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La necesaria reorganización de los servicios municipales

La campaña electoral debiera constituir un buen momento, dado que en el transcurso de los últimos cuatro años no se ha hecho, para analizar, debatir y realizar propuestas que permitan racionalizar y reordenar la prestación de los servicios públicos municipales en nuestra provincia. El día 28 de mayo se elegirán los ediles municipales, de quienes, a su vez, saldrán nuestros representantes en la Diputación provincial.

La provincia de Segovia cuenta con 209 municipios, y tan sólo uno con más de 20.000 habitantes —la ciudad—. Para la prestación de servicios básicos se dispone de 23 mancomunidades y 11 comunidades de Villa y Tierra. Una enorme maraña de servicios que podrían mejorar su eficiencia y la calidad con una organización más racional. Por utilizar un símil, quizás un poco exagerado, la actual estructura es equivalente a una organización agraria en la que cada agricultor con 20 hectáreas dispusiera de un gran tractor y una cosechadora para garantizar la prestación de sus servicios.

La reordenación, ciñéndonos a las mancomunidades de servicios, debiera buscar la consolidación y disponibilidad compartida de recursos para gestionar de manera conjunta la recogida de residuos, el abastecimiento de agua, la limpieza viaria, el transporte público y otros servicios básicos. Se trata de buscar economías de escala, reducir costes y mejorar la calidad de los servicios ofrecidos. Las 23 mancomunidades actuales de la provincia fácilmente se podrían reconvertir en cinco o seis, más teniendo en cuenta el declive progresivo de la demanda convencional asociada a la caída de población. Las comunidades de Villa y Tierra tienen otras características, pero nada es inamovible. Los gastos al final los pagamos entre todos y la gestión pública debe optimizar los recursos y respetar el interés ciudadano.

En la gestión de los servicios municipales aparecen nuevas necesidades, como es el caso de la asistencia logística asociada a las personas mayores que pueden y quieren terminar sus días en su casa. Gran parte de los pueblos de la provincia carecen de servicios sociales, unidades de catering, capacidad de asistencia a domicilio o prestaciones de movilidad, que son imprescindibles para garantizar a sus moradores una vida digna, a la vez que contribuir al dinamismo económico y a la lucha contra la despoblación. Este tipo de provisión debe corresponder por su propia naturaleza a la iniciativa privada, si bien ha de ser tutelada e impulsada por los municipios a través de las mancomunidades de servicios o consorcios específicos creados a tal fin.

La reforma de los servicios municipales debiera encuadrarse en un proyecto de ordenación integral. La reordenación de los servicios territoriales, tanto municipales como autonómicos, y los pocos estatales de que se dispone, debieran acometerse en la provincia bajo una visión integral que permita evitar duplicidades, optimar recursos y simplificar su desarrollo, situando al ciudadano como razón de ser de su actuación. Una iniciativa que corresponde a quien ejerce la acción de gobierno, pero que debe contar con la participación leal de la oposición. Una tarea difícil, que en su momento se intentó con la puesta en marcha de las Unidades básicas de ordenación y servicios del territorio (UBOST), por parte de la Junta de Castilla y León. Dada la coyuntura política, lo más urgente es acometer la racionalización de los servicios municipales que prestan las múltiples mancomunidades de la provincia.

En el nuevo periodo de cuatro años que se iniciará a partir del próximo 28 de mayo es el momento de fortalecer la cooperación entre municipios para incrementar y dotar de calidad la prestación de los servicios públicos con el impulso de las mancomunidades, áreas interurbanas y consorcios.  Se trata, en definitiva, de reactivar gobiernos locales que aseguren su autonomía y la simplificación de la estructura administrativa —evitando el enchufismo y el exceso de cargos de confianza— y la prestación de los servicios públicos de calidad, bajo el prisma de la transparencia. En esta empresa el papel del equipo de gobierno de la Diputación es crucial, pero también el de la oposición. Ambos deben orientar su cometido a lo que verdaderamente importa, la mejora del servicio público municipal.

Author: Andrés Segovia

Política provincial, autonómica y nacional

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3 Comments

  1. De ilusión también se vive ¿Quién coña se va a poner de acuerdo por estos lares, si no son capaces de tomar un cafe juntos.

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    • No es que se pongan de acuerdo, sino que busquen la solución a un problema. Lo que se veces que la mayor parte de los trabajadores de las mancomunidades son gente próxima al partido que gobierna en la Diputación. Qué se defiende, los intereses de unos pocos o el interés general? Si no hay acuerdo, el partido que tenga la mayoría que actúe. No puede ser que lo que cuesta 1 se haga por tres. Quienes están en la política tienen que tomar decisiones, y no marear la perdiz. Y si no que se dediquen a otra cosa

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  2. Qué valiente es usted, Sr. Segovia! Les hace una propuesta muy pertinente en campaña electoral, cuando ellos van a lo suyo. Espero que el Sr. de Vicente o el Sr. Aceves nos digan algo sobre este tema a los segovianos. La situación de estos servicios es de vergüenza: auténtico clientelismo político.

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