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Una araña de cristal granjeño, pieza del mes en el Museo de Segovia

La araña de cristal, pieza protagonista del mes de febrero en el Museo de Segovia, es una lámpara de ocho luces elaborada en la Real Fábrica de Cristales de La Granja. Fue fabricada en el siglo XVIII bajo el reinado de Carlos III y con una gran diversidad de formas y tamaños estas creaciones tuvieron la influencia de Venecia y Holanda en sus inicios, adquiriendo estilo propio las producidas en La Granja.

La estructura básica de este tipo de lámpara se articula en torno a una sólida varilla de hierro central y vertical, llamada fuste, recubierta tanto con bulbos como bolas. Sobre este eje se anclan las cazuelas que a su vez sujetan de manera radial los brazos de luces. En la parte final de los brazos se localizan las palmatorias que servían de sostén a una vela. Los colgantes de cristal utilizados en esta época eran generalmente de gran tamaño y predominaban las campanillas, flores de lis y hojas de parra.

Decoración ilustrada

El Siglo de las Luces introdujo en toda Europa un nuevo concepto de vivienda, dejando atrás castillos y palacios, donde se acomodaban este tipo de lámparas para iluminar muebles, pinturas y tejidos lujosos de las casas nobiliarias. Símbolo de lujo y esplendor, las lámparas de araña eran el deseo de monarquías y altos estamentos de las sociedades europeas.

Precisamente la alta demanda de estas obras  impulsó la creación de grandes fábricas y talleres como la Real Fábrica de la Granja. Esta manufactura estuvo estrechamente ligada a la figura de Felipe V y su nombramiento como primer monarca Borbón de España, que introdujo en un renovado modelo de sociedad influido por las teorías del mercantilismo francés. De este nuevo concepto nacen las reales fábricas españolas, inspiradas en las Manufactures Royales de Colbert, ministro de Hacienda de Luis XIV.

A finales del siglo XVII, la industria vidriera española se encontraba en un periodo de decadencia. Se realizaban piezas de baja calidad producidas en serie, fruto del intento de imitación del vidrio potásico de Bohemia y el vidrio a plomo de Inglaterra que tanto triunfaban en las grandes capitales europeas. Ante esa falta de producción nacional, la demanda de este tipo de piezas tenía que cubrirse con importaciones. Frente a este desabastecimiento surge la fábrica granjeña, pionera en este tipo de manufacturas.

En La Granja se fabricaron dos tipos de lámparas de araña: la de brazos (producida en la época de Carlos III) y la de aros (producida durante el reinado de Carlos IV). Unas piezas únicas que el Museo de Segovia sitúa en primer plano a lo largo del mes de febrero con la selección de esta lámpara de ocho brazos del siglo XVIII que forma parte de su exposición permanente.

Nota de prensa de la delegación de la Junta de Castilla y León

Author: Cultura

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