El presidente del Patronato del Alcázar y los de la Diputación y el Ayuntamiento inaugurando la plaza.
Los segovianos y visitantes vuelven a disponer de un espacio emblemático para el esparcimiento y el disfrute del entorno de uno de los principales monumentos de Segovia. La plaza de la reina Victoria Eugenia, la “plaza del Alcázar”, ha quedado inaugurada oficialmente tras la remodelación integral del lugar que se ha prolongado durante 27 meses y ha requerido una inversión de 2,5 millones de euros, casi el 50 por ciento más sobre el presupuesto inicial. Además de ofrecer un aspecto general más limpio y ordenado, la obra ha incluido la restauración de la casa de la química, la mejora de los sistemas contra incendios para la fortaleza y para el valle del Eresma, la mejora de los accesos con la supresión de las barreras arquitectónicas y sensibles mejoras en la iluminación, ahora con sistemas led y control de la intensidad de la luz.
La obra ha respetado la ordenación y el diseño de la anterior estructura del jardín reemplazando exclusivamente la vegetación caduca o decrépita y ha respetado escrupulosamente el monumento a los héroes del Dos de Mayo, mientras que se han sustituido los solados de asfalto y cemento “caducos y faltos de dignidad” por otros “más decorosos” de granito.
El asfalto y el cemento se ha sustituido por el granito.
Como era de esperar, en la zona se han producido importantes hallazgos arqueológicos, que han sido, junto a la pandemia, “culpables” de algunos retrasos y modificaciones del proyecto original para dejar accesible el desarenador del acueducto y señalizar el recorrido del canal, tal como ha recordado en el acto de inauguración el General Enrique Silvela Díaz-Criado, presidente del Patronato del Alcázar. La actuación de los arqueólogos, aún sin concluir, ha señalado restos de edificios en la muralla Sur vinculados a la catedral de Santa María que ocupó buena parte de la actual plaza, y de la distribución de aguas del Acueducto.
El maestro mayor del Alcázar, José Miguel Merino de Cáceres, que ha proyectado y dirigido las obras en “una de las áreas urbanas que mayores cambios ha sufrido en la historia de la ciudad” realizó un somero recorrido por la evolución del espacio, cuya configuración “nada tiene que ver con la que tuvo hasta la Guerra de las Comunidades, cuando todavía estaba allí la catedral”.
Así, en 1570 se allanó definitivamente el espacio con la retirada de los últimos restos de la catedral destruida en aquella guerra para facilitar el paso de la comitiva real durante los desposorios de Felipe II; en 1792 se levantaba la casa de la Química bajo proyecto de Sabatini en el lugar que ocupara el claustro de la catedral; en 1816 se demolían las antiguas casas del obispo y se completó el espacio actual cuando Fernando VII cerró la verja que aún se conserva.
Tras el incendio de la fortaleza y su recuperación, entre 1862 y 1896, con el comienzo del siglo XX se llevó a cabo por el arquitecto Odriozola la ordenación que ya se mantendría casi inalterada hasta la restauración inaugurada este viernes, mientras que en 1908 se colocó en el centro de la elipse, donde el proyecto original preveía una fuente, el monumento a los héroes del Dos de Mayo, obra de Aniceto Marinas, mientras que a lo largo de ese siglo se realizaban en el lugar diversas actuaciones de pavimentación, instalación de mobiliario urbano y jardinería de escasa “fortuna estética”, que han sido corregidos con la reforma recién terminada.
17 abril, 2021
Es vergonzoso ese gasto para un resultado ridículo, podrían haber hecho un par de rotondas y haber puesto un par de estatuas nuevas de esas que se ven por la carretera. Un auténtico despilfarro con un resultado sonrojante.
18 abril, 2021
Supongo que has tenido una mala noche con el vino. De los pocos monumentos de Sg junto con La Catedral que da gusto verlos y con unas restauraciones estupendas.
23 abril, 2021
Hablando de vino, ¿dónde ha leído que no dé gusto ver el Alcázar? Simplemente digo que el resultado (y no dudo de la buena ejecución de la obra) no se corresponde ni con el dineral que se han gastado (eso sí, cada uno en su casa hace lo que quiere) ni lo que se espera de un lugar de gran potencial arqueológico. Y hablando de ver, cuando crezcan los arbolitos dejará de verse el Alcázar, otra buena idea. Hasta ahora las intervenciones han sido buenas, esta no creo que lo sea, supongo que podré opinar, aunque parece que si se piensa distinto es que uno ha bebido.
17 abril, 2021
De las pocas obras que veo bien. De los pocos Patronatos que funcionan (en Segovia, seguro).
18 abril, 2021
Decir que el resultado es ridículo es faltar el respeto a los trabajadores que han trabajado allí y no tener ni idea de los trabajos que realmente se han llevado a cabo.
23 abril, 2021
“Yo”, no dudo de la calidad de la ejecución de la obra, que es muy buena, hablo de otra cosa.
18 abril, 2021
Una obra bien ejecutada.
Me parece armoniosa, acordé y antesala del monumento al que precede nuestro Alcazar.
Original respecto al resto de la ciudad.