En la primera corporación democrática (1979/83) el alcalde López Arranz, tuvo la osadía de adjudicarme las tareas de trafico y Policía municipal, a pesar de ser concejal por el Partido Comunista. Lo primero que hice fue encomendarme a la experiencia del jefe Soriano con el que desde el minuto uno comenzamos a recorrer la ciudad para detectar los problemas reales del tráfico por ella en las diferentes horas del día y a buscar soluciones sencillas y aplicables a corto plazo para corregirlos.
El parque automovilístico era entonces muy inferior al actual, pero el uso irracional y abusivo del vehículo privado era parejo. Con el agravante de que el transporte publico era muy deficitario y casi tercermundista. En principio, con la colaboración de la Jefatura provincial de trafico, se llevo a cabo una reordenación de la circulación, suprimiendo dobles sentidos en beneficio del aumento de las plazas de aparcamiento y se creo la ORA en el núcleo central del recinto amurallado, y se iniciaron las mejoras del transporte publico. Al tiempo, en coordinación con Tráfico y Educación, se recupero el parque infantil de tráfico, en San José, que hoy sigue cumpliendo su importante función educativa. Todas estas medidas se han ido actualizando y mejorando, pero pocas se han revertido.
Hubo un avance importante cuando el concejal Alfonso Estirado optó por diseñar rotondas en muchas intersecciones importantes, en lugar de semáforos, con lo que se consiguió dar mayor fluidez al tráfico. He recibido con agrado la noticia de que parece haberse tomado en consideración la propuesta de crear una nueva rotonda en la intersección de Padre Claret con Coronel Rexach y El Prado y la de modificar la existente al final de Conde de Sepúlveda, para dar acceso a Las Lastras desde el Cristo del Mercado. El ejemplo de el rediseño de la rotonda del Hospital General, que permitirá la entrada y salida directa al Camino de la Piedad es un buen ejemplo de la utilidad de estas reformas.
En estas cuestiones, no creo que prime un interés político, sino que es el sentido común el que nos guía; pero es verdad que la política sirve para priorizar los problemas y buscar las soluciones adecuadas. Cuanto mejor hubiera sido abrir al trafico la calle de Coronel Rexach antes de cortar el paso bajo los arcos del Acueducto, en lugar de esperar a que la situación del monumento fuera dramática, como le ocurrió al alcalde Ramón Escobar, al que hay que reconocer su valentía.
Y metidos en el tema de la ordenación del tràfico y animado por la presunta aceptación de las medidas mencionadas anteriormente y convencido de que hay que insistir mucho en los temas, hasta ponerse muy pesado, vuelvo a la propuesta de conectar Via Roma con San Gabriel sin tener que pasar por la rotonda de Melitón Martín, ahora que se ha explanado el triangulo que las separa y cuya mayor utilidad seria el trazado de esa conexión.
Finalmente, quiero aplaudir la construcción, por fin, de pasos de cebra en el Paseo de santo Domingo, aunque, a mi juicio, seria necesario otro, entre la salida de la pasarela peatonal del puente de San Marcos y la entrada al parque del Alcázar y completar la acera desde la salida de los Zuloaga hasta el tramo de la que viene de la Loba Capitolina.
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