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Cartelera Segovia: Deuda de honor

He aquí un peliculón. Cuando vi el trailer la subrayé en la agenda como peli obligatoria. Me gusta Tommy Lee Jones hasta cuando trabaja en películas de quinceañeros. Además, la recreación visual del salvaje oeste, tan Fargo y a la vez tan naturalista me encandiló. Y llegados al avance argumental casi me tuve que contener para no ir a reservar la entrada. Wyoming 1855. Mary Bee Cuddy (Hilary Swank), una mujer solitaria es elegida por la Iglesia para trasladar a tres locas hasta una institución mental a varias semanas de camino por la inmensa pradera. El viaje es largo y peligros, el clima extremo, los ladrones, índios Kiowas… Así que el refuerzo de un alcohólico y tarambana abuelete, el señor Brigs (Tommy Lee Jones) hasta parece buena idea.

deudadehonor

La primera impresión es que me enfrentaría a un western naturalista, épico y con tintes de comedia. En la línea de los Cohen en Valor de Ley o La Reina de África. En lo primero acerté y me quedé corto. Deuda de Honor recrea como nunca antes he visto (acaso en Bailando con Lobos o Sin Perdón) el Oeste de Verdad. Una estepa árida y peligrosa donde colonos muertos de hambre tratan de sobrevivir.

Pero es en lo segundo que la película engaña. De comedia nada. Estamos ante un drama feminista, que reflexiona como pocas veces antes se ha visto sobre la condición de la mujer. Y lo hace con una lucidez y una crudeza arrasadora. Todo es trágico para las cuatro protagonistas, enfrentadas a un mundo despiadado en el que son poco más que carne para sacar adelante hijos y hacienda.

Pero, acaso, sea lo primero lo que más me emocionó de esta película. La fascinante recreación del Salvaje Oeste. Y es que normalmente las películas históricas con suerte ponen énfasis en la escenografía, las buenas cuidan los detalles (las normales apenas, y las malas son un cúmulo de despropósitos que pueden dejarme blasfemando durante horas enteras, por ejemplo, la mierducha esa de Aguila Roja). Solo un puñado de películas entran en el quid de la cuestión: la recreación del alma antigua. Y es necesario entrar en eso para entender el discurso feminista implícito en Deuda de Honor. Para contemplarla como lo que es, un minucioso retrato del alma del colono, con sus prejuicios, limitaciones, anhelos. En sus propias palabras. Un ejercicio de estilo historiográfico que me conmocionó.

Tanto, que paso por alto cierta falta de sal de la película. Falta acción en Deuda de Honor, quizá se pudiera haber exprimido más la historia, metiendo un poco de pimienta, al menos pensando en el gran público. Sin embargo, para los pros del género, ni falta que hacía. Por poner, solo una pega. Decir de Hilary Swank que es “fea como el culo de un cubo de hojalata” no es verosímil. No tendrá las lorzas de que gustaban nuestros bisabuelos, pero de ahí a pintarla como paradigma de la fealdad… vamos que no, que es un pibón…

Les advierto: no vayan a ver Truman

Vista una película que recomiendo encarecidamente, y que además han tenido la delicadeza de prorrogar su proyección en una semana cargadita de tonteces (¡Ay este Pixar disneyanizado! ¡Ay esta plaga de apellidos catalanes y sinsajos!), una que desrecomiendo. Truman, de Cesc Gay. Aburrida, tópica, inane, falsa… Un desastre, será malo el guión que ni dos actorazos del calibre de Darín y Cámara la levantan. Imposible.

Author: Luis Besa

Luis Besa. Periodista,

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