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La reina maga de Castilla

Ya verá cómo nos encontramos en los próximos días con una agria polémica —no espere brillantez, sólo acritud sobreactuada, que enmarco esto en el Ayuntamiento—a cuenta de la recreación de la proclamación de Isabel I de Castilla prevista para el próximo domingo, a eso del medio día.

Me lo dice la intuición. Bueno, y ver cómo van las cosas. Resulta que los actos, tal como los preveía  la asociación Concordia de Segovia, organizadora del evento, contaban entre los figurantes y actores con medio centenar largo de jinetes y amazonas… Pues no habrá ni uno, que atendiendo a la seguridad, el Ayuntamiento ha suprimido los animales del espectáculo. Todos. “Hay que proteger el tráfico y la seguridad de las personas”, justifican las concejalas Luquero y Andrés, que entienden el caso.

Total, que la escena pierde mucho, que va a haber menos personas y hombre, no es lo mismo ver a los mandamases de aquella época, todos caballeros, a patita y sin la majestuosidad que aporta una montura por la calle de San Frutos o al cortejo de la princesa de igual guisa.

Que no, que no hay caballo para nadie, ni siquiera para la reina (Cristina Ortiz), que, como mucho, será “víctima” del reciclado municipal, que se ha ofrecido a prestar a los organizadores “el anda que quieran” de las que se usan ¡en la cabalgata de los Reyes Magos!

Vale. Pues puestos a dar exotismo a la cosa, sugiero que se use el león ese al que se encarama cada año Baltasar, al que los niños sólo intuyen al final de la enorme cabeza… Bueno, no será para tanto, que ya verás como al final usan una más simple, aquella que en 2003 se desmontó entera con Melchor en la puerta del Alcázar, que lo vi de cerca. O mejor aún: a patita todo el mundo. Manteniendo la dignidad de los personajes.

Ya está, ya hay para la crítica. Y Ya saben que el evento —muy lejos de aquel dispendio fuera de lugar, de 700.000 euros, de su primera edición, que ahora es una proclamación “low cost”— está rodeado por la polémica y algunos enconamientos, políticos y hasta fraticidas.

En este grupo, destaco el de los hermanos Peñalosa: Luis, el concejal de IU, es más partidario de ensalzar la figura de Enrique IV (hermanastro de Isabel) y Rodrigo, el vicepresidente ejecutivo de Concordia, un impulsor ferviente del elogio a La Católica… Así está el ambiente ¡Y llega la Navidad!

De lo político, pues qué le voy a contar. Embelesados con la serie televisiva Isabel, o más bien con su éxito, Turismo creó hace un año una ruta guiada de más de dos horas para ver (o sólo imaginar, que algunas ya no están) las huellas de la reina y las gentes de su entorno en la capital, pero por el contrario, PSOE e IU tumbaron en mayo pasado la moción del PP que pedía que se institucionalizara la representación de la proclamación (por 125.000 eurillos al año), mientras que pese a ello, se anuncia a bombo y platillo en la web oficial el acto de este domingo…

Un camino un tanto errático este de los ediles que gobiernan, la verdad, pero sin desentonar en absoluto con sus colegas de la oposición que, aprovechando la fecha del 13 de diciembre, firman —así, como grupo municipal Popular, debe estar hecho a doce manos— un artículo de opinión en el que refrescan las críticas por el rechazo de aquella moción de hace medio año, pero ya de paso, se acuerdan de aquella salida de tono del regidor cuando declaró preferir integrarse en Cataluña, acusan a los socialistas de no tener clara la unidad de España y a Peñalosa de estar obsesionado con la iglesia y claro, al tratarse de “la Católica”… ¡Toma del bote!

Estas son las cosas que me hacen preguntarme qué le está pasando al PP segoviano y quién está aconsejando que trasladen al ámbito municipal sus obsesiones de partido con la Iglesia y el nacionalismo español.

Empezaron hace unos días con el Belén navideño, culpando al demonio Peñalosa de que no se hubiera instalado este año en la Plaza Oriental. (Pues por mi parte, encantado. Pienso que un Belén, como símbolo religioso, puede molestar o perturbar a algún ciudadano —uno sólo me vale— y que no esté en medio de la calle no debería hacerlo a ninguno, porque quien quiera, puede ponérselo en su casa). Y ahora me mezclan el folclore Isabelino con la unidad de España… ¡Caracoles!

Digo yo que el, a mi juicio, desatinado “artículo de opinión” tratará de calentar algo el ambiente para lo que pueda pasar el domingo pero qué quiere que le diga… el argumentario no me atrae demasiado.

Estaba en el asunto de la proclamación representada, que no sé yo si alguna vez se convertirá en un potente referente turístico cultural o si bastará para ello sólo el voluntarioso ímpetu de unos pocos. Complicado. Para mi gusto hay demasiada “simpática improvisación” por un lado y escasa “colaboración eficaz” por otro.

El domingo le cuento aunque quizá el ensayo general del sábado —a las 10.00 de la mañana, que el Ayuntamiento “no quiere que se moleste demasiado al comercio y al turismo”— aporte un adelanto suficiente.

Ardo en deseos de ver a la reina. Sin caballo, pero católica y maga. Si lo que no inventemos en Segovia…

 

Author: Fernando Sanjosé

Segovia (1967). Periodista.

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