Posted By Redacción on 24, Oct, 2015

Articulada alrededor de IU, con el refuerzo de colectivos republicanos como la Federación de Republicanos de Segovia, el Colectivo Republicano Antonio Machado, así como el Movimiento Democrático de Mujeres y la escisión local de Podemos, Segoviemos, el 23 de octubre presentaba candidatos al Congreso y al Senado la nueva coalición Unidad Popular Segovia, nombre con el que finalmente concurrirá a las elecciones del 20D. A última hora los impulsores se han decantado por este nombre frente al inicialmente previsto, Ahora en Común.

No ha habido finalmente confluencia, ni con Podemos ni con Segovia de Izquierdas. A la hora de la verdad, y según explicaba el portavoz de Unidad Popular, José Javier Davía, se han remitido algunos correos electrónicos “y no nos han contestado a ninguno. Si no hay confluencia es porque no están por la labor”, explicaba.

No hay confluencia pero si un endurecimiento del discurso, patente por ejemplo en la escenificación de la presentación, con la mesa presidida por una bandera republicana y continuadas alusiones  a la “necesidad de una ruptura con el régimen monárquico del 78”, en los parlamentos de los dos cabezas de lista.

Ellos son el psicólogo y formador socio-sanitario Jacobo Peña, de 41 años y radicado en El Espinar, y el concejal de IU en Cuéllar, José Alberto Castaño, de 43, que concurrirán respectivamente como cabeza de lista al Congreso y candidato al Senado. Peña y Castaño son los únicos integrantes de la formación que han concurrido a las primarias.

Como decimos, el discurso se ha endurecido notablemente, especialmente desde las últimas generales, cuando IU, aliada con ecologistas, no tenía que discutir su espacio sino con el PSOE. Esta vez es diferente, está Podemos, y la idea es superar a los morados por la izquierda y pescar allí votos.

Así Peña se presentó como “una herramienta” de la ciudadanía. “Para mí presentarme era una obligación, quiero ser una herramienta para luchar por los derechos laborales, por la igualdad”, para extenderse en la involución que a su juicio suponen aspectos como el TILC (Tratado Internacional de Libre Comercio, que en un extraño secretismo la Comisión Europea y el gobiernos de los Estados Unidos están negociando al objeto de superar las barreras comerciales entre la zona dólar y la zona euro). Un ejemplo, según Peña, de la “necesidad de cambiar el modelo socieconómico que lleva a la ruina a las clases desfavorecidas y que pasa por cambiar el modelo monárquico heredero del franquismo”.

Castaño se extendió en el modelo de República Federal que Unidad Popular defiende para España. También abundó en los efectos de la globalización y en dos de sus facetas más amargas, la deslocalización y la precariedad de la clase trabajadora. “Trabajé en el Parque Tecnológico de Boecillo hasta 2006, cuando la empresa, Teico Electronics, una de las multinacionales más grandes del sector, decidió cerrar la planta de Madrid y luego la de Valladolid para optimizar sus beneficios cambiándonos por trabajadores de India o China, sin derechos y más baratos. Desde entonces estoy en el paro, con contratos de un año o seis meses, a veces de quince días, y actualmente en el desempleo”.

A la iquierda, José Alberto Castaño, a la derecha Jacobo Peña.

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