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Un gestor de residuos detenido tras desvalijar 41 repetidores de telefonía

Era el principal quebradero de cabeza de las operadoras de móviles en Castilla y se le imputan 18 robos de repetidores de telefonía en la provincia de Segovia (El Espinar, Cerezo de Arriba, entorno de la A1) y otros tantos en Ávila, Burgos, Toledo y Madrid hasta sumar 41 asaltos a estaciones de telefonía móvil. Entraba de noche y a golpe de mazo y cizalla en los recintos de las antenas. En dos horas, desvalijaba completamente las instalaciones: baterías, equipos de transmisiones, aire acondicionado, grupos electrógenos, placas solares. Lo cargaba en su furgoneta y volvía a la localidad madrileña de Pinto, donde el supuesto caco operaba con la tapadera de ser un gestor de residuos. Allí procedía a reciclar los metales y equipos, que vendía a la chatarra o como repuestos. El pasado 10 de noviembre, en El Espinar, agentes de la Guardia Civil de Segovia, tras varios meses de investigación, le pillaban in fraganti mientras reventaba su repetidor número 41. Las compañías calculan el valor de lo robado en 350.000€. “Pero eso no es lo peor, lo peor es que no se limitaba a robar cuatro elementos, desvalijaba completamente las instalaciones, lo que las dejaba fuera de servicio durante uno o dos días, con el consecuente perjuicio a la calidad del servicio, nuestra imagen ante los clientes”, explicaron representante de las empresas afectadas, Movistar, Vodafone y Orange, en rueda de prensa conjunta con la subdelegada del Gobierno en Segovia, Pilar Sanz, y Fernando Gil, teniente coronel de la Guardia Civil de Segovia, que ha llevado el peso del operativo.

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Un “lobo solitario”, minucioso, con experiencia en el sector de las telecomunicaciones, donde había sido guardia de seguridad, y que preparaba con detallismo sus golpes. Así definió Fernando Gil a FRB, de 41 años, vecino de Pinto (Madrid) y con numerosos antecedentes por robo. Buscaba a través de internet antenas y equipamientos de telefonía en zonas rurales. Seleccionado el objetivo, se desplazaba al lugar donde estudiaba los accesos, los sistemas de vigilancia o la proximidad de vecinos. Luego volvía con una furgoneta, de noche, y tras destrozar vallados y puertas desvalijaba completamente las instalaciones llevándose todo lo que tuviera algún valor.  Ya en la localidad madrileña y con el género en alguna de sus naves, FRB desmontaba los aparatos y separaba las materias primas, plomo, cobre, pero también, placas de aleaciones más caras y repuestos de aires acondicionados o equipos de transmisiones. Los metales los vendía legalmente a las chatarrerías, valiéndose de su condición de gestor de residuos. A menudo, esperaba a que las operadoras repusieran los equipos robados y repetía el golpe, cosa que ha sucedido, por ejemplo, en las antenas repetidoras de El Espinar y al entorno de la A1. La Guardia Civil estima que por este procedimiento FRB podía haber ingresado entre 30 a 40.000€ netos.

Los asaltos empezaron en febrero de 2015. Empezó entonces el trabajo policial, de buscar sospechosos entre vendedores de este tipo de metales, personas con antecedentes. Reducida la horquilla de sospechosos, empezó la vigilancia y los seguimientos, que dieron sus frutos el pasado martes cuando FRB fue sorprendido in fraganti en plena faena en El Espinar. “Detenerlos con las manos en la masa facilita enormemente la aportación de pruebas”, explicaba Gil. El juzgado de primera instancia de Segovia decretó el ingreso en prisión del ladrón.

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Arriba, Secuencia de las cámaras de seguridad de uno de los repetidores asaltados. En las imágenes siguientes, una de las estaciones desvalijadas y parte del material recuperado. Sobre estas líneas, rueda de prensa, con la subdelegada, el jefe de la comandacia de Segova y representantes de Vodafone, Movistar y Orange.

 

Author: Redacción

Acueducto2. Noticias y actualidad de Segovia.

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