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Uno de cada diez es burro pero que muy burro

Leo en el Día de Segovia que uno de cada 10 segovianos no piensa vacunarse del covid, y bueno, viendo el nivel me parece hasta razonable. En este mundo siempre encontrarás un 10% a la contra, aunque fuera para recoger dinero del suelo.

Ellos verán. Los médicos con los que hablo están bastante convencidos de que solo la vacuna doblegará al virus, y que tenemos mascarilla al menos hasta el verano. Y aún después mejor será no tirarlas. Tiene el SARS-Cov2 toda la pinta de convertirse en estacional, en una nueva gripe, de hecho es lo que es, una nueva gripe que ha pillado a nuestro sistema inmunológico y sanitario a contrapié. De manera que habrá que hacerse a la idea de renovar la vacuna anualmente durante los próximos años.

Eso sí, hay que avisar a este diez de cada 100 que según la edad que tengan las pequeñas molestias que pueda aparejar una vacuna son nada comparadas a cómo les quedará el cuerpo, si les queda, caso de que el covid les asalte. A los más jóvenes, habrá que apelar también a su conciencia cívica, que contra lo que decimos los medios, brilla con sobresaliente. La verdad que los abuelos de ahora tienen una suerte increíble de que sus nietos no sean la panda de fumaos que éramos en los 80… Que moríamos a cascoporro por conducir beodos perdidos, de sida o enganchados a una aguja… ¿La salud del abuelo, dices…?

Lo ponía de manifiesto el director provincial de Educación en una reciente carta. Es sorprendente la escasa penetración del virus en escuelas e institutos y en gran medida habrá que felicitar por ello al alumnado (y también y muy especialmente a las señoras de la limpieza, incansables durante este periodo). Los jóvenes salen, claro, y alguno pilla. Pero el caso más extendido de brote se sigue prodigando en las reuniones familiares, o los brotes laborales, generalmente de trabajadores temporales desplazándose en coche o furgoneta de camino al tajo. De donde habrá que deducir que los jóvenes tienden a ser más cuidadosos que esta madre que con la mejor voluntad ha movido cielo y tierra para reunir a 10 en su comedor de 11 metros cuadrados para Nochebuena, San Esteban, Nochevieja y Reyes, todo listo para atiborrarles de langostinos y, a lo peor, virus.

Y sin embargo, en los medios no faltan a diario noticias sobre alguna parranda juvenil descontrolada, puesta en la picota (con razón) por los periodistas. Al respecto hay que destacar que los medios recogemos la excepción, de manera que la convertimos en  categoría sirviendo una imagen distorsionada de la realidad. Trabajamos así: no nos interesa como noticia que una vacuna cure a millones de personas, nos interesa el señor que, fruto de una extraña reacción, termina en la UCI. Las noticias buenas mejor búsquenlas en las enciclopedias.

Y esto es lo que alimenta a los anti-vacunas, los medios. En adelante nos cansaremos de ver excepciones asomándose a las noticias. El señor ruso que en lugar de curarse se fue al otro barrio por la dichosa vacuna. Es lo que vende, y es lo noticioso (y ya les adelanto que como periodista y llegado el caso seré el primero -si puedo- en dar la mala noticia). Vivimos de eso, de contar las excepciones, no las normas, porque la normalidad  a usted que me lee le importa un pito, la da por supuesta. La anormalidad, en cambio, sirve de acicate para la alarma y la mejora. Escarmentamos en cabeza ajena, o al menos ese es el plan.

Así que la dinámica es clara. Bombardeado día tras día por las excepciones, el anti-vacunas termina deduciendo que la vacuna es mala en sí, que mejor no ponérsela. Craso error.

Deben saber que no hay medicina inocua. Seguro que en la fea historia de las almorranas habrá el caso del ciudadano ruso (suelen ser siempre rusos, no me pregunten porqué) que tras aplicarse la pomada se murió de alguna misteriosa reacción alérgica. Esa es la noticia, claro. No que el 99.9% vea aliviado el desagradable picor…

Así que no está de más recordar. Vale, de acuerdo, tal vez la vacuna de la polio dejó a este y al otro hechos un dolor, pero salvó de la muerte, y no vean ustedes qué muerte, a cientos de millones. Y la de la tuberculosis, el sarampión (que sigue matando a miles en el tercer mundo), y la de la tosferina, y la viruela (que erradicó la principal causa de pestes no hace tanto). Señor antivacunas, sepa por tanto que morirse de algo es una simple cuestión estadística: usted verá si desea estar en el grupo del 99.99% o en el del 0.01%.

Pero los hay cabezotas. Y vinculan la vacuna a los enormes beneficios que la farmaindustria obtendrá. Como si el beneficio económico fuera la prueba definitiva de que la vacuna es un engaño.

Ya les digo, hay gente para todo. Mientras el nivel de burros solo sea uno de cada diez, tira que te va. Esperemos que el efecto rebaño que consigamos el 90% restante les libre del mal paso, sinó, se tirará de BOE y se declarará obligatoria. Pero no hay altavoz lo suficientemente grande como para gritar: burros, que sois burros.


Author: Luis Besa

Luis Besa. Periodista,

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3 Comments

  1. Excelente reflexión.

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  2. Buenos días, nadie duda de que la vacuna es necesaria y que nos tenemos que vacunar todos, eso está bastante claro hay que ser muy zoquete para cuestionar eso.

    El único PERO, que encuentra la ciudadanía es que una vacuna tiene un tiempo de elaboración
    más largo, según los expertos, por lo leído y oído de más o menos 5 años, lo que asusta según yo lo veo es que el tiempo de elaboración de la vacuna, ha sido express y en muy poco tiempo, para entendernos, “a la carrera”; Este hecho, es normal que suscite dudas, en el sentido de que con las prisas puede fallar algo y lo descubran a posteriori, ese es el verdadero motivo de los ciudadanos a la desconfianza y tiene cierta lógica desconfiar.

    No hace falta ser un experto para darse cuenta de que las prisas nunca son buenas, para ningún trabajo que se pretenda realizar, pero no lo digo yo, lo dice entre otros una eminencia en transplantes, uno de los mejores que aún no se ha ido a otro país D.Pedro Cavadas, les dejo uno de los muchos links en los que opinan más o menos lo argumentado aquí:

    https://www.marca.com/tiramillas/actualidad/2020/11/22/5fba3f5ce2704eb3be8b45ad.html

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    • Perdón, dónde dice transplante debe decir
      trasplante, disculpen el error.

      No desconfiamos de la vacuna de la gripe, o de tomar una aspirina y ¿porque? pues porque son medicamentos ampliamente probados durante muchos años y no escuchas que la gente muera por vacunarse de la gripe o por tomar una aspirina.

      Nos tendremos que vacunar pero como la lotería, a algunos les va a tocar un regalo que no esperan, eso tendremos que asumirlo desde ya mismo.

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