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El uso y disfrute del campo

Hace unos años, un ingeniero de montes, me explicaba que un colega suyo se maravillaba que a finales del siglo XX y XXI en un país del primer mundo e industrizado como era España aún mantuviera línces, osos pardos y una población más que aceptable de lobos (no olvidemos que se puede cazar al norte del Duero). Y el ingeniero me daba una explicación muy sencilla “viviamos de espaldas al campo”.

Y era cierto. En el frio noviembre o el caluroso agosto, en el campo tan sólo había pastores, agricultores y cazadores.

La moda puso en el campo a recolectores de setas y níscalos, hasta tal punto que se ha hecho necesario regular la temporada. No hace tantos años, comer setas era de pobres y pastores. Ahora es uno de los grandes placeres donde algunos pagan cantidades obscenas.

Los motorizados tomaron estepas y eriales y aparecieron motos y todo terrenos que se salían de de los caminos buscando emociones fuertes, subiendo laderas y bajando terraplenes. Molestando fauna (cinegética o no) durante todos los periodos del año, en época de cría, mientras los animales eran infantiles e inmaduros, y cuando eran maduros y desconfiados.
Tanto molestaron y por tanto lugares que apareció la sombra y el peligro de unos potenciales asesinos que ponían cables y cuerdas cortando caminos. Todo un sindios en medio del campo. Dramas a cámara lenta.

Después vino la moda y el tiempo del running. Y los caminos de concentración parcelaría se convirtieron durante todos los días del año en una ciudad deportiva. Luego llegaron las bicicletas de montaña, y se salieron de los caminos de concentración por sendas y veredas (alguna vez creadas por ellos mismos) buscando nuevas y grandes emociones. Poco a poco esa actividad que parece inocente, limpia y ecologista se esta demostrando muy dañina. Tanto que incluso La2 en su programa En Portada ha abordado el asunto con relación al Parque Nacional del Guadarrama.

Hay que entender que no todos los que matan llevan escopeta. A veces el estar en el sitio equivocado en lugar equivocado, equivocándote durante muchos días y con muchos amigos provoca algo parecido.

El pasear el perro por el campo también tiene su lugar. Fuente de enfrentamientos entre usuarios del campo, la legislación no termina de dejar claro ciertos puntos (¿mantener controlado a un perro significa obligatoriamente llevarlo atado?).

A esto hay que sumar los pastores y agricultores, en realidad los putos amos, que hacen y deshacen, cosechan y empaquetan cuando deciden. Y el que venga atrás…que arre o que pague.

Y sin quitar ni poner razones, no cabe duda, que todos estos grupos de usuarios deben ponerse de acuerdo en el uso del campo. No solo las normas duras y prohibitivas deben ser para los cazadores. Se deben respetar las normas por parte de todos. Los cazadores deben respetar distancias y horarios, los paseantes lugares santuarios y fechas de cría evitando coger pollos o gazapos, los motorizados no salirse de los caminos, Prohibirse el uso de zonas protegidas (es mi opinión) para actividades deportivas. Para eso ya están las pistas y pabellones que tanto nos cuestan.

Y a la administración (Guardería de la Junta y Guardia Civil) que tenga mano dura. Mano Muy dura. Por que en este país de cabezotas donde todo el mundo cree hacer las cosas bien solo aprendemos cuando nos abofetean en la cartera.

Author: J. García Herrero

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