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Un trabajo en el Ayuntamiento

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Junta de Portavoces en el Ayuntamiento de Segovia

Es culebrón seguro cada cuatro años a estas alturas. Las Corporaciones, ya formadas, ventilan la cosa del dinero: lo que cobrará uno y otro, quién se libera, a cómo se paga cada comisión y pleno… Y después llega la oleada de críticas de todas partes, menos del entorno de los concejales, que callan, a veces me parece que avergonzados, por el “despilfarro” que supone pagar a los que hemos elegido.

¿Trabajaría usted por la cara durante cuatro años en un empleo repleto de responsabilidades, sin horario definido, con horas extras —de oficina y de actos de todo tipo no siempre fácilmente soportables— y sometido a la constante presión de la opinión pública y del ciudadano, no sólo en su oficina, sino también en la calle, en un bar o en el supermercado? O en el caso de un no liberado ¿Echaría usted durante cuatro años seguidos “unas horitas” de pico y pala añadidas o escamoteadas a su trabajo habitual, con las mismas presiones que le decía antes sin cobrar un euro y con su jefe cabreado, cada día un poco más, porque no está a lo que está? Es estresante. Lo he visto.

Ya, ya me sé el argumento: “Ahí se va a servir a la ciudad, no a cobrar” y yo le contesto que si no hay contraprestación económica, sólo podrán “servir” a los ciudadanos adecuadamente los que tengan el riñón bien cubierto de antemano. Que curioso. Algunos de los que más chillan por esto de los sueldos llaman a esos “casta” y se supone que vienen a salvarnos de ellos.

El “trabajo” de concejal liberado es de los de contrato temporal: cuatro años y la renovación en el aire, pendiente de multitud de variables. Para lograr la plaza, uno tiene que pasar varias pruebas selectivas: Primero en su partido, para entrar en unas listas en buen puesto, luego ante los ciudadanos, para entrar con sus votos en las Corporaciones. Finalmente en su grupo. Tres exámenes, tres y evaluación continuada. Y al final del mandato, vuelta a empezar.

Eso sí, cuando lo logras te conviertes (insisto, por elección de los ciudadanos) en el jefe de un negociado en el que gestionas millones de euros y una larga ristra de personas adscritas al departamento de turno. ¿No cobraría usted por tamaña responsabilidad? Conozco jefes intermedios, en la privada y en la administración —estos también son servidores públicos pero a las tres desconectan— que cobran más dinero con la mitad o menos de obligaciones y peligros.

Fíjese que hasta me vale eso de que un responsable político con sueldo suficiente —unos 1.800 euros, sin querer herir a los muchísimos que cobran 600 a duras penas, no es una cifra desproporcionada si se mira la media en cargos de alta dirección, que es de los que estamos hablando— será menos débil ante las tentaciones, que haberlas, las hay.

Por mi trabajo y mi experiencia vital, he conocido y conozco un buen número de concejales de ayuntamientos grandes y pequeños, por supuesto de Segovia (alucinaría la cantidad de nombres que puedo recordar desde 1991 para acá e incluso algunos de los alegres ochenta) y le puedo decir que el puesto, así en general, tiene muy poco de chollo, más allá de lograr mesa en algún restaurante sin hacer reserva previa o aparecer en la primera línea de los actos en los que se representa a la ciudad.

Vale, algunos hacen uso torticero de sus prebendas o del conocimiento de información privilegiada, pero de eso no es de recibo hacer un saco común, sino que solo cabe detectarlos y sacarlos, con vilipendio si cabe, de sus sillas. Por los juzgados o por las urnas. En cualquier caso, nada que ver con los sueldos, con la mera retribución a la que, digo yo que estaremos de acuerdo, todo el mundo tiene derecho cuando realiza un trabajo.

Definitivamente hoy me he dejado seducir por el diablo. Que creo además que los concejales de la oposición, a los que se pide que fiscalicen la tarea del Gobierno —que son más y aprovechan la maquinaria y la organización municipal que gestionan— a ratos libres y cobrando únicamente un puñado de euros por su asistencia a comisiones, —el resto del tiempo, no— también deberían tener facilidades económicas que les permitieran mayor dedicación y eficacia en su tarea, en la que actualmente, parten en desventaja. Y con un auxiliar administrativo por grupo.

Author: Fernando Sanjosé

Segovia (1967). Periodista.

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3 Comments

  1. Veo cierta obsesión o una desinformación muy interesada sobre los sueldos del ayuntamiento,( me refiero a concejales ), lo que es hasta cierta punto comprensible en algunos comentarios de lectores de su periódico, no lo es tanto de ustedes que se pasan continuamente en ruedas de prensa y siguiendo los actos del ayuntamiento. Hasta el norte de Castilla se ha hecho eco, de la noticia, y con bastante rigor

    Que pasa, que no hay mucho de que escribir.

    Miren, les voy a poner un ejemplo. Yo equiparo, y tirando por debajo, bastante por debajo, la responsabilidad de un concejal, se entiende los que gobiernan, los que dan la cara; los que están en la oposición, ya es otra cosa, a la responsabilidad que pueda tener un jefe de servicio, de los servicios territoriales de cada provincia de la junta de Castilla y León, comparen ustedes los sueldos,es como comparar en el planetario las dimensiones del planeta tierra, con las de Júpiter.Es más comparenlo con lo que cobran los de un escalón mas bajo, los jefes de sección, todavía están más bajos.

    Critiquemos a mi entender por lo que hacen o dejen de hacer, pero no precisamente por lo que cobran.

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    • Vamos a ver si nos centramos en el tema. Hay que comparar lo que cobran con lo que realmente hacen. No es el momento adecuado de subir dietas ni sueldos. El dinero, a veces, no es lo que realmente hace atractivo un determinado puesto. Hay otras aspiraciones, legítimas, faltaría más… Todos conocemos la trayectoria de más de un concejal de capital de provincia, incluso de algún pueblo, que empieza como concejal, sigue de diputado autonómico, diputado nacional o senador, y quizás termine de ministro, sin olvidar los cargos que va ocupando en el partido de marras. Lo más destacado de algunos/as es que cuando llegan a diputado se apoltronan y ahí permanecen años y años, sin saber realmente a qué se han dedicado durante todo ese tiempo. Hay que controlar más a quien vive de los impuestos de todos.

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  2. Ya que cobran de mis ompuestos escribo algo: Cobran y mucho. Comparar a los funcionarios, jefes u ordenanzas, que trabajan y sacan adelante, muchas veces, las peregrinas ideas de los señores que llegan, por unos añitos, dicen para servir a sus conciudadanos, hasta que pillan percal y no lo sueltan, en una memez, señor mariscal. Hacen sota caballo y rey (de circo y pan o paella). Por la ciudad poco, salvo de boca cuando empiezan mandato o legislatura. Van a arreglar Segovia, España y el mundo, por ejemplo la calle San Juan, desde hace años…

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