Con la idea de, en palabras del presidente de las Cortes de Castilla y León, Carlos Pollán, de Vox, “desmontar la idea falsa de que el imperio español fue un imperio depredador”, el parlamento autonómico celebraba el 27 de octubre una jornada dedicada a reivindicar la “controversia de Valladolid“, organizada por la Fundación de Castilla y León junto a la Universidad Europea Miguel de Cervantes (UEMC) en el Museo de Escultura.
En Valladolid en 1550, en junta convocada por Carlos V, se confrontaron dos visiones antagónicas sobre el estatus jurídico de la población amerindia. ¿Debía considerarse a los indios iguales a sus congéneres castellanos o una supuesta inferioridad racial legitimaba el régimen de semiesclavitud al que en muchas ocasiones los españoles sometieron a los “conquistados”? Fue un debate que marcó el inicio de un “derecho de gentes”, en lo que muchos pensadores ven un precedente del derecho internacional. La victoria de las tesis proindigenistas de fray Bartolomé de las Casas -contra las defendidas por el cordobés Juan Ginés de Sepúlveda– terminaron imponiéndose contribuyendo así a mejorar las condiciones de vida de los indios. En la práctica, sin embargo, los abusos (incluso legales, siendo Cuba y Brasil los últimos bastiones del esclavismo negro) persistieron en América durante todo el dominio colonial español y más allá hasta bien entrado el siglo XX.
En cualquier caso, la controversia fue un hito, al plantear una forma de protección de la población autóctona, en un debate que se anticipó siglos a las corrientes igualitaristas surgidas de la Ilustración. Un hito que desde posiciones nacionalistas españolas gusta ondear como una legitimización del imperio y hecho diferencial de la colonización “a la española” frente a la practicada por el resto de naciones -Estado coetáneas. “Basta viajar a cualquier lugar de la densamente poblada Iberoamérica para leer en los rostros de sus gentes la verdad histórica de que, siglos atrás, allí no se cometió genocidio alguno”, sostenía Pollán en la apertura del coloquio, moderado por Sixto Sánchez-Lauro, profesor titular en la Universidad de Barcelona
El programa ha arrancado con una ponencia a cargo de María Saavedra Inaraja centrada en el contexto histórico en el que surge la controversia en plena expansión española por América. El catedrático de Historia del Pensamiento Español Francisco Castilla Urbano, cuya línea de trabajo ha abordado aspectos como la esclavitud y el papel de la denominada Escuela de Salamanca, ha sido el encargado de abundar en la figura e ideas y de Juan Ginés de Sepúlveda, a quien ha dedicado distintos artículos y ensayos. Luis Arroyo Zapatero, catedrático de Derecho Penal de la Universidad de Castilla-La Mancha, donde también ostenta el cargo de rector honorario, ha analizado el papel de la némesis de Sepúlveda, Bartolomé de las Casas.
18 octubre, 2024
Todos los imperios son depredadores de los territorios que conquistan. Afortunadamente el imperio español fue de los más benignos, gracias sobre todo a personas como Bartolomé de las Casas.