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A las diez en casa: ¿ni economía ni salud?

Colas para el cobro de subsidios en la Junta.

Pues ya está. Toque de queda, como en el 36. O como cuando tenía uno catorce y empeñado en vivirlos. A las diez en casa, advertía mi padre, que para estas cosas era mucho padre. Menudos pollos me montaba si se me ocurría, que se me ocurría a menudo, ratear con el reloj.

Esta mañana daba clase a unos chavales de tercero de la ESO. Debatíamos sobre estas medidas y trataba de hacerles ver lo difícil que es optar entre economía y salud. Porque por más que se empeñe Natalia del Barrio y la izquierda entera en la “falsa dicotomía” entre economía o salud, yo lo veo así:  esto es una opción entre economía y salud.

“¿Tú que piensas?” Me pregunta a bocajarro un alumno, de los más listos que tengo. Lo pregunta preocupado, cosa rara en él porque también es de los más revoltosos, como diciendo vale, que no lo tenga yo claro con 14 años, tiene un pase, que no lo sepa el profe eso ya… He pedido tiempo muerto. “No lo sé, la verdad”. Veo su decepción y le digo que, en principio, de momento, votamos por la salud… Mientras nos lo podamos permitir…

Sé que sin economía no hay salud y sin salud mejor que la economía vaya bien que no que vaya mal. Así que, y ojalá Natalia tenga razón y sea una falso dilema, pienso que en estas dicotomías la economía es la que finalmente se impone. Y no por las maldades del mercado, o sí, en cualquier caso por falta de alternativa. Viene a decir Natalia que esto de salvar al 99% a costa del 1% es moralmente inaceptable. Y evidentemente lo es.

Pero la salud vale dinero y contra el discurso de las izquierdas, el dinero no cae del cielo. Vean Segovia. Con los bares cerrados a cal y canto a las 22 horas, ¿cuánta caja pierden? Un hostelero tiene que trabajar un montón de horas para sacar 1.500 limpios. “Si no saco eso, si me tengo que tirar doce horas, no me compensa abrir”, me explicaba el jefe de un mentado establecimiento segoviano. Eso el jefe. Y ahí van otros siete puestos de trabajo fijos que mal que bien iban tirando. Y el IVA y los especiales del alcóhol y el IRPF y las cotizaciones a la Seguridad Social. No salen los números.

Dicen que el Gobierno prepara una subida fiscal, que yo creo que será más simbólica que real. Entiéndanme, de simbólica poco, a usted y a mí nos van a crujir, quién no la va a notar es el Gobierno. Pongan el anunciado impuesto de las bebidas azucaradas y la pretensión de que se van a ingresar 400 millones de euros. ¿Realmente hay alguien fuera de Garzón que se lo crea? Otro ejemplo. Subir el diésel es subir el coste de buena parte de la logística, por tanto encarecer producto, por tanto perder competitividad, por tanto perder PIB. Por tanto perder recaudación. Ya seas de Vox o Podemos no se sale del círculo vicioso así como así.

Colas para donar sangre en Avenida Acueduto. Marzo 2020.

Lo harán, subirán impuestos, no por ingresar esos cientos de euros, lo harán como guiño a Europa para que el Banco Europeo suelte la pasta y nos salve (y ya veremos). Para poderles decir al resto de europeos, ¡ep, que nosotros también pagamos! que es lo único que a estas alturas puede paliar el devastador impacto de las decenas de miles millones de euros que hemos perdido con el covid. De momento España se ha fundido ya el 25% de los ingresos fiscales, si alguien cree que esto es sostenible es que tiene que volver a la escuela ya. Y si alguien cree que subiendo impuestos esto se endereza que vaya al loquero también ya. No, en realidad, para salvar la quiebra estamos en manos de Europa. Y creo que la gente no tiene aún una idea clara de lo que significa la quiebra.

¿Pero cuál es la alternativa? ¿Trump? ¿Desentenderse de los enfermos y viejos y sálvese quién pueda?  ¿Incurrir en lo moralmente inaceptable? ¿En serio puedo decirle la próxima semana a mi alumno que sí, que nos hagamos los locos, y vivamos el momento? ¿Que Trump tiene razón?

Sospecho que, desgraciadamente, entre pasta y moral suele ganar la pasta. Que si algo enseñan las pestes es que al final, ni economía ni salud. Pero eso no se lo podemos contar a los niños. Confíemos que el toque de queda funcione, que los hospitales aguanten, que no pase lo peor, y que salgamos vivos de esta. Pero me da que es mucho confiar. Va para ocho meses que confío y mi fe nunca ha sido gran cosa.

Author: Luis Besa

Luis Besa. Periodista,

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5 Comments

  1. D.Luis :

    Si se coharta la libertad humana, seamos pisitivistas, por una vez y reclamemos la máquina de hacer dinero y que lo hagan sin conocimiento,
    A la postre , la vida bien vale un montón de papeles.
    O no? D. Luis

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    • Efectivamente, no queda otra. Pero tengan presente que es un gran mal menor. Durante años pagaremos las consecuencias.

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    • “De momento España se ha fundido ya el 25% de los ingresos fiscales, si alguien cree que esto es sostenible es que tiene que volver a la escuela ya”. Sabias palabras Luis… Natalia y sus compinches se apuntarán al cole de nuevo?

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  2. Esto perjudica claramente la economía y los derechos pero no beneficia en nada la salud. El virus no se contagia solo por la noche, no tiene reloj. La proximidad y contacto entre personas es mayor por el dia cuando hay más actividad y para colmo se empeñan en estrechar esa franja invitando al cuidadano a que si antes se daba un paseo a las 12, sin calles transcurridas, ahora lo haga a las 8 esquivando peatones a un lado y a otro. Por otro lado no creo que tantos ancianos que han padecido la enfermedad se hayan contagiando de madrugada.. Los que siempre miran por sus propios intereses economicos y arruinan hogares dicen que es por salud, yo no me lo creo.

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    • Con poco quedarán los vivos, y “SIN NADA” SE VAN LOS MUERTOS

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