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La Confederación del Duero rechaza legalizar la concesión de agua para la Atalaya

Toma de agua de la cacera en el Cambrones.

El tema del agua en Segovia no se seca. “Llevamos 26 años lidiando con lo mismo y todo son pegas, nunca soluciones. Estamos hartos”, explica Vicente Calle, presidente de la Mancomunidad de la Atalaya. La entidad, que agrupa a los ayuntamientos de Palazuelos, La Lastrilla, Trescasas y San Cristóbal, aprobó en su pleno de marzo una declaración institucional en la que pide a la Junta, Diputación, así como a los senadores y diputados por Segovia, que contribuyan a desbloquear las negociaciones de la mancomunidad con la Confederación Hidrográfica del Duero para ampliar la concesión de agua para el alfoz segoviano.

El principal suministro de agua potable de la mancomunidad es la toma de agua del Cambrones. Una concesión que la CHD se niega a avalar de iure desde hace 26 años, aunque de facto es la que sirve para, a 30 litros por segundo (en realidad, rozando los cincuenta), abastecer a los cuatro municipios.

El problema es que desde tiempos inmemoriales (y documentado desde 1491), la Noble Junta de Cabezuelas, dispone una concesión sobre el Cambrones de 363 litros por segundo con la que antaño se garantizaba el riego de huertos, el mantenimiento del ganado y otras actividades en esta parte del alfoz de Segovia. La Noble Junta aprobó en su día conceder 3o litros de esos 363 al suministro de agua potable de la Mancomunidad. Como sea que hoy las actividades de riego son testimoniales y la cacera carece del sentido económico que tuvo, tras no pocas dificultades y desencuentros, regantes y ayuntamientos convinieron en elevar a 90 litros esa concesión. Eso arreglaba definitivamente las cosas. Pero tal como se informó en el pleno la CHD se ha negado a reconocer ese trato. “Incluso llegan a cuestionar los 30 litros que ya teníamos”, denuncia Calle.

Incertidumbre jurídica para el desarrollo urbanístico

Hay que discernir entre el reconocimiento administrativo de la concesión y el abastecimiento de agua. Como agua hay, la Confederación no pone pegas a la que se viene tomando, aunque supere los límites establecidos. “Se supone que los responsables de encontrar recursos con que abastecer a la población son ellos”, explica Calle. Pero este servicio se presta hoy de un modo “alegal”. En precario.

Hacendera del quinto de Tabanera de la Comunidad de Aguas del Cambrones (2015)

Para los ayuntamientos es un problema. Al ser el Cambrones su principal punto de abastecimiento y al carecer este de reconocimiento legal (al menos para la CHD) los municipios no pueden, en rigor, usar ese activo para los desarrollos urbanos (algunos ya terminados). En definitiva, cualquier licencia de habitabilidad que conceden es en precario porque no está legalizado el abastecimiento de agua. “Y así llevamos 26 años. Cuando no te dicen una cosa te cuentan la otra”, denuncia Calle.

El problema de fondo es que en la CHD no hay la menor voluntad política de reconocer la concesión histórica de la Noble Junta. De este modo, los tratos entre junteros y munícipes carecen de valor. Como contrapartida, la CHD pide que la Noble Junta se disuelva y se constituya en Comunidad de Regantes, incluyendo a los ayuntamientos. “Lo intentaremos, pero eso no va a ningún lado”, replica Calle. No va a ningún lado porque localizar a los propietarios de terrenos históricamente beneficiados por la concesión es un laberinto, una gesta jurídica que costaría dinero y muchos años de pleitos.

Así las cosas, en el alfoz están convencidos de que se trata de simple y pura voluntad política. Entre dientes, algunos concejales mascullan que lo que son todo facilidades para algunos municipios, para otros es un sinvivir de palos entre las ruedas. Eso va directamente por El Real Sitio de San Ildefonso, donde la misma confederación que racanea en el agua del alfoz, ha invertido seis millones, incluidos 2,6M€ para un paseo ribereño en el Arroyo de las Flores y toda clase de facilidades para que Patrimonio Nacional prolongue el calendario de funcionamiento de fuentes en el palacio de La Granja. “Cuando quieren pueden”, comenta elocuentemente el representante de de DNP de Palazuelos en la mancomunidad.

De ahí que, hartos de pegas, de planes y contraplanes, y considerando el seguir con las negociaciones “una pérdida de tiempo”, desde la Atalaya se piense ahora en una ofensiva a nivel político. Tocar por arriba las instancias políticas para que la CHD resuelva lo que, después de todo, no es sino su obligación, garantizar el acceso al agua de los 15.000 habitantes del alfoz.

 

 

Author: Redacción

Acueducto2. Noticias y actualidad de Segovia.

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