La Gimnástica Segoviana volverá a jugarse toda la temporada a una sola carta después de haber perdido, este domingo, su encuentro frente al Coruxo y de ver cómo el Marino de Luanco ganaba su partido en tiempo de descuento escapando de la promoción en la que ha acabado metiéndose la Sego. Desde hace tres semanas sólo hacía falta un punto para conservar la categoría e incluso, si no se lograba ese punto, que otros tuvieran mucha suerte para meter en problema a los de Ramsés. Pues dicho y hecho: La historia se repite y vuelven los líos y los nervios: La Gimnástica, no el futbol, es injusta con la Gimnástica. Queda una bala, pero esta ya es a la desesperada.
“No tengo ni pajorera idea de los equipos que nos pueden tocar”, reconocía Ramses Gil, el entrenador que pareció revolucionar el equipo cuando se puso al frente del banquillo, ante los micrófonos de Radio Segovia para tratar achacar a la historia del club y a una especie de maldición perpetua, la situación en la que se encuentra en este momento. “Esta semana estudiaremos al rival e iremos a Alicante a hacerlo lo mejor posible”, prometía. A la fuerza ahorcan: o se gana ese partido o el primer equipo de Segovia se irá al pozo. No olvide el lector que la Segunda RFEF que se quiere conservar es la cuarta categoría del fútbol nacional, vamos, la tercera de toda la vida. No se aspira nada más que a permanecer donde siempre ha estado la Gimnástica, se ponga el nombre que se ponga a la categoría.
Los rivales posibles son el equipo barcelonés de Cerdanyola, el pacense, Don Benito, y el murciano, Águilas y los emparejamientos se decidirán en el sorteo que se celebra este lunes en la sede de la Federación.
Renuncia a la lucha
La jornada: La Gimnástica visitaba el campo del Coruxo con los pontevedreses jugándose estar en el play off de ascenso. Para los de la Albuera la mejor opción (y la más difícil) era ganar. También valía un empate y ya, dependiendo de terceros, incluso con una derrota se habría salvado de problemas si el Marino de Luanco no pasaba del empate.
Nada más empezar el partido en Pontevedra, en el minuto 11, se adelantaba el Coruxo aunque la Sego corregía el resultado en el 37 con gol de Gómez. Sin embargo, eso pareció relajar en exceso a los de Ramses Gil que desde ese momento parecieron renunciar al encuentro en un ejercicio de exceso de confianza pero que al final acabó con una goleada (4-1).
Mientras, el Marino de Luanco sí hacía las tareas frete a un Navalcarnero que no se jugaba nada pero que empezó la segunda parte poniéndose por delante en el marcador en el minuto 50, aunque sus rivales no tiraron la toalla: Nacho Matador empataba en el 72 y Luis Morán lograba el 1-2 en tiempo de descuento: Se salvaba el Marino y las caras de acelga se instalaban en el banquillo y entre los directivos de la Sego.
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