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Una Diputación para impulsar el progreso del medio rural en Segovia

Esta última semana ha tomado posesión la nueva corporación de la Diputación de Segovia. El PP ha reforzado su mayoría absoluta con un diputado más, y el PSOE ha reducido por méritos propios su representación, pasando de 10 a ocho. Su peor resultado en muchos años.  Continuismo es la expresión que mejor define la nueva etapa tanto en el gobierno como en la oposición. El equipo de gobierno del PP desplegará la estrategia conservadora que viene practicando desde hace muchos años: orientar su acción a la fidelización política de los ayuntamientos para conservar la mayoría electoral en un próximo mandato; dar continuidad y garantizar el funcionamiento del aparato administrativo de apoyo logístico a los ayuntamientos y entidades locales de la provincia; y asumir el menor número posible de nuevos proyectos para minimizar el riesgo político. De la oposición encabezada por el PSOE cabe esperar poco o nada. La continuidad del equipo anterior preconiza más de lo mismo. No sólo carecen de un proyecto político alternativo, sino que han sido incapaces de mantener los alcaldes de importantes municipios. Para los socialistas en estos momentos la Diputación garantiza dietas a sus diputados, liberaciones y poco más. Triste realidad que no tiene visos de cambio.

El medio rural de Segovia necesita un proyecto sólido de futuro que permita dar respuesta a sus grandes retos: la despoblación progresiva de la mayoría de los municipios segovianos y su alta tasa de envejecimiento; la ausencia de un tejido empresarial capaz de generar una dinámica de crecimiento económico y empleo; disponer de unos servicios asistenciales y de apoyo logístico de calidad y eficientes para sus pobladores. El problema compete a todas las instituciones, tanto de ámbito nacional, autonómico y local, pero el papel predominante y el liderazgo lo ha de ejercer la Diputación provincial. Ha de ser el motor de la transformación y el cambio para construir una provincia de pueblos llenos de futuro. De su fuerza motriz para dar respuestas a estos retos dependerá que la Segovia rural siga languideciendo o pueda cambiar su rumbo a medio y largo plazo. En el momento actual el futuro para gran parte de los pueblos pequeños, e incluso medianos, es incierto en Segovia.

La Diputación provincial es una institución fundamental para los pequeños y medianos municipios, y mucho más en un contexto de despoblación acelerada y envejecimiento como el que sufren amplias zonas de la provincia. Una institución cercana y valorada que gestiona importantes servicios administrativos, como son la recaudación de impuestos o el asesoramiento jurídico, el mantenimiento de carreteras, la depuración de aguas, los programas de apoyo a la juventud, y los servicios de apoyo social. Se trata de servicios consolidados en los que el aparato administrativo de la Diputación viene trabajando y mejorando día a día. El problema actual radica en el nuevo contexto definido por la merma de población y su envejecimiento, que hacen necesario un reajuste y rediseño de muchos de los servicios que se prestan, en especial los asistenciales y los de movilidad. Mantener la calidad de vida de las personas mayores en sus domicilios rurales hasta el final de sus días es un reto que requiere el desarrollo de un conjunto de servicios logísticos, como son el catering, la limpieza o la lavandería. La movilidad entre municipios y hacia los centros asistenciales es otra gran asignatura pendiente, sin olvidar la fusión y redimensionamiento de las mancomunidades de servicios -fue objeto de un tratamiento monográfico en otra entrada de este blog- o la gestión de calidad del agua. Todos estos problemas estructurales han de ser abordados por la Diputación. Hasta el momento, y a lo largo de diversos mandatos, los diferentes equipos de gobierno con sus presidentes al frente se han venido poniendo de perfil. Cuanto más se demore la búsqueda de soluciones, mayor serán sus efectos negativos en los segovianos.

El envejecimiento y despoblación de los pueblos segovianos constituye el gran reto a abordar. La única solución posible es ordenar las diferentes zonas en virtud de la gravedad del problema e impulsar en cada una de ellas el desarrollo de importantes inversiones empresariales que sean capaces de crear empleo y fijar población. Un reto que no tiene una fácil solución, y requiere el concurso de técnicos, empresarios y capital para que con una combinación acertada de factores productivos cristalice y proporcione los resultados deseados. La Diputación a tal fin debe articular y liderar un programa de acción que determine prioridades de actuación por zonas, determine posibilidades de inversión, promocione la provincia y sirva de revulsivo a otras instituciones para que el medio rural segoviano tenga el tratamiento fiscal justo que requiere su situación socioeconómica.

Se echa en falta en los atributos de los diputados provinciales —viene ocurriendo en todo el periodo democrático— de todos los grupos políticos un perfil técnico que refuerce su aportación en los órganos de análisis, deliberación y propuestas de alternativas de acción política. O sea, más nivel profesional y político, por si no se ha entendido bien. El apoyo de la tecnoestructura de la Diputación es necesario, pero no es suficiente. Su papel es administrativo, los que han de monitorizar los problemas, generar ideas y aportar soluciones son los diputados provinciales. De ahí la importancia de contar con el mejor capital humano como garantía de avance y progreso de la Segovia rural.

La transparencia en la gestión y la implementación de un sistema de complance constituye una herramienta esencial para la mejora de la gestión la Corporación provincial. La dedicación y compensaciones económicas de cada diputado y grupo político deben ser públicas, como señal de respeto a los segovianos. El carácter público de los recursos de la Diputación hace necesario conocer el destino de su utilización hasta el último euro.

La Diputación de Segovia en este periodo que se inicia ahora necesita mirada larga y el despliegue de políticas que den respuesta a los grandes retos que tiene el medio rural, lo que es compatible con la administración de la institución en el día a día. Dobleguemos las amenazas del futuro con el trabajo y la inteligencia del presente. Un doble reto para la institución provincial.  Soñar es importante, pero despertar también.

Author: Andrés Segovia

Política provincial, autonómica y nacional

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3 Comments

  1. Estoy de acuerdo, lo que viene a ser la entrada de aire fresco en la institución pero hasta que esto no suceda en la Diputación segoviana supondrá más de lo mismo cuando más se necesita trabajar por nuestros pueblos, sus vecinos y sus servicios.

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  2. Totalmente de acuerdo con su relato Sr.Segovia. No puedo entender cómo Francisco Vázquez, presidente del PP, y con la carrera política hecha, no aspira a un planteamiento más ambiciosa para los segovianos y con otro equipo más cualificado después de llevar toda la vida en la gestión de la Diputación. Un fracaso total que dice muy poco de sus convicciones políticas, que no de poder.
    Del actual secretario del PSOE mejor olvidar. Un cero a la izquierda para Segovia y sus intereses.

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  3. La presa de La Muña, situada cerca de Nava Fría será demolida por decisión de los burócratas de la Confederación Hidrografica del Duero, y del fanatismo ecologeta , si nadie pone remedio. No sería la primera presa que es víctima del afán devastador del sanchismo, de camino a su inexorable salida de la Moncloa. El autócrata falsario y con el apoyo del comunismo podemita, sigue en su política de destrucción de la agricultura y de empobrecimiento de los trabajadores.
    ¿Qué tiene que decir la Diputación a este brutal ataque gubernamental ? Se espera una respuesta efectiva en este asunto. Es sorprendente su silencio en este atropello. ¿Seguirá en un silencio culpable, lo mismo que en la instalación de aerogeneradores, que pueblan el paisaje castellano? Están vendiendo lo que es de todos, un patrimonio milenario del campo y agricultura local, por un “cultivo” de miles de torres metálicas y placas subvencionadas improductivas, que son simientes de una nueva estafa. Que pagaremos todos en el recibo de la luz. Una más de las mentiras del sanchismo climático.

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