Se espera que durante los cuatro días de la concentración invernal (del 9 al 12 de enero) pasen por el pinar de Cantalejo 8.000 moteros, cifra en la línea de anteriores ediciones. “Sí hay más, pues más, nosotros estamos preparados para atender diez mil, doce mil… Ocurre que la oferta de hoteles y casas rurales a 35 kilómetros a la redonda es la que es, ya está todo lleno y hay participantes que se alojan en la capital”, explicaba Marino Parellada, presidente el club organizador del encuentro motero invernal, impulsor de Pingüinos, desde hace cinco ediciones bajo el nombre La leyenda continúa. “Parece que fue ayer y hace cinco años que nos encontramos con este lugar, gusta mucha y es un proyecto de futuro”.
El romance entre moteros y Cantalejo sigue. Con una concentración invernal que recoge la verdadera esencia de 38 ediciones de Pîngüinos, acampadas al calor de la leña y ambiente familiar, porque la competencia, la que acontece de Valladolid, la que se quedó con el nombre, es ya otra cosa: una concentración urbana con “bares, discotecas, y sí, muchos conciertos”, explicaba una tanto irónico Parellada. Los viejos moteros vienen a decir que Sí Cantalejo es al mundo motero lo que la Costa Azul al turismo, lo de Valladolid es Benidorm. ¿Rivalidad? “Hace 38 años nosotros optamos por una concentración invernal del segundo fin de semana del año. No vamos a cambiar”, asegura Parellada.
Presentación de la edición 2020 en la Casa del Sello, a cargo del presidente de la Diputación, Miguel Ángel de Vicente.
Cinco años pero la de Cantalejo es ya una concentración con solera. Así que pocos cambios en el programa. Entre las novedades, una colaboración con la empresa Glamping, por la cual los moteros que no quieran acarrear tiendas y pertrechos tienen la posibilidad de ir a “tienda puesta”. Se reserva, se paga, y Glamping procede al montaje y desmontaje de la tienda. Con precios que van de los 50€ por la tienda simple, a 350€ de una suerte de jaima para 8 moteros. O 500€ si se opta por tipo cápsulas japonesas, para parejas y con calefacción.
Se mantiene la colaboración con “los pueblos amigos”, este año Carrascal del Río y Sacramenia, con rutas libres (es decir, no en pelotón). Al igual que a Turégano, donde como es tradicional y el viernes 10 se celebra el saludo de hermandad a los motoristas del mundo. A continuación, y ya en el pinar, fiesta de Año Nuevo Motero, con campanadas a cargo del presentador de A3 Ramón Pradera y la piloto de velocidad María Calero. El sábado, a modo de colofón desfile de antorchas como homenaje a los moteros muertos (nada de caballitos ni quemadas).
Son cuatro días de convivencia, donde la acampada es la gran protagonista. Con eventuales incursiones a por leña (la organización asegura que hay para todos) y al gran mall comercial, donde hay desde tabernas a todo tipo de tiendas, pasando por un improvisado auditorio por donde desfilan bragados moteros prestos a contar experiencias tipo “vicisitudes de un viaje a Mongolia”, “ruta de la seda y Asia central en moto”, charlas de personajes del mundillo y también reconocimientos.
Como los premios Leyenda de Oro, que para la ocasión reconocerán la labor de Xavier Mir, traumatólogo con más de 30 años de dedicación en el mundial de velocidad, o Andrés Pérez Rubio “el profe”, emblemático ingeniero y piloto, campeón de España en 1982 y 1985, y a quien una mala caída y el siempre traicionero guardarraíl le amputó las dos manos; con una sangre fría desarmante el propio Pérez Rubio fue informando a los equipos de emergencia (eran los 80) de cómo debían guardar las manos para una posterior y exitosa operación de reimplante. Actualmente es delegado de la Real Federación Española de Motociclismo para temas de seguridad vial.Se reconocerá también el buen hacer de la concentración invernal de Arguis, organizada por el club hermano Monrepos de Huesca, así como el de la revista francesa Le journal des Motards. La marca de motos protagonista de este año será Derby, con especial énfasis en la legendaria “Derby paleta”, la 50cc, “campeona del mundo”, indisociable del gran Ángel Nieto y moto proletaria donde las haya.
Y algunas coetáneas de 50cc siguen. Se lo pregunte a los moteros que a lomos de Vespinos vienen desde hace ya unas ediciones desde Galicia, a los que este año se sumarán otras dos expediciones vespineras, una de catalanes y otra, solo de chicas, desde Toledo. Otro clásico es Emilio Zamora y su Ducati Stunt Show, que ese año presenta nuevo espectáculo en Sacramenia.
Sin olvidar el apartado musical, que tampoco desmerece. El viernes (22:00) estrado para Los Skull, seguidos de la Gin Tonic Band. El sábado, turno para El Canto del Bobo e Inhumanos. Todo por 20€ de inscripción (25€ con opción a la cena de hermandad).
En cualquier caso, y como recordaba Miguel Ángel de Vicente, presidente de la Diputación, entidad que patrocina con 10.000€ la acampada, “es toda una inyección para el sector turístico de Segovia. Además de una inmejorable publicidad, los más de los participantes han vuelto luego por Segovia”.
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