Votar: ejercicio facultativo

Posted By Redacción on 8, May, 2014

De arriba a abajo, Sacristán, García-Matilla, San José y Cano.

Son una elecciones abiertas, quizá las más abiertas de las que se tenga noticia en la Universidad de Valladolid, aunque el actual rector, Marcos Sacristán, parte con la ventaja de una correcta gestión en tiempos duros y de tener a su favor el aparato universitario. De momento, los colectivos sindicales, muy importantes en este tipo de comicios no se han pronunciado, o no se han pronunciado demasiado. Tampoco han emergido consignas de partido, lo que ha propiciado una campaña más bien tranquila, cordial pero sin apenas debate. Los candidatos han realizado actos en casi todas las facultades y campus, más bien con escasa asistencia, y la principal nota de color la ha puesto el candidato “segoviano”, Agustín García-Matilla,  decano de Ciencias Sociales, Jurídicas y de la Comunicación (la quinta más grande de toda la UVA), con sus virales en las redes sociales, que han conseguido llegar a casi la mitad de los estudiantes.

La campaña de Matilla se ha centrado especialmente en fomentar la participación del estudiantado a sabiendas que hay ahí un mercado relativamente virgen. “En las últimas elecciones apenas votaron el 19% del estudiantado, y aún gracias, porque en otras universidades rara vez se pasa del 15%. Nosotros hemos hecho una campaña blanca, a partir de un diagnóstico de la universidad y de unos objetivos de excelencia. Nuestros mensajes han sido vistos por unos 11.800 individuos, los contactos en Facebook han llegado a 28.563, y la web ha registrado 1.700 visitantes”, explica.

Y es que el proceso de elección universitario es ponderado. El voto de los profesores titulares condiciona el 51% del resultado electoral. Los estudiantes el 28%. Los profesores no titulares el 11% y el Personal de Administración el 10%. Entre el profesorado pesan a la hora de votar las dinámicas departamentales o aspectos como la relación directa con el candidato; los sindicatos son determinantes a la hora de decantar el voto de los PAS. El colectivo realmente más imprevisible es el de los estudiantes.

Otra novedad ha sido la irrupción de los campus periféricos, Palencia, Soria y Segovia , que aportan un 35% de los votos totales, algo que ha venido también de la mano de la candidatura de Matilla, en lo que es otra nota de color de la campaña, un cierto regusto a pulso entre el “centro y la perifería” que, sin embargo, los cuatro candidatos se han apresurado a desmentir.

Ayer, los candidatos aprovecharon la jornada para ultimar reuniones, y en el caso de Matilla y Cano para pasar balance. “Estamos contentos por el trabajo realizado en estas semanas, puesto que hemos desarrollado una labor enriquecedora por y para la Universidad” afirma Felipe Cano, quizá el más agresivo de los candidatos.

Matilla, por su parte, lanzó un último documento programático, con el balance final, agradeció nuevamente a su equipo y a los estudiantes que le han apoyado entre el alumnado con esta carta, y se despidió con un símil futbolístico. “Hay que ir partido a partido. Debemos trabajar para convertirnos en una factoría de creatividad, productividad, innovación y conservación y estimulación de las mejores prácticas docentes”.

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