La sensibilidad humana, las emociones, los valores, la defensa de la justicia y la libertad real están siendo atacadas desde hace demasiado tiempo por los gurús del pensamiento conservador radical, contagiando a partidos de derecha e inoculando a la sociedad española y a la de otros lugares del mundo con la medicina del odio y la indiferencia hacia las catástrofes humanitarias, sobre todo si son con personas de otras razas o color de piel. El objetivo es terminar con el modelo en el que la clase media y trabajadora sigue consiguiendo mayores cotas de bienestar y libertad, donde se redistribuye la riqueza o se es solidario con quienes mayores dificultades tienen en cualquier parte del mundo y sin mirar su raza, creencia o religión.
El crucero hacia el abismo del PP, los llevó a permanecer callados al comienzo de la invasión de Putin en Ucrania desde febrero de 2022 que ha supuesto el fallecimiento de 15.000 civiles ucranianos y más de 200.000 soldados entre ambos bandos. Más de 7 millones de ucranianos abandonaron el país y otros tantos se han movido de forma interna. Para después ante la posición de la UE y de otras potencias arrimarse a las posiciones coherentes, que el gobierno de España y el presidente Sánchez defendió desde el primer momento. Eso si sin jamás mencionar apoyo a la posición del gobierno. Y ahora con la situación en Palestina y la masacre que Israel está realizando en Gaza, con más de 67.000 fallecidos (27.000 niños. Sanitarios, periodistas, voluntarios cruz roja, etc.) no teniendo la valentía de utilizar el término genocidio por miedo a que la ultraderecha les llame antisemitas, o reconocer que, desde hace un año, la posición del gobierno, verbalizada por el presidente, con petición de cese de la guerra, la solución de los dos Estados, la condena por los atentados de Hamás y la petición de liberación de los rehenes es la que la comunidad internacional en la asamblea de la ONU mayoritariamente ha defendido.
Pero después de los acontecimientos generados por la detención por parte del ejercito israelí, a la llegada de la “Flotilla por la Paz” a aguas internacionales cercanas a Israel y Palestina, para dar un toque de atención a la comunidad internacional e intentar llevar ayuda humanitaria directamente a la franja de Gaza, lo verbalizado por las derechas, sobrepasa los límites del humanismo y la comprensión. Se mofaron desde la presidenta de la Comunidad de Madrid a los perfiles en redes de las nuevas generaciones del PP, diciendo “se acabó el crucero…” como si no vieran cada día las imágenes de la hambruna y desnutrición de niños que literalmente les están matando de hambre. Realmente es trágico y me pregunto que tienen en su mente y en su corazón, no les revuelve las entrañas, para despreciar de esa manera una verdadera tragedia humana y un genocidio en directo. Ese es el crucero de la derecha, la imagen de Feijóo de vacaciones con un narcotraficante y ahora el desprecio a un drama humano. El abismo social.
La ciudadanía española esta demostrando que de forma pacífica manifiestan en la calle que somos mayoritariamente ciudadanos solidarios que no nos callamos ante la crueldad de Netanyahu o de Putin, o de cualquier dirigente tirano que desprecia todo.
Pero también practica el “crucero hacia el abismo”, el todavía presidente de la junta de Castilla y León, Fdez. Mañueco, permanece resguardado en el Colegio de la Asunción, sede de la Junta y sólo práctica el viaje a la “venta de humo o autobombo”, sin preguntas de los periodistas, sin visitar las zonas calcinadas en la Comunidad, sin mejorar la sanidad pública, etc.
El grado superlativo de cinismo fue esta semana montar un acto para decir que la mejor educación es la de nuestra tierra, con los profesionales peor pagados, a escasos kilómetros de las obras siempre paralizadas del Instituto de Bachillerato y FP de San Lorenzo en la ciudad de Segovia, que después de quince años desde que el Ayuntamiento cedió la parcela y múltiples parálisis, siguen sin ser una realidad y sin saber cuando serán terminadas y puestas en marcha. Esto es Fdez. Mañueco y su gestión, buscar titulares vacíos y no mejorar los servicios públicos. La esperanza que encarna Carlos Martinez, el candidato socialista y con amplia experiencia de gestión, es que desde marzo termine esta realidad paralela del PP.
Y el “crucero al abismo” en grado superlativo, una semana más es para el alcalde de la ciudad, José Mazarías, que rompe día a día el récord de mala gestión y de torpezas. No es capaz de negociar con los grupos municipales para conseguir al menos un voto para la aprobación de ordenanzas fiscales, por mera prepotencia y soberbia. Ya saben, lo que dijo al llegar a la alcaldía: “No he venido a perder dinero..”
Y el caso de su teniente alcalde Rosalía Serrano, es una muestra más de que no lidera y que cuando se ve contra las cuerdas por evidencias claras, solo sabe utilizar el comodín de insultar a la oposición, criticar a los que le ponemos contra el espejo o el comodín pepero de que la culpa es de Pedro Sánchez. Sinceramente cuando leí que decía en un periódico local “que estaba convencido que el gobierno de España va en todo en contra de Segovia” me di cuenta de que estaba verbalizando el modus operandi del PP allí donde gobierna, con claro ejemplo en la Junta de Castilla y León o la Diputación, le traicionó el subconsciente. Y claro cómo no todos somos iguales y los socialistas pensamos en la ciudadanía, días después se ha desvelado que el gobierno de Sánchez, aporta casi siete millones de euros de los fondos europeos a los segovianos/as. Cuando un alcalde reconoce públicamente que no es capaz de negociar o conseguir fondos de otras administraciones o signos políticos, es que no es buen alcalde.
Pero termino con las novedades del caso Rosalía Serrano o el de los “miniapartamentos 2ª parte”. Es un verdadero escándalo, Mazarías hacia el abismo. La teniente alcalde, tiene empresas del sector inmobiliario que no declara en su toma de posesión, hace unos trasteros y después comunica declaración responsable, pero tiene dudas jurídicas su validez, manifiesta que no sabía nada cuando la llegaban a su nombre comunicaciones, eso sí cuando se publica la información se presta rápidamente a intentar desvincularse de sus sociedades. Si esta todo bien, ¿por qué realiza este movimiento? ¿Se imaginan este caso con un concejal socialista afectado.
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