plan de empleo tendente a la contratación de 20 empleados municipales añadidos.

El resultado es esperanzador. El 24 de abril Cuéllar lucía diferente, impóluto, con sus calles nuevas y una limpieza a fondo de solares y ruinas.

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