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La justicia clausura la planta de residuos de Fuentepelayo y condena a 1 año a su gerente

El juzgado de lo Penal de Segovia ha condenado a un año de cárcel a Juan Francisco Cárdaba, gerente de la planta de procesado de residuos de Fuentepelayo, a un año de cárcel por un delito contra el Medio Ambiente, y en calidad de responsable de la empresa Agrogestión y Aplicaciones Medioambientales (Agraman). Asimismo se le condena a multa de 12 meses (2.190€) y a la inhabilitación durante 18 meses para administrar empresas dedicadas a la transformación de residuos.

Igualmente se condena a la emprea Agraman a otros 2.190€ de multa e inhabilitación de dos años para acceder a ayudas públicas y contratar con la Administración así como clausura por el mismo periodo de las instalaciones. Por último el juez condena solidariamente a Cárdaba y a la empresa a llevar a cabo las labores de limpieza de las parcelas en las que depositaron los residuos, así como la acequia en la que se verificaron vertidos. Se condena a ambos a gestionar el compostaje de la totalidad de los residuos existentes en la planta y en las instalaciones, además de imposición de costas.

La fiscalía pedía para el acusado 2 de años de cárcel en tanto la acusación particular, Ecologistas en Acción, le reclamaba 15 meses. El Ayuntamiento de Fuentepelayo, por su parte, igualmente personado, le reclamaba 20 meses de prisión. Las acusaciones completaban la petición de pena con los aspectos fallados por el juez.

Suelos y aguas contaminados y mala gestión de los residuos

Durante los meses de diciembre de 2015 a febrero de 2016, y a resultas de las denuncias públicas efectuadas por la plataforma No Más Mierda e IU, el Seprona y los servicios territoriales de Agricultura y Ganadería de la Junta llevaron a cabo una serie de inspecciones donde se constató que la planta estaba muy por encima de su capacidad. Balsa de lixiviados al límite, soleras encharcadas de lixiviados, y montones de resiudos orgánicos depositados de manera deficiente y entre los que se aparecieron restos de pieles, plumas, caramelos envasados, o impurezas forestales procedentes de una resinera de coca.  En marzo, además, se apreció que la cacera de las Cabras (que desemboca en el arroyo Malucas), que transcurre entubada por la finca, presentaba filtraciones de lixiviados procedentes de las balsas de la planta.También se consignan en la sentencia incumplimientos de las órdenes de suspensión de actividades de 2016.

Previamente, desde 2010, es decir, desde apenas dos años después de la entrada en servicio de la planta, la Guardia Civil consigna un rosario de irregularidades. Así la intercepción de  vehículos de subproductos procedentes de la planta y que no habían sido correctamente limpiados ni desinfectados, o diferentes episodios de vertidos ilegales,

En marzo de 2016, a raíz de la denuncia de No Más Mierda, se tomaron muestras de agua y tierra del suelo de la finca y se remitieron para su análisis al Instituto Nacional de Toxicología. El laboratorio concluyó que el agua analizada contenía una concentración muy elevada de materia orgánica (nitrógeno, fósforo, aceites y grasas), hasta 18 veces superior a la permitda en la ley de aguas en algunos parámetros,  y que las muestras de suelos tenían elevadas cantidades de metales pesados (cadmio, zinc) así como de nutrientes (fósforo o estroncio), susceptible de “alcanzar la declaración de suelo contaminado o riesgo de lixidiación hacia la cacera”, señala el auto. De todas estas irregularidades el juez considera que Cárdaba contaba perfecto conocimiento.

De esto concluye el juez que “sin ningún género de duda se ha estado realizando una mala gestión de los residuos” lo que derivó un peligro grave para el equilibrio de los sistemas naturales y el consecuente fallo de condena por daños al medio ambiente.

 

Author: Redacción

Acueducto2. Noticias y actualidad de Segovia.

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1 Comment

  1. parece que los delitos medioambientales son muy baratos en este pais

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