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De qué hablamos en Nochevieja

Cuando menos reconozcamos que a determinada edad, el cuñadismo, esa sobremesa que caracteriza la cena de nochevieja, nos libera de esas otras tertulias deprimentes. Que si el tumor del pobre primo Antonio Andrés, las piedras de la tía Lola o la próstata del tío Paco Pedro…

Las conversaciones cuñadistas versan sobre temas ampulosos basadas en conocimientos estereotipados y epidérmicos. Derivan del cuñado por que este tipo de personas constituyen un submundo aislado en las cenas familiares. Rara vez el cuñado conoce al tío Paco Pedro (de hecho, le importa un bledo el tío Paco Pedro y en secreto considera que a los 95 años ya va siendo hora de que deje el sindicato, en castiza expresión… Hay que hacer sitio a los que vienen). De manera que, para socializar con el resto y no quedar como un sociópata ensimismado, el buen cuñado se lanza sobre temas de “interés general”.

Ignoro cuál ha sido el tema estrella este año. El pasado sin duda fue la vacuna y “enfermedades asociadas”. Llegó en punto que toda reacción rara, desde urticaria a un esguince, era atribuida a un efecto de las vacunas del covid, con el cuñado elaborando alguna audaz teoría del sistema inmunológico, lo cual no deja de tener su mérito considerando que el cuñado suele ser funcionario del catastro o subjefe de algo en una empresa de embutidos.

Este 2023 tal vez empiece con sesudos debates sobre la energía fotovoltaica y los coches eléctricos, si tiran más o menos, si vale la pena… Normalmente, el cuñado listillo es de los que cuando tú vas el viene, así que tendrá hecho todo un estudio. Una subvariante etílica -llega ya con los licores- pasa por los adelantos científicos, este año, la energía de fusión, caracterizada por el cuñado con un cuando dos cachitos de átomo se juntan mucho muchísimo -hips- y se quedan tan pegados, que choff, sueltan un chorro de electricidad.

Otro tema típico son las conspiraciones geopoliticas. ¿Hasta qué punto Australia y Canadá no están ganando un pastón con la guerra de Ucrania? Si uno es de familia jurídica, el tema estrella es la independencia del poder judicial. Si está en peligro, si ha llegado demasiado lejos… Si de familia de posibles, de pisos… si suben o si bajan… y su subvariante, las hipotecas a interés fijo o variable (donde de nuevo el buen cuñado sorprenderá por su erudición con el consabido estudio que le ha permitido ahorrar tantos miles de euros, dirá con autoadmiración). Conversación qué abre la puerta a la inflación, y el apasionante tema de dónde uno ha comprado la lechuga más cara… ¡A 8,95€ la compró esta en Benidorm! Y la cuñada asentirá con cabezazos de pesadumbre mientras nos aprestamos, por nuestra parte, a sacar a colación un dato aún más espectacular…. ¿Sabéis a cuánto pagó mi jefe un tarro de Nocilla en Bilbao?

Pasa un ángel. De pronto la conversación se deshincha y cae un manto de silencio que preludia el triste recordatorio de quienes ocuparon esas sillas vacías que nos rodean Hasta se agradece entonces que el incansable cuñado se ponga a hablar de… ¡veleros!… Él que es de Abades y no puede estar en la playa más de media hora porque se pone rojo cangrejo como un escocés. Invariablemente, la conversación se inclinará entonces hacía el cambio climático, que no es normal tanta calor y, que claro, con vecinos como el del cuñado del 3º2ª, con la caldera a todo trapo, demasiado poco que se calienta el planeta, aspecto que abre la conversación al siempre agradecido tema la crítica al vecino. Lo cutres que son…

En el fondo, me gusta el cuñadismo. A fin de cuentas, qué necesidad habrá de hablar siempre con conocimiento de causa, cual cátedro…. Lo prefiero a que me mareen con insulsos viajes o récords personales en bicicleta. La gente nos dividimos entre los que gustamos de hablar de cosas y los que gustan de ideas. Naturalmente, la virtud en el término medio, y todos cargamos hacia un lado o el otro.

Los cuñados, mayormente, hablan de ideas. Y son especialmente temibles cuando algún dato es puesto en duda y entonces el cuñado desenfunda un pedazo de móvil y silabeando, suelta Siri: ¿Cu-an-to cues-ta un ba-ca-lao en la lon-ja de Mur-cia? Pongamos que ya va por el tercer Afilador y Siri, tan ocupada en Nochevieja, tampoco está especialmente fina y sirve un rosario de webs encabezados con “alquilar casa en Murcia”, “fin de semana en Murcia” y “recetas de Murcia”. Durante unos tensos minutos la educación dicta que dejemos al cuñado naufragar en ese oceáno de datos para terminar con un “pues en el móvil del curro me lo clava”. Lo que equivale a admitir la derrota y a un cambio de tercio para alabar al cocinero. Brindemos. Buen año a todos.


Author: Luis Besa

Luis Besa. Periodista,

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3 Comments

  1. Querido Luis, a lo mejor ha llegado el momento de renovar la imagen de la cabecera de este blog, los personajes que aparecen son parte de la historia.

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    • Me esperaré a mayo de 2023 jajaja… pero me comprometo a hacerlo. Buen año

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  2. Me ha encantado tu artículo. FELIZ AÑO!

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