San Luis: Unidos en lo malo y en lo bueno

El casco de bombero ha sido el disfraz del año en el primer día de las fiestas de San Luis, en La Granja. En el recuerdo, los dos días de fuego que se han llevado por delante la fachada arbórea del Real Sitio. Prendido el cohete por el siempre efectivo "Canuto", el balcón consistorial desplegó una pancarta: "Gracias". Un gracias dirigido al "vecino del año", uno de los títulos y premios que se conceden en la jornada inaugural, y que con toda justicia fue a parar a todos los cuerpos de emergencias que trabajaron en los más de 14 días de extinción. Bomberos, agentes medio ambientales, militares, Protección Civil...  

La verdad que fue un ceremonia del pregón diferente y emotiva. Diferente por los nuevos elementos, con nueva corporación y Samuel Alonso como alcalde al frente, dejando su tradicional rol de crooner a un Fredy Mercury de pega, impecable en la dinamización del evento, esta vez en solitario. Diferente y emotiva porque, por una vez y sin que sirva de de precedente, el sufrido pregonero triunfo a lo grande.

Papel que esta vez quedó en manos de los chavales de la Asociación de Discapacitados de San Ildefenso, EDESIL, una representación de los cuales se alternó en el uso de la palabra. "Todos estamos capacitados para seguir aprendiendo", explicaba Mario, y recordó como el fuego ya ha marcado la historia del pueblo y lo volverá a hacer, "pero los granjeños siempre sabemos levantarnos". Si gustaron los pregoneros, por una vez alejados de los tópicos tal que "lustre de las piedras y talante de sus gentes", que hasta las aguerridas peñas coreaban "otro, otro".  Si andan buscando para las fiestas de su pueblo, no lo duden, EDESIL

El  preceptivo canto a mogollón del himno local, el San Luis, San Luis, San Luiss.... puso fin a la ceremonia inaugural, dando paso al desfile de peñas, como siempre, carnavalescamente ataviadas, prodigando uno de los mejores momentos de los cinco días de juerga que nos esperan. Y para muestra un botón.

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