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La pirula de Murray

Algunos arcos del Acueducto. (Foto: JP Velasco Sayago).

Si. Los de la prensa nos lo debíamos hacer mirar. Personalmente, hace tiempo que el espejo, en ocasiones, de noche, me devuelve una imagen demacrada y vencida. Claro, que hay otras que, chico, como Dorian Gray y claro, vas tirando.

Bueno, a lo que iba. acueducto2.com sí se ha hecho eco de la pirula preparada por Glen Murray —en la tele le rotularon como Premio Europa Nostra que parece que, además del enorme honor que significa, confiere conocimientos sin límite sobre edificios romanos del siglo I (o II)— vendiendo a alguien de Tele 5 la moto de que el Acueducto se desmoronará cualquier mal día de viento dejando tras de sí un montón de chinitas como las que mostraba a cámara el demagogo numismático alertando de que la piedra se deshace solo acariciándola, algo que es una mentira absoluta.

No. El Acueducto no se cae ni se deshace y está en la situación que tantas veces ha relatado la prensa local que viene a ser la de “vigilancia tranquila y ojito con el desgaste de los sillares que hay una tesis doctoral preocupante” (que, por cierto, ya generó sus titulares bien llamativos). Pero mire, me parece interesante que usted sepa que hay una señora en Cuenca —y montones de personas más en otros lugares de ¡todo el mundo!— que a estas horas cree que es una afortunada porque llegó a ver el monumento en pie cuando vino el año pasado en aquella excursión. Como el que tiene una foto junto a las Torres Gemelas.

Resulta que Tele 5 es una cadena de ámbito nacional, pertenece a un grupo, Mediaset, con ramificaciones mediáticas internacionales y en su seno funciona, entre otros, la agencia Atlas, a la que los redactores jefes de los periódicos de media España —entre ellos los hermanos mayores de medios con sede local en Segovia— ¡y de medio mundo! otorgaron la suficiente credibilidad como para ordenar reproducir al pie de la letra lo que Murray les había dicho a los de la tele. Un titular bien llamativo para una lánguida tarde de domingo de agosto.

Esto es lo que le decía antes de mirárnoslo los de mi gremio. De por qué esa redactora se marca el texto que suelta; de cómo una historia a medias (o a tercios) se convierte en alarmante titular nacional; de por qué unos minutos de tele pesan más en el espectador que el trabajo de, yo qué sé, 20 horas de trabajo periodístico concienzudo y contrastado antes de publicarse; del papel de la prensa local; del mero concepto de “noticia”… Mire, no quiero aburrirle. Ya en mayo, cuando vengan los expertos —qué sería del mundo sin expertos— pregunto.

Hombre, déjeme encontrar un lado positivo en todo esto que quizá la exagerada noticia provoque que la presión de las miradas que de repente se vuelven hacia La Puente haga que se redoble, dentro y fuera, el esfuerzo y la dotación de fondos en la vigilancia del monumento al que parece que le hace falta de nuevo —lo del trampantojo de Caja Madrid fue hace mucho ya— un repaso concienzudo y a fondo. Quizá, también, el Ayuntamiento sea más transparente, extreme las precauciones en torno al monumento y los saraos que allí se organizan y estructure el alejamiento definitivo del tráfico.

Con ser serio el asunto también conviene contextualizar y bajar al suelo para encontrarnos de bruces con lo humano, y cuanto, de las cosas. Murray es un hombre profundamente herido por el trato que ha recibido tras décadas de lucha tenaz para que se recuperara la Casa de la Moneda sobre cuya gestión creía estar acumulando derechos por su esfuerzo y amplísimos conocimientos pero de la que ha sido totalmente apartado y a la que ahora casi no le dejan ni entrar.

Por ello está enfrentado en lucha feroz con el Ayuntamiento y sus gobernantes, a los que insulta, vilipendia y maltrata en las redes sociales mientras exige, desde hace una década, que “en las próximas elecciones, si. Esta gente, a la calle”. Lo peor de todo es que la repuesta de los gobernantes socialistas es ignorarle, con lo que eso cabrea cuando estás cabreado.

Total, que en términos estrictos la pirula mediática que ha montado Murray no es más que un mandoble a dos manos y en toda la cara del equipo de Gobierno municipal al que le aterran los titulares que no le sean favorables. No le he visto en los últimos días pero creo que sé exactamente el rostro de satisfacción que estará gastando en este momento el numismático pensando que ha dado un gran paso en su particular lucha. “Tu tiras, Luquero”. Y así estamos.

Author: Fernando Sanjosé

Segovia (1967). Periodista.

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9 Comments

  1. Murray ha encontrado un filón en el que devólversela a de Santos, Luquero, etc. me temo que está vez le ha salido “bien”. me temo que le dá exactamente igual cuanto de verdad hay en todo esto, que unido a medios poco exquisitos (ay el verano), pues ya tenemos el combo perfecto. pero la respuesta institucional no puede ser “estamos recopilando propuestas de los vecinos”, eso no calma a nadie y creo que no es la situación para plantear “participación”.

    el acueducto tan de todos y de nadie (no tiene puertas, ni entrada ni nada… es maravilloso) sufre de los ataques de pánico de expertos, “expertos”, estudiosos y otras especies desde hace 2000 años, quizá esto sea un patrimonio a documentar. pienso que habrá guardianes del acueducto que rendirán cuentas al ente vigilante o competente. habrá un plan director o una comisión de patrimonio o algo que gestione el mantenimiento y sea capaz de dar explicaciones sobre el monumento, etc etc. o igual no lo hay o está de vacaciones. parece que el monumento se restaura después de campañas de sustos, suspiros o miedos curiosamente cada 20-25 años (ya toca). en definitiva hay otro desgaste más allá del granito, el del Facebook de Murray, el de los “expertos”, el de cierta priensa, el de propio ayuntamiento, el de la Junta, etc que me preocupa bastante más.

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  2. Lo más desgastado es la credibilidad de nuestros políticos (por llamarles de alguna manera, no pasan de meros señores -y señoras, no se me enfade nadie-, en listas cerradas -y listos muy cerrados- a las que cada cuatro años como los borregos -y borregas- de la viñeta que siempre circula por las redes en elecciones, votamos). Además que iban a hacer los pobres orientales que se llevan en una cajita unos cuantos granitos guardados como recuerdo.

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  3. La realidad es que si se deshacen los sillares del acueducto, no hay mas quecpasar la mano..por otro lado ¿Que dice esa tesis doctoral tan preocupante?….lo que no se puede es respibsabilizar del tipo de puedra con el que esta cobstruido a nadie, ni siquiera a los poliricos..nadie quiere que el acueducto se deteriore, v los respibsables actuales del ayuntamiento estoycseguro que haran todo lo necesario para protegerlo

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  4. Me parece que este hombre está viviendo del cuento, de la demagogia.etc en eso este ha aprendido muy pronto de otra voceras, talibanes del patrimonio, y de las asociaciones de vecinos…….

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  5. Puede que el montaje sea un pelín peliculero, pero Glen tiene razón en que no se cuida nada el Acueducto.
    Todos sabemos que su colapso no es inminente, y de eso se aprovechan los políticos municipales para montar su circo cultureta a los mismísimos pies del Acueducto, porque eso “luce mucho” de cara al electorado para otros cuatro añitos más en la poltrona.
    Jamás he visto por los alrededores del Acueducto a nadie comprobando su estado, limpiando, ni vigilando. ¿En que quedó al final el asunto de las últimas pintadas?, ¿le costo muy caro a Papá y Mamá o le dieron la beca en Bellas artes a la criaturita?
    Recuerdo hace unos años, y supongo que aún lo habrá, en la laguna de Peñalara, había un vigilante para evitar que la gente se acercara ni a diez metros de la laguna. Poco menos que te “fusilaban” si osabas acercarte a mojar un triste pañuelo.
    ¿Cuántos “toqueteos”, “abrazos”, vomitonas botelloneras, meaditas de perro o cagaditas de paloma tiene que aguantar nuestro querido Acueducto hasta que lo tomemos en serio? La sensación de abandono es penosa.

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  6. Al se Murray si en su día le hubieran puesto en nomina del Ayto como el quería se hubieran acabados las criticas a algo palpable por todos por la dejadez de aquellos que dicen que alejaran el trafico y conciertos del acueducto y luego se queda en agua de borrajas. Espero a septiembre para corroborarlo.

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  7. Opiniones aparte acerca de la personalidad de Murray- yo no me imagino a mí mismo estableciéndome en Luisiana para dedicar mi vida a la defensa de un molino de grano-sus apreciaciones sobre el cuidado del patrimonio en Segovia se acercan mucho a la realidad: brillan por su ausencia.
    Que el acueducto está dejado de la mano de Dios es tan cierto como que la restauración de los 70 del arquitecto Jurado fue una auténtica tragedia para el monumento. Podemos cerrar los ojos cada día pero la realidad está ahí: si metes la mano en las juntas te la pones pérdida de arena procedente de la descomposición de los sillares. Eso es lo que hay.

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  8. Tenemos que dar las gracias a Murray, porque independiente de sus motivaciones, -tiene razón en cuanto el estado del Acueducto y la dejadez del Ayuntamiento- con su denuncia y la dimensión informativa que ha tomado se nos van a llenar las calles de turistas para contemplar el monumento antes de que se caiga.
    Supondrá mayores ingresos pwra quienes trabajan en áreas relacionadas con el turismo.
    Gracias Murray has conseguido una publicidad para Segovia que el Ayuntamiento debería agradecerte, porque por lo unico que ee oreocupan es por la hostelería y el turismo. Lo demas les tiene sin cuidado

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  9. Y se trasladaron los bolardos… no como parte de la celebración de “los 25 años del corte de tráfico bajo los arcos”, sino solo después de la “pirula” mediática y mi viaje a la UNESCO en París. Amén.

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