Me refiero a la zarzuela como género lírico, no al Palacio de la Zarzuela, que sin duda alguna ganará protagonismo en los próximos días por las consultas que efectuará el Rey para proponer un candidato a la investidura de presidente de Gobierno.
Después del empacho que tenemos de política en los últimos meses, es el momento de cambiar de tercio y poner en valor una de nuestras mayores manifestaciones culturales: la zarzuela. Este género musical escénico que combina partes instrumentales, partes vocales y partes habladas nació en Madrid en el siglo XVII como espectáculo cortesano y ha llegado hasta la actualidad en continua evolución en relación con los temas cotidianos y populares.
En Segovia hemos tenido la oportunidad de disfrutar del Cuadro Lírico Julián Gayarre en el Teatro Juan Bravo en diversas ocasiones. El público segoviano siempre ha dado pruebas de su adhesión a este espectáculo popular. Esperemos que más pronto que tarde se incorpore a la programación del teatro para la próxima temporada.
Este verano, el Festival de Almagro en el Museo Nacional del Teatro de esa localidad manchega ha desarrollado, en colaboración con el Ministerio de Cultura y el INAEM, una exposición denominada “La Zarzuela: Patrimonio de la Hispanidad, Crónica cantada de nuestra vida”, comisionada por Emilio Casares. Una exposición que presenta la historia de este género con más de 200 obras a través de distintas áreas: músicos, escritores, artistas; un recorrido por los diferentes géneros que se esconden bajo la palabra zarzuela; partituras de grandes títulos; y también un recorrido por los oficios artesanos asociados. Una exposición muy interesante con acceso gratuito que te introduce en este mundo mágico de la zarzuela entre el 29 de junio y el 5 de noviembre de este año, y además te ayuda a descubrir un museo arquitectónico al aire libre: Almagro. En 1972 fue declarado Conjunto Histórico-Artístico, lo que lo cataloga como uno de los pueblos más bonitos de España. Requiere una visita obligada, y mucho mejor si es en otoño.
La historia de este género durante sus tres siglos y medio de vida está llena de luces. Ha tenido una gran capacidad para la transformación desde su origen. Calderón de la Barca inicia esta historia. Nace como espectáculo cortesano, pero muy pronto llega al pueblo llano para narrar sus amores y desvelos, convirtiéndose pronto en un espectáculo de masas. A mediados del siglo XIX, una magnífica generación de músicos dirigidos por Barbieri y seguidos, entre otros, por Javier Gaztambide, proporciona un nuevo impulso bajo el paraguas de ese templo que fue y sigue siendo el Teatro de la Zarzuela en Madrid. En la última parte de este siglo, la zarzuela sufre una metamorfosis y se ve obligada a responder a los cambios políticos y culturales que culmina con la “Gloriosa”. Nace el género bufo con una crítica afilada, a veces grotesca, hacía la monarquía, la aristocracia, la beatería o los militares ineptos, y una provocante presencia de lo erótico. Una transformación que nos recuerda a las chirigotas de los carnavales gaditanos.
La llegada del siglo XX supuso otro enorme desafío para la zarzuela que superó con éxito, con una enorme proliferación de obras hasta la guerra civil. Estos cambios fueron protagonizados por los músicos y escritores de la Generación del 98 y del 27. Las más duras vicisitudes vividas desde la guerra civil hasta hoy han sido incapaces de apagar su voz. Y su capacidad de interpretar la realidad de cada momento augura a este género muchos días de gloria y éxito.
Para disfrutar de la zarzuela, Madrid ofrece una oferta que incluye las mejores obras a lo largo de la temporada a unos precios populares. El Teatro de la Zarzuela es el buque insignia en el que el espectáculo musical se compagina con su labor didáctica, sin olvidar el programa de verano del Teatro Amaya. La zarzuela sigue en la punta de lanza de los espectáculos, muy por encima de fenómenos puntuales, como la fiebre que en el momento actual se está viviendo con el fenómeno ‘Barbie’. La zarzuela es atemporal. Zarzuelas como “La verbena de la Paloma”, “Agua, azucarillos y aguardiente”, “La Revoltosa”, “El barberillo de Lavapiés”, “Doña Francisquita” o “La del manojo de rosas” son sublimes y recogen como nadie la idiosincrasia del pueblo español.
Por cierto, el término zarzuela aplicado al género musical y teatral, procede del Palacio de la Zarzuela, en el que se hallaba el teatro que albergó las primeras representaciones de este género.
6 agosto, 2023
Grande! Enhorabuena por el artículo y los videos. Nos saca de la rutina política.