Juventud asegura que con esta guía cumple el objetivo de “proporcionar herramientas para comunicarnos de manera más respetuosa y desde una perspectiva de igualdad”, además de tratar de “despertar el pensamiento crítico con el lenguaje establecido y designado por una parte de la población y dar cabida al resto de personas”.
Las recetas básicas que se aportan parecen sencillas: eliminar el uso genérico del masculino; sustituir las palabras que tienen “o” en su última sílaba por otras que acaben en “e” o en “a”; eliminar artículos si son masculinos y cuando haya que poner la palabra en las versiones masculina y femenina juntas, la guía recomienda “alternar el orden para no dar prioridad a ninguno sobre otro”, si bien, no hay un sólo ejemplo de este tipo de dobletes que comience con la palabra masculina.
También se anima a los usuarios a hacer sus propios experimentos con el lenguaje ya que “con creatividad seguro que salen muchas más”. La palabra, inventada, “monomarental” —referencia a “familias con un solo adulto al cargo encabezadas por una mujer”— es para la autora un buen ejemplo de “expresiones mejoradas gracias a un cambio de actitud”.
Además de los jóvenes, el manual ofrece recetas para la comunicación interna en la propia Concejalía y tacha de sexista todo lo que tenga artículos o sustantivos masculinos: “Los trabajadores”, “Los profesionales”, “Los concejales” o “El director” deben pasar a ser “La plantilla”; “Equipo profesional” (sin artículo); La concejala/el concejal; o “la dirección”.
Hay más en este capítulo en el que se considera sexista “Los usuarios”, pero adecuado “Las personas usuarias”; ofensivo “El peticionario” y correcto “Quien lo solicita”; y discriminatorio “El tutor” frente a la referencia inclusiva, “La persona tutora”.
Se acabaron los artículos (masculinos)
“Los artículos y pronombres son muchas veces los únicos marcadores de género. Eliminarlos es sencillo”, se anima en otro apartado en el que se aportan nuevas normas gramaticales. Por ejemplo, se recomienda eliminar los artículos “sexistas”, es decir, los masculinos, para sustituirlos por pronombres; o suprimir directamente de las conversaciones los adjetivos masculinos para usar otros neutros.
Si se atiende al manual, usar un lenguaje no sexista obliga a olvidar cualquier norma de economía del lenguaje y recurrir a construcciones más complicadas. Sólo así se entienden las propuestas de sustituir términos como “Los usuarios” por “Las personas usuarias” o mas rebuscado aún, por “Quien utiliza”; “Los segovianos” por “La ciudadanía de Segovia” o “La población de Segovia”. Una más: La alternativa inclusiva de “Alumnos” es “Cuerpo estudiantil”
El tratado contiene 27 páginas de recomendaciones y afirmaciones a cual más llamativa. Por ejemplo, resulta que es sexista llamar “bonita” a una niña o “fuerte” a un niño. “Inteligente” y “elegante” son las alternativas propuestas respectivamente aunque no tengan nada que ver.
Si un titular no gusta, se reescribe
Hay también recomendaciones sobre la comunicación de la Concejalía en las redes sociales “donde es más fácil usar el lenguaje inclusivo por su registro coloquial”, aunque recomienda releer las cosas para no caer involuntariamente en sexismo y también evitar “refranes, expresiones y frases hechas sexistas”. Si se usan memes o archivos GIF, que sean de mujeres “fuera de sus roles”, se recomienda
Llamativo es también el tratamiento de las noticias que puedan compartirse. Si se considera que no utilizan el lenguaje inclusivo o reflejan a mujeres en posición de subordinación “es recomendable aprovechar las herramientas de las redes sociales para reescribir el titular”.
La guía concluye con recomendaciones de comportamientos en reuniones y actividades como la de evitar “suponer una capacidad de comprensión inferior a la mujeres” o, en la siguiente línea, “facilitar la expresión oral de las mujeres, menos acostumbradas a disponer de la palabra”, entre otras.
El tratado está firmado por Nerea Aguado con ilustraciones de Nicolás Aznárez y ha tenido un coste de 2.500 euros, según los datos aportados por la Concejalía, cuyo responsable, Ángel Galindo, la ha presentado este 16 de junio oficialmente en una rueda de prensa en la que estaba anunciada la presencia de la alcaldesa, Clara Luquero, que al final no acudió a la cita sin que la Alcaldía haya aclarado los motivos.
17 junio, 2020
Estupefacto. Perdón, persona estupefaciente ante todo, “tode”, “tede” lo, “la”, “le” dicho, “dicha”, “diche”. En fin.
17 junio, 2020
Un compendio/a de idioteces/as. Pagado/a por todos/as.!Qué futuro/a nos espera!. Con la de problemas que hay en la antes España, ahora Unión de Repúblicas Socialistas Soberanas.
18 junio, 2020
Increíble! Gran trabaja! Es difícil alcanzar tal grado de estupidez incluso para un político, o politica o politique. La ideología de genero es el engañabobes más absurdo de esta izquierda que sólo quiere ganar votos de los apesebrados e idiotes que siguem pensando que la mujer en España sigue “sometida” al macho. Ascazo
17 junio, 2020
Algunos-as leen poco. Desde luego al académico Grigelmo y sus excelentes columnas y artículos menos, claro 😉
17 junio, 2020
Alex Grijelmo. Debemos cuidar el idioma, aunque podamos incorporar acepciones, pero al menos saber de dónde vienen las palabras.
https://elpais.com/ideas/2020-05-29/la-letra-p-es-inocente.html
17 junio, 2020
Mejor persona estupefactada, que estupefaciente es lo que se a fumado la persona autora del despropósito
22 junio, 2020
Dios mío,mie o mía!!!. Esta gente de dónde ha salido?.Si lo tuvieran que pagar ellas,elles o ellos con su sueldo se acababan las tonterías. Qué delito hemos cometido para tener semejantes borregas/borregues/ borregos gobernando.Antes de entrar en una puesta/puesto política/político deberían medir el coeficiente intelectual.