Posted By Redacción on 20, Oct, 2018

Los ediles populares, encabezados en esta ocasión por José Luis Huertas, que ha llevado el peso de las conversaciones, han desplegado a lo largo de esta semana un intenso calendario de reuniones tratando de recabar el apoyo necesario para sacar adelante una reprobación a la regidora, Clara Luquero, justificada en los problemas de gestión y asuntos bloqueados que se acumulan en la Alcaldía, debilitada además tras la marcha en los últimos meses de sus principales pilares, Alfonso Reguera –dimisionario tras amenazar a un policía– y José Bayón,–incorporado a la dirección de una empresa pública– dejando una situación que los populares calificaron hace semanas como “una realidad insoportable”.

El 27 de septiembre pasado, el Grupo liderado por Raquel Fernández invitaba a la regidora a marcharse voluntariamente, aunque entonces la misma portavoz –alejada momentáneamente de la primera línea por su reciente maternidad–descartaba tajantemente presentar una moción de censura o incluso la reprobación de la regidora. Casi un mes después han intentado la reprobación tratando de asegurarse previamente el éxito en las votaciones y, una vez más, Ciudadanos ha llevado al traste sus planes.

Desde las bancadas de la oposición se ha incrementado sensiblemente en los últimos tiempos el tono de las críticas al Gobierno socialista, pero la ambigüedad con la que los populares han planteado la reprobación al resto de portavoces, el temor a que los ciudadanos observaran la medida como una maniobra electoralista y las diferencias de planteamientos e intereses políticos de los partidos representados en el Ayuntamiento han truncado finalmente cualquier posibilidad de acuerdo, al que solo se habría sumado con claridad Centrados, bajo liderazgo de Cosme Aranguren.

El “no” que Huertas y los suyos han recibido de Ciudadanos –enormemente crítico en los últimos meses con el Gobierno socialista pero reacio a apoyar cualquier iniciativa de sus rivales más directos en las próximas confrontaciones electorales– ha sido definitivo a la hora de abandonar la idea, sabedores de que sin el voto de las dos concejalas naranjas la iniciativa estaba llamada al fracaso e incluso podría acabar dándose la vuelta y convertirse en un triunfo político para Luquero.

De hecho, los populares se habrían conformado con el “mal menor”, que habría sido lograr el apoyo de todos los grupos excepto IU –el único concejal de la coalición, Ángel Galindo también habría mostrado reticencias a apoyar la iniciativa popular– propiciando un empate técnico que habría obligado a Luquero al complicado trago de usar su voto de calidad para evitar su propia reprobación.

De esta manera, la negativa del Grupo de María José García ha acabado por convertirse en la traba definitiva para cualquier progreso en las negociaciones y ha llevado a los populares a abandonar su intención de tratar de poner contra las cuerdas a la alcaldesa, Luquero, que ha ganado esta nueva batalla sin siquiera participar directamente en ella, pese a los esfuerzos negociadores de los promotores de la reprobación hasta el último momento del plazo de presentación de mociones para el próximo pleno, que expiró este 19 de octubre.

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