Con motivo de su 120 aniversario, El Adelantado de Segovia auspicia una exposición en el Torreón de Lozoya centrada en el primer tercio del siglo XX, un momento histórico en el que el auge del decano de Segovia, convertido en escaparate de la vitalidad cultural de la época, coincide con la entrada de Segovia en la modernidad. Para empezar, una excusa para traer a Segovia algunas de las más impresionantes obras del periodo con Sorolla, Zuloaga o Zubiaurre, complementadas con artistas locales, Aniceto Marinas, Emiliano Barral, Maurice Fromkes, Esteban Vicente… El visitante topa pues con maravillas como “El cardenal”, o los “Tipos segovianos”, íconos de la generación del 98, y pintados en un momento en que los acaso mejores retratistas sociales de aquella España, Zuloaga y Sorolla toman Segovia como base de operaciones.
Y es curioso que ese momento de modernidad pasa a la posteridad por lo antagónico, por la mirada casticista y negra y que no solo es de los dos grandes maestros del figuracionismo del XX, también de Zubiaurre, o Regoyos, con amor por lo decrépito y por una especie de Castilla eterna que creen encapsulada en los pueblos segovianos y en sus tipos capitalinos, de capa parda y sombrero castellano. ¿Modernidad o tenebrismo? Un misterio que el director de El Adelantado y comisario de la exposición, Ángel González Pieras, intenta resolver ya en el catálogo de la muestra y especialmente en un recopilatorio de artículos de fondo en los que con erudición y amenidad ha ido analizando el periodo y sus protagonistas desde la atalaya privilegiada de la hemeroteca del decano.
Así, en “La Segovia oculta”, el ensayo que complementa la exposición, se pasa revista a la época, con sus Machado y Zambrano, Lecea y Gómez de la Serna, enamorados de la ciudad antigua y a la vez portaestandartes de lo moderno en una provincia que salía de la agonía que supuso, durante el siglo XIX, la muerte de la industria lanera, y que abordó precisamente en aquellos años su regeneración urbana, un rearme cultural y una nueva conciencia, detenida en seco por la Guerra Civil.
En ese contexto, La edad de plata, la modernidad en Segovia. El Adelantado y el arte del primer tercio del siglo XX, ofrece la posibilidad de ver reunidas obras capitales del nuevo figuracionismo, del luminismo y del tenebrismo, extraídas de pinacotecas como el Museo Sorolla, la neoyorkina Hispanic Society, el de Bellas Artes de Bilbao, el Reina Sofía, colecciones particulares, entre otros, un periodo crucial en la iconografía visual y mental española que encontró en Segovia una “modelo” de referencia. Más que recomendable.
Esteban Vicente como colofón. De arriba abajo, Tipos de Segovia (Sorolla) y El Cardenal (Zuloaga).
24 octubre, 2021
Las obras expuestas son una maravilla, pero el diseño expositivo deja mucho que desear.
24 octubre, 2021
La verdad que son unas maravillosas piezas… muy buena iniciativa. Otra cosa sería replantearse el Esteban Vicente. El Torreón da para lo que da, el espacio expositivo correcto es el Esteban Vicente. De algún modo se han cambiado los papeles, las grandes exposciones deberían ir al Vicente, y las de pintores emergentes locales en el Torreón. Justo al revés.
24 octubre, 2021
Interesante debate el que plantea Titanlux. Aunque no conviene mezclar. El Esteban Vicente es un espacio de arte contemporáneo (a veces acierta con su propuesta, otras no) y el Torreón es un espacio que lleva toda la vida haciendo lo mismo (pocas veces acierta, casi siempre aburre). Supongo que todo depende del criterio de sus gestores (en ambos casos, habría que pensar en renovarles ya que llevan décadas sin ofrecer nada relevante). Postdata: se agradece el tono amable de su opinión Titanlux.