El pasado 27 de junio los examinadores observaron una actitud sospechosa en un varón marroquí de 49 años y residente en Valladolid durante el examen teórico de conducir que se realiza en el centro de exámenes de la DGT en Segovia. Finalizado el examen, un agente de Tráfico sometió al sospechoso a un registro corporal corroborando que efectivamente camuflaba entre su vestimenta varios dispositivos electrónicos consistentes un “pinganillo”, una cámara de botón, un transmisor y una antena, dispositivos necesarios para comunicarse con una tercera persona que, a la vista de las preguntas del examen facilitadas por la cámara, facilitaba las respuestas al oído.
Este tipo de fraude se ha incrementado notablemente en los últimos años. Precisamente, en la última reforma de la Ley de Tráfico se incorporaban nuevos apartados agravando el fraude con dispositivos no autorizados, que pasaron a considerarse infracción muy grave y que conlleva, además de multa, la imposibilidad de volver a presentarse a un examen de conducir en un plazo de seis meses.
5 julio, 2022
Se vuelve a incidir en este periódico en la nacionalidad de quien comete irregularidades. Empiezo a sospechar en cierta xenofobia en las noticias.
5 julio, 2022
Estimado comentarista. La referencia a la nacionalidad del presunto infractor proviene de la nota oficial de la Subdelegación del Gobierno. No. No hay xenofobia en nuestras informaciones por mucho que repita el mismo mantra bajo distintos apodos. Agradecemos sus aportaciones.
5 julio, 2022
No veo al comentarista en cuestión quejarse porque se indique el género del detenido.
Según su razonamiento ¿eso no estigmatiza al conjunto de los varones?
6 julio, 2022
Al que ha comentado: informar no es odiar, ¿podrías indicar en qué palabras se muestra la xenofobia? Respecto al personaje de la noticia, lo peor no es engañar a la DGT, es salir a la carretera sin saber ni dónde tiene la cara, luego vienen los accidentes