Posted By Redacción on 10, Mar, 2020

Apoyar la petición de Ecologistas en Acción para que la Junta aplique una moratoria en la tramitación de nuevas granjas porcinas en Segovia hasta la publicación (pendiente desde 2017) del nuevo mapa de vulnerabilidad del territorio, así como trasladar una propuesta de extensión de zonas vulnerables, es el objetivo de un pormenorizado estudio presentado por Ecologistas en Acción sobre el impacto ambiental del porcino en Segovia, firmado por la empresa Gama Alternativas Ambientales.

Basado en datos oficiales de 2017 y 2018, el estudio cifra en 1.256.000 cerdos los que se criaban en 2018 en Segovia, cifra que probablemente habrá aumentado a tenor del boom del porcino ese año y en 2019. Considerando que la provincia cría más de la cuarta parte de toda la ganadería porcina de la región, la tercera provincia en España (detrás de Huesca y Lérida), los ecologistas consideran ya completamente saturada la zona de Cuéllar, que concentra el 68% de las hembras reproductoras y el 72% del cerdo de cebo.

112 macro-granjas y 19 en tramitación

El estudio se detiene especialmente en las macro-granjas, instalaciones que por la cantidad de ganado deben pasar por el trámite de la licencia ambiental y que suponen el 27% de la cabaña porcina, que se corresponde con explotaciones destinadas a la cría intensiva con más de 2.000 plazas para cerdos de cebo de más de 30 kilogramos o 750 plazas para cerdas reproductoras. Ese 27% de cabaña ganadera porcina provincial se estabula en 112 instalaciones, que se localizan en 53 términos municipales. El restante 73% se dispersan en explotaciones de menor capacidad productiva. A estas hay que añadir otras 19 en tramitación, de las que 11, según el informe de Ecologistas en Acción,

Impacto en el agua

El estudio detalla que las masas de agua subterránea de Los Arenales, y el Páramo de Cuéllar (400045) se encuentran sobreexplotadas y en ellas se localiza el 45% de la cabaña de porcino provincial, cuyo consumo se ha calculado en 1,87 Hm³ anuales, consumo que resultaría significativo en el conjunto de las concesiones que estas masas presentan. Según los ecologistas, “en el territorio afectado por estas masas, así como en la de Cantimpalos, la Confederación Hidrográfica del Duero ha delimitado zonas no autorizadas y zonas con limitaciones específicas, de forma que 11 de las 19 nuevas explotaciones actualmente en tramitación para obtener autorización ambiental se encuentran en estos municipios en los que conviene limitar las nuevas extracciones de agua subterránea.

Casi 5 millones de toneladas de residuos

Respecto al balance provincial de nitrógeno de origen porcino, el total de deyecciones anuales del conjunto de la cabaña censada se estima en 4.911.566 metros cúbicos o toneladas al año. Estos purines se esparcen por las tierras de cultivo cercanas, habiendo ya superado la capacidad teórica de absorción en municipios, además considerados “zonas vulnerables a la contaminación por nitratos”, como Navas de Oro, Navalmanzano, Cantimpalos, Encinillas, Escarabajosa de Cabezas, Turégano, Veganzones, Cabezuela y Cantalejo o Cuéllar. Otros que igualmente habrían superado la extensión para la absorción de purines se encuentran fuera de las zonas hasta ahora consideradas vulnerables, como San Cristóbal de Cuéllar, Pinarejos, Vallelado, Samboal, Tabanera La Luenga o Aguilafuente.

La normativa regulatoria de los purines está pendiente, desde 2017, de la nueva declaración de la Junta de Zonas Vulnerables. En 2016 un primer borrador ampliaba notablemente esas zonas, si bien una corrección en 2019 las reducía. Los ecologistas abogan por un drástica ampliación de las zonas vulnerables que pasaría a ocupar casi 2/3 partes de la provincia, dejando fuera prácticamente la Sierra y el Nordeste.

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