La familia compuesta por los niños Vega y Saúl, junto a sus padres, José María y Celia, conocidos en redes sociales como Explorando Rincones, ha logrado un hito notable en el mundo del montañismo. Durante su expedición al Himalaya Indio, ascendieron dos montañas de más de 6.000 metros, batiendo el récord mundial al convertirse en las personas de menor edad en alcanzar las cumbres del Kang Yatse II de 6.250 metros y el Dzo Jongo de 6.220 metros. La familia segoviana, con experiencia en escalada en diversas partes del mundo, emprendió esta aventura en el territorio de Ladakh, India, una región sensible debido a las disputas territoriales con Pakistán y China. Su ascenso requería una cuidadosa aclimatación, especialmente para los niños, que son más sensibles a las altitudes elevadas.
El primer objetivo fue el campo base del Pico Kang Yatse, a 5.045 metros, donde la familia se enfrentó a condiciones extremas. A pesar de las dificultades, Vega, de 11 años, y Saúl, de 9 años, junto con sus padres y el guía, lograron alcanzar la cumbre. En su segunda ascensión al Dzo Jongo, la familia enfrentó otro conjunto de desafíos, incluyendo terreno rocoso, nieve y condiciones climáticas variables. A pesar de las dificultades, lograron llegar a la cima.
Esta expedición no solo es un logro personal, sino que también destaca la importancia de la educación, el entrenamiento y el amor por la montaña en la formación de jóvenes alpinistas. Vega y Saúl han demostrado que, con dedicación y respeto por la montaña, se pueden lograr hazañas notables incluso a una edad temprana.
El récord exacto de edad aún no está confirmado oficialmente, pero según las indicaciones de personas locales y guías, Vega y Saúl pueden haberse convertido en las personas más jóvenes en ascender estas montañas en el Himalaya.
La historia completa de esta familia aventurera se puede encontrar en su página web y canal de YouTube, “Explorando Rincones“.
5 septiembre, 2023
Los padres estarán orgullosos de su hazaña, pero no deja de ser una actitud arriesgada y negligente con los menores. Muy “machotes” hasta que ocurre una desgracia, de lo contrario los titulares serían otros. Amo y practico la montaña, pero jamás hubiese llevado a mis hijos con esa edad a correr riesgos extremos. Es una actitud negligente.