free web stats

Colaboración: Vida de un figurante

Una semana como figurante en el rodaje de la película “The Promise”, que ha fijado una de sus localizaciones en la Abadía de Párraces, sirve de punto de partida al autor de este artículo en el que refleja las vivencias del “personal no cualificado” del cine, rodeado de estrellas, directores famosos, técnicos y productores, a los que se ve, pero no se toca. La prudencia (y un contrato de confidencialidad) impiden la aparición de los detalles del rodaje. Así percibe un “figu” el proceso de creación de una película. Vida de un Figurante, artículo de Ginés Plaza.
Un grupo de figurantes camina hacia el set de rodaje, en Párraces.

Un grupo de figurantes camina hacia el set de rodaje, en Párraces.

“Se levanta muy temprano, con todo el día por delante”. Esos versos de la canción de Ismael Serrano El Vals del Jubilado han sido el marco de mis pensamientos durante las primeras horas de los cuatro días de rodaje en Parraces de “The Promise”, la última película del irlandés Terry George que nos ha traído a Segovia a los veteranos Christian “Batman” Bale y Oscar “Llewyn Davis” Isaac.

Los días del figurante son largos y empiezan muy temprano. A las seis y media en la Plaza de la Constitución de Marugán (en Segovia media hora antes). Y consisten fundamentalmente en esperar. Esperar para que te recoja el autobús, que siempre llega más tarde de lo que te han dicho, esperar cola en vestuario para disfrazarte del personaje que te toca, esperar para maquillaje, esperar para peluquería, esperar para efectos especiales si te tienen que hacer alguna herida por ejemplo, esperar para que te empolven la ropa (a esto le llaman “ambientar” y lo de los polvos matutinos ha suscitado bastantes bromas entre la figuración), para firmar asistencia, y para coger las “van” que te llevarán por fin al “set”, el lugar donde se filmará la acción que toca.

Ya estamos en el set, antes que el sol. El decorado es espectacular, como lo es el cine. El caserío es una suerte de refugio para víctimas desafortunadas de la guerra, civiles armenios en su mayoría y el trasfondo de un triángulo amoroso, si hacemos caso de lo que dice la IMDB. Los figurantes no conocemos el guion, por supuesto. No conocemos ni la siguiente escena que se va a rodar.

¿Y ahora qué nos toca? Exacto. Esperar de nuevo. Esperar a ver si participamos en la próxima escena o seguir esperando a la siguiente. Estamos expectantes, porque a pesar de la fama de la que gozamos por ahí fuera, a los españoles nos gusta trabajar. Trabajar y cumplir, que no se diga.

La entrada al set de rodaje en la localización de Marugán.

La entrada al set de rodaje en la localización de Marugán.

Así qué, cuando los responsables de figuración nos llaman para entrar, nos sentimos agradecidos e ilusionados. ¡Qué narices! Esto es el cine, esa linterna que transforma una sábana de un pueblo en una historia más importante que tu propia vida durante las dos horas que van desde el sonoro rugido del león al panorámico “THE END” de toda la vida.

El ayudante de dirección de figuración nos va a contar nuestra posición de partida (esto se llama “primera”)  y unas indicaciones más o menos precisas sobre la acción que vas a desarrollar en esos escasos segundos en que estás “en plano”. A las voces de “Here we go!” (¡Atentos!), “Rolling!” (¡motor!) “Quiet!” (¡Silencio!) and…. ¡Figuración! (lo de “Action!” es para los actores de verdad) los figurantes nos esforzamos en mostrar nuestro personaje de la manera más natural que sabemos, rellenando con nuestra imaginación esos desarrollos imprecisos que nos han tocado escenificar.

Y así hasta el “Cut!” (¡Hemos cortado!).  ¡Todos a primera! Y “Here we go!” de nuevo hasta que el director (esto se dice igual en español) se da por satisfecho. Luego ya rodaremos esta misma toma desde algunos ángulos más para mezclar planos e imprimir más agilidad a las escenas estáticas (y vértigo en las dinámicas) al estilo americano.

El espectador americano es mucho más impaciente que el europeo, aunque en lo relativo al cine, pienso que los europeos estamos irremisiblemente abducidos al “american way”. Quizá también en lo político y social, pero eso es otra historia y tendremos que contarla en otra ocasión.

Por ahora sólo nos queda… Esperar. Esperar que nos paguen, esperar que se nos vea en alguna escena que sobreviva al montaje final y esperar que nos llamen para la próxima película.

¡Todos a primera!

Vida de un Figurante, artículo de Ginés Plaza

Author: Opinion

Share This Post On

2 Comments

  1. Vaya!! Por fin me entero de que al fin ha tenido lugar el rodaje. Mira que me lo temía! Me cogieron en el casting, me dijeron que “daba el perfil de forma perfecta” me dijeron “ni se te ocurra afeitarte”

    Total, llevo desde agosto sin tocarme la puñetera barba solo porque me tomaron tooodos los datos y me aseguraron que me llamarían, y que era muy importante que me dejara crecer la barba. Manda huevos.

    Ahora supongo que como la siguiente parte del rodaje es en noviembre, lo que tengo que hacer es seguir dejando que la barba me crezca “para por si me llaman”.

    Enhorabuena a ti! has tenido más suerte!

    Post a Reply
  2. Quiero participar como figurante

    Post a Reply

Submit a Comment

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *