Posted By Redacción on 17, Mar, 2018

Al final ha habido acuerdo para que Segovia acoja este #17marzo, a las 12:15 horas en la plaza San Martín (o sea la plaza de las Sirenas o plaza de Medina del Campo, donde Juan Bravo, vaya), la concentración en defensa de las pensiones. Flota en el ambiente el histórico éxito de la movilización del pasado 8M.

Formalmente, la concentración segoviana se adscribe a las convocadas por COESPE, Coordinadora Estatal por la defensa del Sistema Público de Pensiones, salida de la nada en Segovia y articulada localmente por militantes Podemos. Ellos han impuesto la condición de “sin banderas” al resto de fuerzas que, barruntando el éxito, se han sumado a la causa: los sindicatos UGT y CCOO, IU, Foro Social, y hasta el PSOE, en cuya página de la víspera se anunciaba su participación en la concentración.

La alternativa era una doble convocatoria, que se ha barajado hasta última hora. De hecho, en los flyers de ambos sindicatos la concentración se fija (y bajo cualquiera de los múltiples nombres de la plaza o conjunto de ellas) a las 12 o de 12 a 13 horas, según las siglas del flyer. Finalmente portavoces tanto de CCOO como UGT aclaran que no. Es la misma convocatoria, la de COESPE, a la que ellos, juntos con otras organizaciones mayoritariamente de izquierdas, se adhieren pero sin figurar como convocantes. “La idea era una convocatoria conjunta, pero no quisieron. Al final nos sumamos y, como convocantes, ellos nos piden que vayamos sin banderas”, explica un responsable de CCOO en Segovia, y lo confirman también desde la dirección de UGT en Segovia. “Sin banderas”, es la consigna.

En el ánimo de los sindicatos pesan dos aspectos. No gusta que Podemos les discuta uno de sus leit-motivs más nucleares . En honor a la verdad, y como recuerdan siempre que pueden, los sindicatos han sido “voces en el desierto” clamando por el mantenimiento de las pensiones, con marchas como las del pasado diciembre y movilizaciones periódicas durante los últimos años. Siendo esto cierto, también lo es que el éxito de la movilización pro-pensionistas, con epicentro en Bilbao, vino condicionada por el insultante incremento en enero del 0,25% decretado por el Gobierno para 2018, vendido encima como un “triunfo” de la recuperación.

Una vez más, el factor de movilización se llama “indignados”, y terminó por generar una corriente transversal y espontánea. Una suerte de marea a lo 15M pensionista de la que Podemos, en coma electoral y precisado de reverdecer laureles si quiere recuperar protagonismo, ha tomado buena nota. Y así lo indica la abundante presencia de morados en la nueva Coordinadora (sin historial en las redes, y al parecer, creada en 2018).

Ridículo del 8M

Pero en el ánimo de UGT y CCOO de Segovia pesa también el fiasco del pasado 8M en el Azoguejo. Formalmente la movilización masiva estuvo convocada por la plataforma 8M a las 19:00 horas. Celosos de ver, una vez más, que unos parvenús se apuntaban la medalla, los sindicatos tenían una segunda concentración propia, a las 20:00 horas.

Quien estuviera en la cabeza de la manifestación aquel día recordará las dificultades para el arranque de la marcha. Las voluntarias del 8M no conseguían dar la señal de salida. Todo se retrasaba y el orden brillaba por su ausencia. Normalmente, son los más curtidos sindicatos los que tiran del carro y encauzan estos momentos de confusión. Aquel día no. Las banderas sindicales se congregaban con discreción al fondo de la plaza. Y allí se quedaron, viendo como miles de segovianos enfilaban camino Padre Claret mientras ellos permanecían sin saber muy bien qué hacer junto a la estatua de Cándido.

Error que no puede repetirse, de manera que esta vez los sindicatos se han plegado a las condiciones de COESPE. ¿Sin banderas? pues sin banderas…

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