Hace 10 años, vecinos y amigos de Sigueruelo –pequeña localidad de menos de 30 habitantes perteneciente a Santo Tomé del Puerto- recuperaron las hacenderas, aunque esta vez no para limpiar caceras y caminos sino simplemente para mejorar espacios públicos de la localidad. Zonas emblemáticas como la Fuente Honda, una barbacoa pública, la fuente de “El Chorrillo”, el Toril, el potro, los bancos del “Paseo de la Cruz Chiquita”, entre otros enclaves representativos de la localidad, recuperadas por el altruismo de los “hacenderos”.
En la edición 2018 se han llevado a cabo dos labores fundamentales, la restauración de todos los elementos de madera de la sede de la Asociación de Vecinos y un muro en una nueva calle, que servirá para contener las avenidas de agua y nieve. En el primer caso, el local social y zona para exposiciones temporales -ubicado donde hace medio siglo se erigía la escuela del pueblo- las mujeres han liderado los trabajos de pintura y reparación. La labor de construcción del muro complementa otro similar que se ejecutó el año pasado por esas fechas en la zona de ejercicios para mayores conocida popularmente como “Los Agapitos”. Todos los vecinos contribuyen, cada uno en función de sus conocimientos y habilidades, con la firme convicción de que el amor por sus raíces y la voluntad es la que mantendrá Sigueruelo para que rebose vida a pesar de sus escasos habitantes. Al finalizar la mañana de trabajo se ofreció una paella popular de la que han disfrutado todos los vecinos.
Últimos comentarios