De los resultados de la auditoría se prevé “dar cuenta” en diciembre, como muy tarde, de acuerdo con la fecha modificada durante el debate de la moción defendida por la portavoz de Cs, Noemí Otero, pidiendo que se abra ese informe para que la ciudadanía lo conozca y para “no repetir errores” en un Área que consideró responsable de las sentencias que han supuesto que en la última década se dejaran de invertir 30 millones en la ciudad. Ya sobre esta cifra hubo un primer desencuentro al negar el portavoz socialista que fuera real. Otero amagó con hacer la suma pero acabó abriendo un amplio arco: “Bueno, más de 30, casi 40 millones”, trató de zanjar azuzada por el implacable control del tiempo de las intervenciones que ejerce casi siempre la alcaldesa, Clarea Luquero.
El objetivo de Otero era el de dar continuidad a la discusión sobre la auditoría, casi único leitmotiv del grupo naranja en el anterior mandato y aparente generador de réditos electorales, y de paso tratar de comprometer a los grupos de IU y Podemos ante una votación en la que esperaba encontrarse con el Gobierno en contra.
No lo logró. El portavoz socialista, Jesús García, recordó que el Plan anual de Control Financiero del Ayuntamiento fija entre otros asuntos que se de cuenta al pleno sobre las conclusiones de los auditores y por ello no encontró inconveniente para votar a favor de “algo que tenemos que hacer”. El representante de IU, Ángel Galindo mantuvo el voto favorable que emitió en 2016 y el de Podemos, Guillermo San Juan, también anunció su voto positivo compartiendo “la preocupación que llevó a forzar esta auditoría”. Azucena Suárez, en representación del PP mostró su postura favorable abundando en los errores cometidos en Urbanismo y sus consecuencias en forma de sentencias millonarias “que aún no sabemos si han terminado”, advirtió en referencia a las pendientes sobre el parking de José Zorrilla y las parcelas del entorno del Cat. “Queremos saber que ha pasado”, concluyó.
Así las cosas, los cuatro grupos unificaron sus discursos para evidenciar el “uso político” que Ciudadanos pretendía seguir haciendo de la auditoría. San Juan puso directamente en duda “la intencionalidad de la propuesta” en este momento; Galindo reprochó el “uso de la auditoría como herramienta política” y acusó a Otero de estar “buscando el último rédito político” de este asunto.
En el rifirrafe dialéctico Galindo inquirió a Otero por los motivos por los que reclamaba ahora información cuando su antecesora como portavoz, María José García Orejana, ya dijo al final del pasado mandato que conocía, por una reunión en la que no participó la oposición, parte del informe en el que se habían detectado “irregularidades graves”, sin que entonces compartieran aquella información con la oposición “porque prefirieron usarla como arma política antes de elecciones”.
“Los tres conejales de este Grupo lo somos desde julio, no hemos asistido a reuniones privilegiadas y no conocemos datos especiales”, acertó a defenderse Otero evidenciando la falta de conexión entre el anterior y el actual equipo de Ciudadanos en el Ayuntamiento. “Enfadada por la demagogia que se da en este pleno”, aún tuvo tiempo de acusar a IU y Podemos de actuar al dictado del PSOE.
Al final, aprobación unánime y un sonoro “bueno majo” pronunciado por el edil popular, José Luis Huertas a ala vista de los 25 brazos alzados que apuntaló el portavoz del grupo, Pablo Pérez: “Tanto para esto”, ironizaba.
25 octubre, 2019
¡Bueno majo! Ahí la dao, mucho corralito con funcionario ‘pata negra’ es lo que hay. A ver si alguien es capaz de poner orden alguna vez en ese poder a la sombra del político. Algunos en va para dos décadas ni flores