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Celebración entre reproches

Lo que se debatía en el pleno extraordinario celebrado este 9 de julio en el Ayuntamiento supone una buena noticia para la ciudad: se hablaba del desbloqueo del desarrollo de una nueva área industrial, Prado del Hoyo, después de doce años de intentos fallidos y para la que, tencima hay un plan inmediato de implantación de industrias. Prado del Hoyo son un millón de metros cuadrados que se ordenarán para dotar de suelo industrial, pero también comercial y logístico del que se espera que salgan un millar de empleos. Imposible no alegrarse en una ciudad en la que el monocultivo del turismo y la hostelería se ha demostrado un gigante con pies de barro.

De hecho, la concejala de Urbanismo, Clara Martín, se ha pasado la jornada recibiendo las felicitaciones públicas de la alcaldesa, los portavoces socios del Gobierno y hasta la oposición ha mostrado su alegría. Después, en el acto de recepción —un tanto publicitario— que ha brindado el director general de la empresa Drylock (uno de los motores del nuevo proyecto), Miguel Ángel González, a la plana mayor del PSOE, encabezada por el secretario regional, Luis Tudanca, las alabanzas y felicitaciones a la edil por los primeros pasos del desarrollo urbanístico han copado también los discursos.

Volvamos al hemiciclo en el que el ambiente era denso por la rabia de los acontecimientos de los últimos días en torno a la exconcejala de Cultura y la inevitable presencia del espíritu de la aún concejala, Gina Aguiar. Sólo estaba el alma porque la edil no quiso participar en el que habría sido su último pleno. Ni siquiera comunicó su ausencia, como es preceptivo, y simplemente no se presentó, otra evidencia de que el divorcio con los socialistas no es, ni mucho menos, amistoso.

Martín defendió su trabajo y el de sus antecesores al frente de Urbanismo para tratar de desarrollar el suelo industrial de Prado del Hoyo y vino a achacar las sucesivas trabas, durante 11 años, a la imposibilidad de establecer acuerdos con los propietarios y también a reconocer que ha sido sólo cuando esa parte lo ha decidido cuando se ha alcanzado el convenio. Ahí, claro, llegó el primer choque con el portavoz del PP, Pablo Pérez, que dio por demostrado que las dificultades para alcanzar los acuerdos a lo largo de los años vinieron del lado de los concejales socialistas. “Felicitaciones a los técnicos y un caponazo a los políticos” soltó en su primera intervención.

Entre medias, la portavoz de Ciudadanos, Noemí Otero, se congratulaba de los progresos urbanísticos y pedía que se creara una mesa de seguimiento sobre el proyecto para poner fin a la exclusión a la que dijo que se ve sometida la oposición por parte de los gobernantes. Nadie pareció interesado en la idea de la mesa. Guillermo San Juan (Podemos) y Ángel Galindo (IU), también celebraban lo que consideran el inicio de la “diversificación de la economía segoviana”.

Y hasta ahí —iban 20 minutos de un pleno que ha durado 70— llegó el debate concreto sobre los asuntos que se llevaban a aprobación. En la segunda vuelta y en el siguiente punto todos los argumentarios pasaron al blanco y negro. No se sabe bien si por acuerdo previo o por coincidencia espontánea, los tres grupos de la izquierda se volcaron en reprochar al portavoz del PP no celebrar los éxitos municipales y estar encastillado en la técnica del “cuanto peor, mejor”. Además, iniciaron ataques a la que consideran inacción de la Junta en la ciudad, reclamando que patrocine un Plan Industrial similar al que Ávila (23 millones) y un largo listado de asuntos pendientes.

En este punto, Otero, se declaraba “aburridísima” de que los debates “acaben siempre en la Junta” y dio la vuelta al argumento preguntando a los grupos gobernantes si en algún momento se han dirigido a la Junta con alguna propuesta concreta. “Es la alcaldesa la que tiene que ir a proponer”, advirtió.

Y así fue languideciendo el asunto. “La Junta invertirá este año más en Segovia que el propio Ayuntamiento de Segovia”, afirmaba Pablo Pérez; “La ciudad era un desastre cuando gobernaba el PP (en 2003 la última vez) cuando no se cobraban los locales municipales y los autobuses eran tercermundistas”, remataba Luquero en un alarde de argumentario vintage.

El ataque conjunto de PSOE, IU y Podemos a la Junta llegó a parecer contundente… justo hasta el momento en el que Luquero reconoció tener una especie de “hilo directo” con el consejero de Fomento descolocando todas las piezas: “cada vez que me he puesto en contacto con la Consejería de Fomento para desarrollo de suelo he tenido respuesta inmediata, incluso por wattsapp. En este caso reconozco que hay involucración de todo el mundo”, soltó dejando boquiabiertos a sus socios.

Lo mismo y lo contrario a la vez

Durante el debate de este viernes ha quedado demostrada la habilidad de los concejales de todos los grupos para tomar posiciones según convenga al discurso. Por ejemplo, Clara Martín proclamaba haber hecho seguimiento personal y directo de todo el proceso de Prado del Hoyo, queriendo dejar claro que su intervención política ha sido decisiva. Con un balón que les llegaba suave y botando, PP y Cs recordaron el caso Aguiar, en el que aún se defiende desde la Alcaldía que los errores de los contratos provienen de los técnicos, y dejaron en el aire la contradicción que la alcaldesa trató de zanjar: “como se hacen las cosas lo determinan los técnicos” acabó diciendo, corrigiendo por segunda vez el discurso de su propia concejala.

Más peleas repetidas: Interrumpía Noemí Otero su propio discurso para preguntarle a la alcaldesa si no le interesaba lo que decía porque la regidora hablaba con Jesús García sin prestar atención a la naranja que ni siquiera tuvo respuesta. Bueno, si. Pocos minutos después, la alcaldesa interrumpía el discurso de Clara Martín y paraba los relojes para “regañar” a Pablo Pérez por gesticular ante el discurso de la de Urbanismo. Hasta le llamó al orden. Ya en un turno de Guillermo San Juan, el podemita se quejaba de que el mismo Pérez hablaba con otro compañero. “¿Siente usted que ha perdido algún segundo?” preguntó amablemente Luquero a su socio periférico ofreciéndole algo más de tiempo del reglamentario para compensar. San Juan declinó la invitación.

Author: Fernando Sanjosé

Segovia (1967). Periodista.

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3 Comments

  1. Aquí todos encantados de conocerse. Todo el día a la gresca y simplemente por trabaja, para eso se les paga (y bien), y estar de acuerdo en algo llenan de babas el hemiciclo. El día que retejando empiecen a felicitarse cualquier curritos por poner una teja va a ser la releche. No me extraña las abstenciones electorales.

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  2. Gran crónica, D, Fernando.
    No es mérito del Ayuntamiento, bien sea el gobierno progresista o la oposición, el desarrollo de esta actuación industrial: lo es del grupo de empresas que lo están promoviendo seriamente.
    Es obligación de las administraciones, llámense Ayuntamiento, Diputación, Junta o Estado, el agilizar al máximo las tramitaciones, lo contrario sería execrable.
    Aparte de la sarta de reproches, especialmente miserables viniendo del gobierno municipal y sus socios cuando se va a aprobar por unanimidad esta moción, lo más vergonzoso en mi opinión ha sido la “puesta en escena” del socialismo segoviano (la cremita) con Tudanca como estrella, en la “coincidente” visita a DRYLOCK, la principal promotora del proyecto, donde ha habido imposición de medallitas, con un claro tufo desodorante al asunto AGUIAR.
    DRYLOCK debería cuidar mejor su imagen corporativa…

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  3. Tudanca no iba a ser Ministro o algo? Qué pena. Uno que no vale para nada del que nos librábamos.

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